Peugeot 406 HDI SV

La suavidad de funcionamiento del motor 2.2 HDI y el silencio global que se respira en el habitáculo son cualidades que se agradecen en los viajes y que no se echan en falta hasta que no las has disfrutado. Esta es la principal virtud del 406 2.2 HDi, a lo que hay que sumar un comportamiento intachable en cualquier tipo de carretera.

Peugeot 406 HDI SV
Peugeot 406 HDI SV

Hasta que lleguen futuras versiones más potentes, el 2.2 de 136 CV es el tope de la familia HDI. Y resulta ser el mejor de todos los HDI que hemos probado, cualidad que logra, además de por su potencia, por la suavidad con la que la entrega y la ausencia de ruido y vibraciones. No es un motor nuevo para nosotros, pues ya lo conocíamos montado en la carrocería del Peugeot 607. En esa ocasión, el 2.2 HDI alcanzaba 142 CV en banco, lo que permite al 607 estar muy cerca del 406 en las aceleraciones, a pesar de lo 122 Kg de más que pesa el modelo más grande. Los motivos de esta igualdad hay que buscarlos en que la unidad que hemos probado del 406 HDI, la potencia obtenida ha sido de 131 CV (hemos realizado mediciones a varias unidades diferentes). No es nada habitual que un turbodiésel ofrezca menos caballos en banco que los anunciados oficialmente y creemos que la causa de estos registros se debe a que el motor del 406 estaba poco rodado, pues únicamente tenía dos mil kilómetros y en el 607 el kilometraje era de casi seis mil. Cuando tengamos mediciones con una unidad más probada, veremos si consigue o no más caballos en banco.