Peugeot 307 SW 2.0 16v

Ponga la modularidad de un monovolumen, añada la agilidad de una berlina, agítelo con un motor 2.0 de 136 CV, remueva con unos cuantos guiños estéticos, no escatime equipamiento y añada de guinda un gigantesco techo acristalado…El resultado, el Peugeot 307 SW, un coche que se adapta a sus pasajeros y no a la inversa.

Peugeot 307 SW 2.0 16v
Peugeot 307 SW 2.0 16v

Todos estos "encantos" mecánicos se ven aderezados con un buen puesto de conducción. En el modelo probado, con el acabado Pack, se incluyen elementos tan exclusivos como el climatizador, el cargador de CD's con mandos integrados en el volante y llantas de aleación. El tacto del volante y del cambio con pomo de cuero es extraordinario. Todo es muy ergonómico, menos el botón que destapa el techo de cristal (se encuentra debajo del freno de mano y hay que apartar la vista de la carreteran para encontrarlo). El asiento recoge muy bien el cuerpo y, gracias a las múltiples regulaciones de la butaca y del volante, es muy fácil encontrar la postura correcta.

A diferencia de otros coches, donde los demás puestos se adaptan al espacio disponible, Peugeot ha dado un trato especial a cada uno de los pasajeros. Para empezar, indicaremos que cada asiento es individual: todos se pueden plegar y eliminar -aunque esto último no resulte nada sencillo; pesan mucho (alrededor de 13 kilos)-.

En la segunda fila, los asientos de los lados son algo estrechos, una cualidad que se agrava en el puesto central (ya que mide cinco centímetros menos). En el respaldo de dicha butaca se encuentra una superficie rígida, diseñada para transportar vasos y otros objetos. Además, cada una de estos asientos puede desplazarse 11 centímetros y sus respaldos se inclinan. También se pueden extender dos mesitas tipo avión que se encuentran plegadas en los respaldos de los asientos delanteros. Por lo tanto, tenemos la posibilidad de jugar con el interior del coche y convertirlo en un salón casi a nuestro gusto. Como opción (a un precio de 250 euros; 41.596 pesetas cada butaca) se pueden añadir dos plazas más en una tercera fila.Las siglas SW no se corresponden a la denominación Station Wagon, como se puede llegar a pensar por las dimensiones del coche (dicho escalón lo ocupa el 307 Break). Peugeot ha bautizado a esta creación con la abreviatura de "Sky Window", el techo solar panorámico, toda una "ventana al cielo" de 1,33 metros cuadrados, que se extiende sobre las dos filas delanteras de asientos. Con tan sólo apretar un botón... "hágase la luz". La sensación de amplitud y la luminosidad que aporta son impresionantes; además, entretiene mucho a los ocupantes de las plazas traseras (una opción más barata y menos alienante que montar un DVD para los pasajeros de atrás).

A este elemento no le faltan detractores, pero lo cierto es que viene a suplir -salvando las distancias- las carencias de un descapotable: no se agrava tanto la aerodinámica del conjunto y los pasajeros no tienen que sufrir las inclemencias del tiempo (el techo está compuesto por cristales atérmicos que filtran muy bien el calor y los rayos del sol). Además, para los más discretos o aquellos que no aguanten tan bien el calor, se puede plegar eléctricamente una cortinilla que cubre todo el techo o parte del mismo.

Sin duda, con este techo (sobre todo si tenemos en cuenta el precio del Break que no lo incluye) se encarece el producto, pero aun así resulta más económico que elegirlo como opción (en el Opel Zafira se puede instalar un doble techo solar eléctrico a partir de 934 euros, 156.236 pesetas; aun así, no cubre tanta superficie como el del 307SW).

Muchos fabricantes -no sólo aquellos acostumbrados a vender en países nórdicos- comienzan a jugar esta "particular guerra del espacio" y huyen de los tradicionales techos de chapa. Así, el comprador que se decline por comprar este modelo sólo por su "Sky Windows" debe saber que también puede incluir techos panorámicos o dobles en modelos como el Renault Scénic (desde 900 euros; 149.747 pesetas), el Citroën Xsara Picasso (932 euros; 155.072 pesetas) y el ya citado Zafira. También existe la opción de los menos innovadores techos corredizos, un elemento que el "tradicional" 307 ofrece a partir de 391 euros (65.057 pesetas).