Todos los motores de todas las marcas y modelos tienen que cumplir la normativa EuroVI en 2015, no se escapa nadie. En unos casos ha habido que forzar un cambio para adaptar la gama a la nueva normativa, en el resto o están en ello o próximos a hacerlo. El caso del Ford Focus ha sido un poco más natural, puesto que ya le tocaba el tradicional cambio de imagen de media vida. En él Ford ha aprovechado para mejorar su producto con nuevas tecnologías, dar el lavado de cara interior y exterior que ves en las imágenes y hechos los cambios oportunos para que los motores estén a la ecológica orden del día.
Por fuera se aprecia con claridad que algo ha cambiado, aunque se intuye que el volumen es el mismo. El morro al estilo del Concept Evos que presentaron en el Salón Internacional de Frankfurt en 2011, la trasera que denota claramente que es un Focus. El caso es que estéticamente sigue aportando su personalidad propia. Por dentro cambia mucho en su diseño y elementos empleados, sobre todo en esto último. El espacio que hay es idéntico al anterior; lógico, es el mismo coche. Sigue ofreciendo por tanto unas buenas plazas delanteras en todas sus medidas y unas traseras en la media de espacio del segmento. Los hay más grandes detrás –el segmento está creciendo y se nota–, pero también más pequeños.
Los asientos son confortables delante, con muy buena sujeción lateral para lo que se estila en su categoría. Detrás, como siempre, tres viajan justos, dos con comodidad. El maletero se mantiene tal cual, si bien nuestra unidad iba equipada con la rueda de repuesto normal, de ahí que ofrezca 305 litros. Si optas por el equipo reparapinchazos se ganan 85 litros que no le vienen nada mal. Ten en cuenta que los que tienen el maletero más grande en el segmento, Renault Mégane y Peugeot 308, tienen 440 y 415 litros de capacidad, respectivamente. El Focus ofrece el mismo maletero que un Seat León y un poco más que un Opel Astra, pero para ello tendrás que poner el kit.
Más tecnológico
La vida a bordo ha mejorado con la cantidad de cosas que trae o puede equipar, en función del acabado elegido. Por cierto, te recomiendo el denominado Titanium por su buena relación entre precio, presencia y equipamiento (es el de nuestra unidad). El sistema Sync2 funciona mejor y es más preciso que antes. A veces te sentirás raro por las "charlas" que te echarás con tu Focus, pero agradecerás poder elegir la música que tienes en el móvil sin soltar las manos del volante, cambiar de emisora o atender las llamadas. Tiene tantas funciones que me llevaría el texto de una prueba entera y hay muchas más cosas interesantes que contar.
Lleva el motor 1.0 Ecoboost de tres cilindros y 125 caballos. Este propulsor a pesar de ser pequeño en tamaño, que no en rendimiento, también ha tenido que ser modificado para cumplir la EuroVI. Va bien y te va a dar un nivel prestacional o de consumos correcto para el tipo de coche que es, pero anda menos que antes. La primera impresión cuando lo conduces es que le han alargado los desarrollos del cambio o que el coche es más pesado, sin embargo lo que pasa es que se ha anulado par por electrónica en el medio régimen. No supone un problema a la hora de mover los 1.365 kg del Focus (ha pesado 1 kg más que el anterior y eso que tiene más equipamiento) pero personalmente no me ha gustado el cambio a EuroVI; es más lento.
Comparado con el anterior Focus se pierden 8 décimas en el paso de 0 a 100 km/h y 4 décimas en el paso por los 400 y 1.000 metros. A la hora de recuperar ocurre lo mismo, siendo necesario bajar marchas en algunas situaciones que antes no harías; en el paso de 60 a 120 km/h en 3ª se pierden 8 décimas de segundo, y eso que es tercera. Insisto en lo de que no anda poco, ya que con sus prestaciones puedes ser portada en cualquier telediario por el exceso de velocidad pero, también insisto, corre menos que antes y es más lento que sus rivales. Esto último tiene cierta trampa porque salvo algunos como el Peugeot 308 1.2 eTHP de 130 CV, la gran mayoría de sus rivales todavía no han hecho la conversión a la EuroVI y no sabemos cómo se van a adaptar a ella. Si es por electrónica como ha hecho el Focus, el resultado puede ser muy parecido. En cualquier caso, una buena reprogramación a posteriori puede hacer milagros, pero esto yo no te lo he recomendado.
El consumo depende de ti
Si haces caso al avisador de marcha recomendada puedes lograr un consumo más que decente, pero si te dejas llevar por tu intuición a la hora de cambiar de marcha, la sensación de pereza en medios te puede llevar a estirar las marchas más de lo que deberías, subiendo el consumo innecesariamente. En nuestras mediciones ha gastado lo mismo que antes –una décima de litro menos en ciudad– y ofrece el mismo gasto que la mayoría de motores de 3 y 4 cilindros de la competencia, que apenas separan sus datos en una o dos décimas.
El comportamiento general es bueno, siendo el Focus uno de los coches que más me gustan de su segmento. Hay buen confort, es equilibrado y su bastidor admite una conducción mucho más alegre de lo que te puedes esperar, siempre con buen aplomo. La dirección eléctrica es más sensible a tus órdenes que antes, algo que no creo que te disguste. En general me parece un buen coche. El motor no me ha vuelto loco, si no lo hubiese probado antes a lo mejor mi percepción sería otra puesto que sus prestaciones son más que correctas. Con el acabado Titanium se ofrece un buen producto y más teniendo en cuenta que a tope de equipamiento y con las campañas de Ford se queda rondando los 18.000 euros, que no está nada mal.