Prueba: Audi A3 Cabrio 2.0 TDi, un A3 con vistas

Como Audi A3 lo tiene prácticamente todo: su buen tacto, una apreciable agilidad y una gran eficiencia. Es por tanto un perfecto nuevo A3… pero ahora con las mejores vistas gracias a su variante más lúdica. No esperemos más. Botón, capota abierta y, ahora que se acerca el otoño, toca disfrutar también del paisaje.

Jordi Moral. Twitter: @jordimoralp Fotos: Mikael Helsing

Prueba: Audi A3 Cabrio 2.0 TDi, un A3 con vistas
Prueba: Audi A3 Cabrio 2.0 TDi, un A3 con vistas

Ha llegado su momento, y no sólo porque tocara esta vez ya destapar la cuarta carrocería del nuevo Audi A3, generación que ya adopta la nueva plataforma modular MQB del grupo Volkswagen con su consiguiente aligeramiento de peso. De concepto lúdico, será una vez más una variante de nicho. Y eso que, como vuelve a demostrar ahora este nuevo Audi A3 Cabrio, hoy es ya un deportivo de cuatro estaciones… y nuevamente sin necesidad de recuperar aquella moda pasajera del techo duro retráctil: Coupé/Cabrio se llamaron.

 

Prueba: Audi A3 Cabrio 2.0 TDi, un A3 con vistasGracias hoy a la sofisticación de las nuevas capotas de lona, aquí ya de 3 capas y con estructura ligera de magnesio y acero, puedes viajar cerrado en este Audi A3 Cabrio con el aislamiento casi de una berlina. De hecho, aunque algo menos filtrado, sus valores de sonoridad no distan mucho de los que registramos en un A3 Sedán con mismo motor… y eso que hoy con su opcional capota acústica (anuncia una capa intermedia extra más densa y gruesa), no me ha parecido tampoco este Audi A3 Cabrio mucho mejor aislado que antes, ni por ejemplo que un actual VW Golf Cabrio. Su predecesor ya era muy bueno. Por no hablar además de las ventajas que aporta la lona en menor peso, mayor velocidad en la apertura/cierre (tarda hasta 10 segundos menos de media que los techos duros, y puede hacerse en marcha hasta 50 km/h), menor coste y complejidad e, incluso, en el menor espacio que necesita para guardarse. Es decir, permite más maletero.

 

Muy buen A3

Queda, por tanto, claro: la lona es la solución más funcional para un cabrio. Pero, aprovechemos el buen tiempo, y a circular descapotado. Botón… y “voilá”. Idéntico en mandos a cualquier otro Audi A3, lo primero que sorprende en este Cabrio es su mismo gran refinamiento. Suave de dirección y pedales, y muy dulce en la inserción de marchas, ya el motor te transmite también mucha finura. A la espera del más pequeño 1.6 TDI, la única alternativa Diesel de momento es el 2.0 TDi, en su última versión ya de 150 CV. Magnífico. Puede con todo, incluso con desarrollos muy largos del cambio.

 

Desde 1.000 rpm no sientes vibraciones en este Audi A3 Cabrio 2.0 TDi y tiene mucho empuje, contribuyendo en todo momento a un excelente confort general, a sus muy buenas prestaciones y a bajos consumos: te moverás en poco más de 5,5 l/100 km, sólo con 0,3 décimas más de gasto que en un Audi A3 Sedán… que pesa hasta 150 kg menos. Kilos, por cierto, que tampoco sentirás en carretera.

 

Audi A3 Cabrio 2.0 TDiCon buenos refuerzos estructurales para otorgar puntos extra a una rigidez siempre más crítica en un cabrio, y que aquí llevan incluso a prescindir siempre del eje torsional de muchas variantes de otros Audi A3 por una suspensión trasera siempre multibrazo más sólida, hay que llevar al límite su bastidor para encontrar grandes diferencias, centradas fundamentalmente en unas recuperaciones de chasis algo más lentas. Este Audi A3 Cabrio gira bien, es muy directo y noble en todas sus reacciones.

 

La suspensión deportiva (de serie en este acabado medio Ambition y con carrocería 15 milímetros más baja) le sienta francamente bien, con un punto de firmeza que no castiga su buena comodidad general y que hacen innecesario optar a la superior S Line que rebaja otros 10 mm más su chasis. Muy bien protegidos al circular descapotados hasta casi 100 km/h, a partir de ahí sí que resulta imprescindible montar el paravientos opcional (375 €), capaz de frenar en seco las molestas turbulencias que, de lo contrario, entran por el pasillo central desde atrás. Claro que, con él montado, y a la espera de que pronto llegue también un anunciado nuevo sistema de calefacción para cuello y cabeza que ampliará su uso descapotado a los meses también más fríos (y ya estrenado en el Audi S3 Cabrio), estamos sin duda ante el Audi A3 más lúdico de la gama. Barato no es, pero ¿no es acaso un coche de capricho? Y qué capricho…