Ver vídeo |
Es la tendencia. Como ya están en la calle los pequeños de las gamas, en este caso el Peugeot 107, o el 1.007, el pliego de condiciones de los “utilitarios" deja más libertad a los que se encargan de dar forma a los coches. Así, generación tras generación, los segmentos aumentan su formato y “se meten" en las categorías superiores. Con 4,03 metros de longitud, el 207 se inscribe en esta nueva ola y, además, apuesta por una mayor carga de diseño, profundizando en las líneas estéticas que ya lucía el 206 y que se han extendido por toda la gama de Peugeot.
Así, con mayor tamaño y una imagen más atrevida, el 207 se propone plantar cara a los grandes dominadores del mercado. Desde luego, no le faltan armas para este combate. Para empezar, hemos querido probarlo con el motor 1.6 HDI de 90 CV, un corazón voluntarioso y frugal que mueve con alegría a nuestro protagonista. La carrocería tres puertas, la más juvenil, acompaña al propulsor. El sustituido 206, que todavía se fabrica, ha vendido más de 5,5 millones de unidades en los 8 años que lleva en el mercado. ¿Alcanzará el 207 estos niveles? En Peugeot esperan que sea capaz de superarlos.A la hora de renovar un coche, los fabricantes siempre se debaten entre la continuidad y la ruptura. En este caso, el éxito comercial del 206 ha pesado mucho y da la impresión de que Peugeot ha optado por una cierta continuidad.La estética resulta, por tanto, continuista, si bien esta palabra no debe interpretarse como “conservadora". Al contrario de lo que han hecho otros constructores, como Volkswagen, que cambió el Golf sin que apenas se notaran las novedades, Peugeot ha mantenido la esencia y ha introducido importantes modificaciones. Suficiente para que, a pesar del parecido con el 206, el nuevo 207 tenga su propia personalidad.
Ya dijimos en su día que la parte más interesante del 207 es la delantera. Incorpora ya la parrilla frontal con las ópticas y la forma de boca de tiburón que llevan los “hermanos mayores", los 307 y 407. En este caso, a diferencia de aquéllos, los faros antiniebla van a los lados de la parrilla, lo que contribuye a ensanchar el morro y a hacer que parezca más grande (por cierto, en algunos acabados deportivos, los antiniebla regresan a la parrilla).
Además, visto de perfil, el morro destaca por un ligero saliente que, a modo de nariz, subraya el aspecto tenso y aguzado que define al 207.
En la zaga y en los laterales hay menos novedades. Llaman la atención las aletas traseras, que reinterpretan las formas del 206, con zonas planas muy marcadas. También nos gusta la amplia línea de los hombros, uno de los rasgos que aportan más fuerza a la estética general. En cambio, los espejos retrovisores, de originales formas, no facilitan mucho la visibilidad.
Con todo, la verdad es que, a juzgar por lo mucho que lo mira la gente por la calle, el 207 da en el clavo de los gustos actuales. Propone una imagen deportiva, desenfadada, con un punto de agresividad que habla de mucho carácter. A nosotros nos gusta.