Este Peugeot 3008 difiere completamente del 3008 original, fabricado entre 2008 y 2016. Éste se fabrica a partir de la versátil plataforma modular EMP2, una estructura escalable con diversas variaciones diferenciadas por escalones de 5 cm de distancia entre ejes que sirve base desde un compacto como el 308 hasta a un monovolumen como el Traveller y sugiere una predisposición de este SUV de Peugeot hacia el asfalto. Reconocimientos no le faltan, como ser elegido Coche del Año en Europa en 2017 o uno de los modelos más populares en el ranking de ventas, por detrás de Nissan Qashqai y Seat Ateca.
Su diseño es característico, tanto en su agresivo exterior como en un interior inequívoco de Peugeot. Se caracteriza por la gran pantalla central, las teclas tipo piano de los submenús y, sobre todo, el puesto de conducción i-Cockpit de segunda generación, con el volante pequeño —achatado en este caso en sus extremos superior e inferior— y la instrumentación en un plano superior. Espacialmente se caracteriza por un espacio interior más que razonable y un maletero que alcanza los 500 litros de capacidad, que evidencia el buen aprovechamiento de sus 4,45 metros de carrocería.
Este año 2020 ha traído las esperadas variantes híbridas enchufables, desarrolladas ambas a partir del motor PureTech 1.6 turbo de gasolina, que da lugar a dos versiones unidas por su etiqueta cero y diferenciadas por potencia —224 y 300 CV—, por su tracción —delantera uno e integral el otro— y con un motor eléctrico uno y dos el otro, que puede así no sólo ser más potente, sino también movilizar el tren trasero. Su sobrecoste es notable, nada menos que 4.900 y 8.400 euros respectivamente…y eso que cuentan con una superior ayuda comercial por parte de Peugeot. Ambos comparten batería de impulso de litio y 13,2 kWh que le aporta una autonomía homologada de 59 km, 40 en el caso de los 225 CV que le permite acceder a la cada día más preciada etiqueta cero emisiones.
El mejor Peugeot 3008 de gasolina
El gran escalón de potencia entre motorizaciones que presenta el Peugeot 3008 hace que no sea fácil elegir cuál de los dos PureTech de gasolina es el más adecuado. Porque el tricilíndrico 1.2 de 130 CV queda muy lejos del rendimiento del 1.6 de cuatro cilindros y 180 CV, también gasta menos combustible, lógico. El más potente lleva siempre con cambio automático éste y en un único acabado —el exclusivo GT Line— . Resulta 2.200 euros más caros que su equivalente con motor 1.2 y cambio automático de ocho marchas —lo que implica otros 2.200 euros extras respecto del manual—. Esta opción resulta muy recomendable, sobre todo para los menos hábiles con el uso del cambio, dado que atenúa las consecuencias de un motor de una fuerza sólo razonable a bajo régimen. Eso sí, si el presupuesto es ajustado, el Peugeot 3008 de gasolina más adecuado sería el Puretech 1.2 de tres cilindros.
Esa cuestión, la de la economía, se plantea también en la selección de los acabados comerciales. Tres en el caso del Peugeot 3008 Puretech 130 CV diferenciados de salida por prácticamente 4.500 euros y unas posibilidades de complementar un equipamiento que ni siquiera en la versión Active resulta escaso. De ahí que disponga de climatizador, sensor trasero de parking, los retrovisores calefactados y alarma de cambio involuntario de carril, por citar algunos . E incluso puede complementarse con elementos como la cámara de marcha atrás (500) o el navegador (1.100).
Los costes nos llevan a identificarnos con la versión de acceso del Peugeot 3008, el Puretech 1.2 en acabado Active, 2.900 euros más barato que el Allure. Pese a ello, éste está mejor dotado en cuanto a equipamiento e incorpora la opción de añadir elementos como el pack motricidad con neumáticos con un plus de agarre y un control de tracción, que complementa ese carácter SUV que se adivina tanto en la carrocería del Peugeot 3008 como en los excelentes y tranquilizadores 219 mm de altura libre al suelo.
El mejor Peugeot 3008 Diesel
Los amantes de los ritmos tranquilos y las aceleraciones sosegadas pueden verse identificados con el Peugeot 3008 BlueHDI 1.5 de 130 CV, una propuesta que tiene un carácter más rutero que dinámico, suave en su funcionamiento y un consumo claramente inferior al BlueHDI de 180 CV, con cambio automático, disponible en un único equipamiento, el sofisticado y deportivo GT y con capacidad para acelerar al límite semejante al modelo de gasolina de 130 CV. Pero este Peugeot 3008 es tan exclusivo que cuesta casi 4.000 euros más que el más equipado Diesel de 130 CV con cambio automático…y 6.500 más que ese mismo con cambio manual.
Por otra parte, ese Peugeot 3008 BlueHDI de 180 CV queda tan cerca el primero de los híbridos enchufables, «sólo» 1.000 euros más caro, que hace planteable dar ese salto y acceder a los beneficios de la etiqueta azul, a cambio de perder equipamiento. Así pues, esta versión BlueHDI de 180 nos parece que quedará reservada a personas de economía muy saneada y amante de grandes viajes en los que el menor consumo reduce la necesidad de parar a repostar.
A la hora de elegir un Peugeot 3008 Diesel, nos parece que la diferencia de precio puede hacer pensar en los BlueHDI 1.5 y dentro de ellos, como en la variante de gasolina, los más económicos Active, a pesar de tener que renunciar a poder montar equipamiento opcional como el plus de ayudas a la conducción que supone el pack Safety Plus (450 euros) o el ya mencionado pack Motricidad (300 euros) y tener que recurrir a una simple y humilde llave convencional en vez de una sofisticada de tipo Keyless.
