Una nueva raza de coches está naciendo: los coupés con motor Diesel. Una mezcla que, hasta hace bien poco, hacía torcer el gesto a más de uno. Sin embargo, la conducción de este 406 Coupé 2.2 HDI no hace sino reafirmarnos en la viabilidad de la fórmula. Y más que viabilidad, en el gran futuro que se le presenta. Para garantizar ese éxito hace falta un buen motor turbodiésel, y éste lo es. Hoy en día, la definición de bondad al hablar de este tipo de motores va mucho más allá de las simples cifras de potencia y par que, tampoco hay que olvidarlo, hace escasos años nos hubieran parecido increíbles. Pero hay más. El silencio y la quietud se hacen imprescindibles en coches que, como éste, superan los cinco millones de pesetas en precio y su carrocería se adorna con el apellido Pininfarina. Desde el nacimiento de la generación HDI de motores Peugeot, ya ha sido alabado su sedoso funcionamiento en las berlinas de la marca. Ahora, instalado en este coupé, todavía se ha procurado que su actuación pase más inadvertida. Las vibraciones del motor han sido confinadas en el vano y no llegan al conductor ni a través de los pedales ni del volante o la palanca de cambios. Mucho menos de otros elementos más voluminosos, como el suelo o los asientos. Todo un acierto en el trabajo. Su rendimiento resulta adecuado al destino al que va dirigido. En ningún momento este coupé aparenta estar submotorizado en cuanto a prestaciones. De hecho, deja claramente atrás a la versión de gasolina de 2 litros y se acerca mucho al V6 de 210 CV. ¡Ahí es nada! Su cualidad más importante es la elasticidad y la progresividad. El efecto turbo está diluido al máximo y estira bien hasta las 4.200 rpm. A partir de ahí, pese a que la línea roja del cuentavueltas se inicia más allá de las 5.000 rpm, el motor decae de forma notable para morir en la antesala de esta última cifra. Su gasto de combustible no desentona con el rendimiento y se puede ir muy rápido sin notar que la aguja del indicador de nivel del depósito baje con demasiada celeridad. Las marchas superiores, con desarrollos bastante holgados, ayudan en esto y, como el motor puede con ellos, no se puede más que halagar la elección. Se va deprisa, con el motor descansado y con poco consumo. ¿Quién da más?
Peugeot 406 Coupé 2.2 HDI Pack
La unión entre una bella carrocería y un motor económico no tiene por qué acabar en fracaso. Desde luego este precioso 406 Coupé, unido al motor turbodiésel 2.2 HDI de 136 CV, es una de las más interesantes combinaciones disponibles ahora mismo en el mercado.
