Prueba: BMW X6 M50D, ¡huracán!

Para todo aquello que no es políticamente correcto, en BMW se ha creado una segunda división de deportivos. M Performance es el nombre "en clave" que con el que se bautizará a versiones que casi se acercan a los M en prestación, o auténticos M con el combustible "maldito": el Diesel. Ahí se enmarca este especialísimo X6 ¡triturbo!

Raúl Roncero

Prueba: BMW X6 M50D, ¡huracán!
Prueba: BMW X6 M50D, ¡huracán!

Mercedes dio la campana­da, pero luego no se atrevió a llevarlo a la serie. Sobre un prototipo de SLK, tres turbos permi­tían elevar el rendimiento de un 320 CDi has­ta los 286 CV. Menos de 100 CV/litro, pero para entones hablábamos de potencias específicas inalcanzables para motores Diesel. BMW apli­ca, más o menos, un sistema similar partiendo de un bloque —el seis cilindros de 3.0 litros que emplea el 30D y 40D— reforzado para presiones de com­bustión claramente superiores a las de las ver­siones menos potentes. Combina una peculiar sobrealimentación secuencial mediante dos pequeños turbos de baja inercia para la primera etapa y otro de dimensiones más generosas para la segunda. El pri­mero de los pequeños sopla hasta 1.500 rpm acelerando el grande y ambos lo ha­cen simultáneamente hasta 2.700 rpm, momento en el que se une el segundo de los pequeños turbos para poder seguir ge­nerando sobrepresión. 2.200 bares en la rampa del common rail y nuevos inyec­tores con ocho secuencias por ciclo adaptadas a la capacidad de giro del motor concluyen el resto de modificaciones mecánicas.
 

El resultado, 75 CV suplementarios y 14,3 mkg de par sobre la base de partida para llegar a los 381 CV y 75,5 mkg. Evolución que M Performance, encargados de esta subdivisión de deportivos, extiende también al chasis, aplicando elementos y puesta a punto de los M "de verdad". Es por tanto significativa la dife­rencia entre este coche y el X6 xDrive40d  de 306 CV: de los 23.400 euros dife­rencia en su precio, 8.300 corresponden a equi­pamiento extra de serie en el M50d, sin con­tar ahí frenos o parámetros específicos. Porque si en esa cantidad está incluido el sistema de estabilización de balanceo y amortiguadores de control electrónico — Adaptative Drive —, la suspensión trasera autonivelante o las ruedas de 20 pulgadas, no lo están los frenos de 19/18 pulgadas para el eje delantero/trasero —de 17 en el xDrive 40D— ni otros elementos que no se ven pero sí se sienten que atañen, sencillamente, a puesta a punto.
 

Para la caja de 8 relaciones con convertidor de par se utilizan los mismos desarrollos que las de las dos versiones Diesel menos potentes del X6, así que agilidad de respuesta es claramente mayor, aunque cabe citar que fruto de la mayor exigen­cia de aire de este motor, el Cx de el M50d es más desfavorable: de 0,34 sube a 0,37; donde los otros dos llevan los antiniebla delanteros, éste deja una amplias aperturas para dos inmen­sos radiadores encargados de enfriar el aire de sobrealimentación.


Botón de arranque

Y nada te sorprende en positivo. Ya habíamos com­probado cómo otros tratan la acústica de escape de sus Diesel, pero aquí nada dela­ta lo exótico de este motor, sino más bien lo contrario. Hasta parece más áspero de lo habitual, menos filtrado en el habitácu­lo, pero puede que así sea como parte del juego. Hora de comprobar sus prestaciones, y lo hacemos desde dos escenarios. Desde fuera, ves alejarse al X6 XDrive M50d como un misíl; desde dentro, tan lineal es su escalada que nada impresiona, aun­que a esa altura la lucha entre potencia y peso te hace sentirte en una verdadera catapulta.
 

Sus datos son de dragster... En Diesel, de lo más rápido que de momen­to hay en el mercado con la excepción del Serie 5 con el mismo motor —tracción total indisoluble— y de la misma división M Performance, . Pero la mayor ha­bilidad de este motor no es cómo acelera, sino cómo recupera y estira. Octava re­lación, 1.500 rpm... Abres gas y notas un efecto sobrenatural que parece modifi­car la relación espacio/tiempo, del mismo modo que si te empeñas en utilizar las úl­timas 2.000 rpm, ninguna otra mecá­nica de gasóleo puede ofrecerte tanta pi­mienta. ¿Lógico...? ¿Acaso lo es el X6M? Cuando conducir es algo más que trasla­darte, estos coches, seguro, nunca esta­rán fuera de lugar.