El puesto de conducción en este 206 es muy agradable. La regulación en altura de la banqueta del conductor (el acompañante sólo dispone de regulación en longitud) permite un ajuste ante los mandos del coche óptimo. El volante sólo tiene regulación en altura y resulta un tanto grande, si tenemos en cuenta que estamos ante un pequeño compacto. El interior nos parece algo estrecho, pero esta sensación está justificada y realmente no es así, porque los asientos resultan muy acogedores, casi deportivos, con bastante sujeción lateral agradable, efectiva y útil. Las dos guanteras de las puertas restan espacio al habitáculo y contribuyen a esta sensación de estrechez que efectivamente, repetimos, no es tal.
Todos los mandos están a mano. El manejo del aire acondicionado es intuitivo y sencillo, al igual que el de la radio, que se puede manipular desde una palanca situada en el volante. Sobre ambos elementos está situado un pequeño display que nos informa de la hora, de la temperatura y del dial de la radio que llevamos. Tras la palanca de cambios, este 206 dispone de los mandos para los elevalunas eléctricos delanteros (en las ventanas traseras hay un sistema de apertura de compás) y para la regulación de los espejos retrovisores exteriores. A mano izquierda del conductor, junto a la regulación de los faros y al reostato de cuadro de instrumentos, se encuentra la conexión/desconexión del airbag de pasajero. Su activación o desactivación se consigue con un simple giro de la llave.
Una cosa que resulta curiosa es la gradación del velocímetro, con valores a la manera francesa. En el país vecino, la velocidad máxima permitida se sitúa en 130 kilómetros por hora y precisamente así encontramos dividido el mencionado velocímetro, que va desde 10 km/h hasta 210 km/h, en intervalos en los que podemos ver curiosos 70 km/h ó 130 km/h.
El acceso a las plazas traseras resulta incómodo, aunque nada comparado con la salida de las mismas. No dispone de un agarrador que nos facilite la tarea en los dos lados, tan sólo en el que pertenece al acompañante. Una vez dentro, los asientos de atrás son cómodos debido al agradable mullido. Además, disponen de una guantera al descubierto para colocar gafas, revistas, teléfono móvil o cualquier objeto no muy grande. También hay posibilidad de colocar alguna cosa en la parte trasera de los asientos delanteros, que disponen de un amplio bolsillo.
De serie, este 206 no equipa los tres reposacabezas traseros, aunque sí los cinturones con tres puntos de anclaje para estas plazas. Como no lleva los reposacabezas traseros, la visibilidad es muy buena. Esta buena visibilidad se potencia con los retrovisores exteriores que son amplios y que permiten un control de toda la situación en cualquier momento.
El maletero tiene una capacidad de 260 litros y una boca de carga resulta muy amplia y cómoda. Además, el piso del maletero está elevado y esto no supone una gran ventaja.