Primera prueba: Audi Q7, rey del confort... y del consumo

Antes de que el Audi Q7 llegue a los concesionarios el equipo de desarrollo técnico de Audi ha realizado una última prueba de validación. Condujimos con ellos por el desierto de Namibia este nuevo modelo que, seguro, levantará gran expectación.

Jens Katemann. Fotos: Daniel Wollstein

Primera prueba: Audi Q7, rey del confort... y del consumo
Primera prueba: Audi Q7, rey del confort... y del consumo

El Audi Q7 corre delante de mí a más de 100 km/h sobre una pista de grava. Levanta una gigantesca polvareda a su paso, en la que nuestro coche se sumerge como en un muro de niebla. El viento de este recóndito paraje namibio –a seis horas en coche al oeste de Vinjuc, la capital del país– ha vuelto a levantarse. "Mejor que no vayamos tan pegados o nos llevamos una pedrada", me frena el máximo responsable técnico de Audi, Ulrich Hackenberg. En compañía de su equipo, atraviesa los desiertos de Namibia bajo las condiciones más difíciles para asegurarse de que el Q7 esté absolutamente libre de errores y a punto para el inicio de la producción.

Un chasis más cómodo

Audi Q7Uno de los principales objetivos de los ingenieros era que la nueva entrega del Q7 fuese bastante más cómoda. Mientras chapoteamos por el agua de un barranco, pienso: "no es raro que hagamos aquí las pruebas". Difícilmente podría encontrarse un lugar mejor que estas pistas de grava para evaluar el confort de un coche. "Queríamos hacer un Q7 más cómodo sin renunciar a la agilidad", dice Horst Glaser, director de diseño de chasis. En el modo confort del chasis adaptativo con suspensión neumática (Audi apuesta por un sistema monocámara), el Q7 lo amortigua casi todo, y apenas se transmiten golpes sin filtrar a los pasajeros. El resto terminan de filtrarlo los cómodos asientos, completamente ajustables mediante un botón en su parte inferior, sin mando giratorio. De este modo, la tarea se ha resuelto mejor que en modelos anteriores de Audi.

Los primeros 80 kilómetros, de un recorrido total de 340, son casi una línea recta. Dejamos que el regulador de distancia nos mantenga prudencialmente alejados del vehículo de delante, y que a pesar de todo nos sigue sumergiendo en una polvareda, y comprobamos los mandos. A rasgos generales, se mantiene el diseño habitual, con botones de ajuste giratorios y pantalla alta y bien visible integrada en la cabina. La pantalla táctil, que permite por ejemplo introducir las letras de los nombres de las calles en el navegador, se encuentra ahora instalada delante del botón giratorio. Es más grande y dispone de más funciones. A los pocos cambios del manejo se acostumbra uno rápido. El botón giratorio, por cierto, está dispuesto ahora de tal modo que permite al conductor apoyar la muñeca en la palanca acolchada de selección automática.

El Phone Box de Audi, en la consola central, permite al Q7 conectar sin cables los móviles con la antena exterior, mejorando sensiblemente la calidad de la señal. Los smartphones con posibilidad de carga inductiva llenan sus baterías al posarlos en la bandeja de debajo del reposabrazos central. Lo hemos comprobado: funciona.

Audi Q7Aún faltan las tabletas integradas en los asientos traseros que Audi ha diseñado. Sin embargo, Ricki Hudy, director de desarrollo eléctrico y electrónico, tiene una a mano. Llama la atención  que el cacharro es bastante más pesado que los que suelen comprarse en las tiendas. El motivo es que Audi tiene requisitos de resistencia al frío y al calor bastante más exigentes de lo habitual. Además, el aparato diseñado para los pasajeros posteriores se encaja en unos soportes instalados en los respaldos de los asientos delanteros. Para que se mantengan agarrados incluso en caso de accidentes, tienen que ser resistentes.

Audi también muestra constancia en su calidad. El nuevo Q7 impresiona por un interior extremadamente cuidado y bien rematado. La única excepción son las pequeñas palancas selectoras de plástico, como las empleadas para manejar el regulador de distancia o los limpiaparabrisas, que están diseñadas de un modo menos primoroso que los excelentes mandos del aire acondicionado. Pero seamos sinceros: nos hemos pasado de quisquillosos.

Aunque el coche calza neumáticos con dibujo profundo y de tamaño 255/55 R 19, la dirección convence por un compromiso muy logrado entre confort y agilidad. Sin embargo, el efecto de la tracción a las cuatro ruedas opcional no puede evaluarse adecuadamente en pistas de grava. Lo que sí llama la atención es que el nuevo Q7 resulta más manejable y ágil que su predecesor. La dieta parece haberle sentado bien al gran todo-terreno de Audi. Ha bajado casi 325 kilos, lo que, en combinación con un centro de gravedad cinco centímetros más bajo, viene que ni pintado tanto para disfrutar recorriendo las carreteras como a la hora de buscar huecos en la gran ciudad. Sin embargo, la agilidad del Audi Q7 sólo podrá evaluarse de modo definitivo con neumáticos de carretera normales y sobre asfalto.

Para empezar, sólo seis cilindros

El nuevo Audi Q7 saldrá al mercado con dos motores de seis cilindros. El que hemos conducido, el 3.0 TDI de 272 CV, tiene un par motor de 60 mkg. Un poco menos, 40 mkg alcanza el 3.0 TFSI de gasolina, que rinde 333 CV de potencia. En el tercer trimestre de este año saldrá a la venta un modelo de bajo consumo y menor potencia, con 218 CV. El modelo deportivo SQ7, con un motor Diesel V8 de más de 400 CV y 90 mkg de par motor debutará en septiembre en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt. Pero habrá que esperar hasta 2016 para poder comprarlo.

Para las pruebas también contamos con el TFSI de 333 CV, cuya fuerza se dosifica a la perfección gracias a su cambio automático de ocho marchas. Stefan Knirsch, director de desarrollo de motores, está orgulloso de la agilidad que exhibe la nueva máquina. Y razón no le falta: según datos del fabricante, el nuevo motor de gasolina con compresor del Q7 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. En las pistas de grava de Namibia no es tan rápido.

Estamos seguros de que el Audi Q7 del cliente no resultará tan llamativo como los ejemplares polvorientos que esperan en este momento una sesión de mantenimiento ante Le Mirage Desert Lodge, a 200 km de la capital, Vinjuc. Tras la revisión, el equipo de desarrollo técnico certifica que no ha habido ningún incidente oculto en la última ronda de pruebas. El coche está ahora aprobado y puede pasar a los concesionarios. Y si a alguien le apetece darse una vuelta con su Q7 por Namibia, que no se lo piense dos veces: el coche la soportará bien.

En pocas palabras

Precio: Cierto que es el tiene la tarifa base más cara frente a sus competidores alemanes, pero en su descargo hay que decir que es el más potente, de largo, de los tres.

Vida a bordo: El trabajo de aislamiento que se ha hecho es notable. Incluso en condiciones como las que hemos conducido nosotros, la comodidad es destacable.

Maletero: Con las dos plazas de la tercera fila plegadas Audi anuncia una capacidad de 770 litros. Un BMW X5 tiene 650 litros y el nuevo Mercedes GLE sube hasta 690.

Comportamiento: Puntuamos con "bueno" porque para poder evaluar de modo definitivo el comportamiento del Audi Q7 tendríamos que haber conducido un coche con neumáticos normales de carretera y habiendo circulado sobre asfalto. 

Info-entretenimiento: Será uno de los puntos fuertes del nuevo Q7. Tiene mucho donde elegir: desde tablet específicas para los pasajeros posteriores hasta conexión a internet. Otra cosa es cuál es el precio.