Ya estamos a punto de llegar a los 150.000 km dentro de la segunda fase de nuestra prueba de larga duración que llevará al Peugeot 308 1.2 PureTech de 130 CV hasta los 200.000 km finales. Como hemos repetido hasta en cuatro ocasiones durante todo este tiempo, tocaba volver a nuestras pistas habituales de pruebas del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), para que nuestro Centro Técnico analizase a fondo el estado actual del coche. ¿Cómo irá envejeciendo? ¿Le afectará el paso ya de los 100.000 km? Como veremos, los resultados son mucho más que notables para un coche ya de su kilometraje.
A pesar de un uso continuado pasando siempre por diferentes manos y probadores de todo tipo y perfil, el consumo de gasolina medio de nuestro Peugeot 308 1.2 PureTech sigue manteniéndose en unos muy buenos 6,6 l/100 km. Además, los más de 20 conductores diferentes que han cogido el coche en lo que llevamos de este 2016 han destacado ante todo el confort de la suspensión y la calidad percibida.
Ya cuando se alcanzaron los 120.000 km, nuestro Peugeot 308 1.2 PureTech visitó el taller para cumplir con su quinta visita programada de mantenimiento. En ésta, además de sustituir aceite, filtros y bujías (elementos estos últimos que se reponen cada 40.000 km) procedimos a un cambio de discos, alabeados prematuramente en lo que achacamos un problema de materiales y que, para un cliente particular, no hubiese supuesto ningún gasto al haberse realizado en el período de garantía que Peugeot ofrece para sus piezas originales sustituidas en un concesionario oficial.
Desde allí salió, a los pocos días, hacia las instalaciones que Peugeot tiene en Belchamp (Francia), donde se convirtió en la estrella de un evento de la marca convocado en su pista de pruebas para aportar información sobre los procesos de desarrollo de los Peugeot 308 en general y, en particular, de la calidad final obtenida. Acudieron a la cita más de 100 periodistas de 20 países, quienes compararon en circuito unidades nuevas junto con otras ya usadas, algunas con 40.000 km: aunque el Peugeot 308 con más distancia a sus espaldas era sin duda el de nuestra prueba de largo recorrido, en aquel momento, con 122.000 km. Periodistas de distintos países se mostraron sorprendidos no ya por el funcionamiento de las suspensiones y dirección o del buen estado de forma del motor, sino también por los pocos efectos de desgaste sobre piezas, por ejemplo, del habitáculo.
Peugeot 308: protagonista, la electrónica
Hablando ya de electrónica, el paso por el banco de potencia hace que la de algunos coches enloquezca: mientras que uno de sus ejes rueda hasta velocidades muy altas, sus otras dos ruedas permanecen paradas. Ante esa situación, no prevista en la "vida real" de un coche, en muchos modelos se desactiva el control de estabilidad ESP y, con él, cada vez es más frecuente que también lo hagan un buen número de sistemas asociados.
En la mayoría de los casos la solución es sencilla: basta con movernos no más de 100 metros con el coche para que, al reconocer que las cuatro ruedas giran al unísono, la electrónica se “autoresetee” y todo vuelva a funcionar con normalidad. Así ha ocurrido en otras ocasiones con el Peugeot 308 de nuestra prueba, hasta su última entrada en el banco de potencia. En este caso, el ESP volvió a funcionar con normalidad, pero el freno de estacionamiento eléctrico entró en "modo fallo", lo que hizo que tuviéramos que acudir al taller para borrarlo de la memoria de averías. Después, todo volvió a funcionar a la perfección.
Por otro lado, el sistema multimedia sigue provocando algunas incidencias en nuestro Peugeot 308 1.2 PureTech 130 CV. Se desactiva el sonido, como si tocásemos una tecla "mute", pero también afecta al sonido del teléfono o al de los sensores de aparcamiento.
Lo mejor tras 150.000 km: la calidad de rodadura sigue siendo el factor que más ensalzan los que conducen este Peugeot 308. También lo bien que responde y el rendimiento del motor 1.2 gasolina de 130 CV.
Lo peor tras 150.000 km: a diferencia de otros coches, meter este Peugeot 308 1.2 PureTech en el banco de potencia lo vuelve literalmente loco, con sistemas que entran en modo avería. Más que problema, resulta en realidad una anécdota.
Prueba a los 125.000 km frente a los 50.000 km
Peugeot 308 1.2 PureTech |
Prueba a los 50.000 km |
Prueba a los 125.000 km |
Potencia máxima |
145,1 CV a 4.810 rpm |
141,0 CV a 4.150 rpm |
Par máximo |
26,7 mkg a 2.790 rpm |
27,0 mkg a 2.820 rpm |
Aceleración 0-1000 metros |
30,4 s |
30,7 s |
Frenada desde 120 km/h |
55,4 m |
52,3 m |
Sonoridad a 120 km/h |
69,6 dB |
68,8 dB |
Adelantamientos 80 a 120 km/h |
12,9 s |
13,5 s |
Consumo en ciudad |
7,9 l/100 km |
7,7 l/100 km |
Consumo en carretera |
6,4 l/100 km |
6,5 l/100 km |
Test del alce |
77,1 km/h |
77,7 km/h |
Eslalon |
8,6 s |
8,3 s |
También te puede interesar:
Las pruebas más exigentes a nuestro Peugeot 308
El Peugeot 308 frente al Renault Mégane y el Opel Astra