Opel fue con su Zafira el pionero de las siete plazas en un monovolumen. Llega ahora la segunda generación de este familiar en el que todos los cambios son a mejor: ocupémonos del comportamiento dinámico y de la mecánica.Empecemos por el final. El motor que monta este Zafira es un cuatro cilindros en línea Diesel turboalimentado con common rail de 1,9 litros de cilindrada y que oficialmente anuncia 120 CV. Tras pasar por nuestro banco de rodillos, hemos comprobado que son algunos más: 126 CV a 3.850 rpm. Pero, si importante en una mecánica es la potencia, no lo es menos el par motor y la elasticidad de entrega del mismo. Este es el caso del 1.9 CDTi, que ofrece un par máximo de 30,98 mkg a 2.650 vueltas, pero que dispone de entre 20 y 30 mkg a partir de 1.750 giros y hasta pasadas las 4.250 vueltas. La plataforma Astra sobre la que se monta el monovolumen le confiere un comportamiento dinámico plausible. Incluso, si lo forzamos, sus respuestas son nobles, muy nobles. Para conseguir este buen comportamiento dinámico ayudan, qué duda cabe, unos neumáticos más anchos de los que anuncia de serie y que montaba nuestra unidad: 225/45 sobre llantas de 17 pulgadas. Y, claro, influye un chasis y unas suspensiones más bien deportivas. No obstante, nuestra unidad no montaba el IDS Plus, una opción que cuesta 515 euros y que incluye control electrónico de la suspensión y autonivelación del eje trasero. La principal diferencia de nuestro Zafira y uno de sus rivales más aguerridos, el Renault Grand Scénic, es precisamente el comportamiento dinámico. En el Renault se destina más al confort, en el Zafira su dinámica la podemos calificar de, cuanto menos, divertida y segura. Tiene una dirección lenta. Lo achacamos al reparto de pesos entre ejes, ya que en el delantero se carga con un 60 por ciento del total. Los neumáticos anchos también influyen en esta percepción de una dirección algo lenta. Según los datos registrados por nuestro Centro Técnico, al ralentí el coche apenas si es ruidoso (51,6 dB). Sin embargo, a velocidades más elevadas, los datos dicen que el ruido sí es alto(71,8 dB), pero resulta que, en la práctica, el grado de confort de marcha es bueno y apenas nos percatamos de esos decibelios que nuestro equipo técnico ha registrado de más. El consumo de este Zafira, sobre todo en recorridos largos por autovía y aun manteniendo una elevada velocidad de crucero, no se dispara. Según nuestros cálculos, consume 7 litros a los 100 km en ciclo combinado, 8,5 litros en ciudad y apenas 6,6 litros en trazados extraurbanos. Aunque enfrentándole a sus rivales más directos del mercado (Renault Gran Scénic, Toyota Corolla Verso y Volkswagen Touran) el Zafira no nos parecía muy rápido en la aceleración de 0 a 100 km/h, nos sorprendemos al cotejar los datos recogidos por el Centro Técnico. ¡Bate su marca oficial en un segundo! Opel anuncia que tarda 12,2 segundos en parar el crono y alcanzar los 100 km/h, nosotros hemos cronometrado tan sólo 11,3 segundos. Y más sorpresas. Las frenadas. Habíamos comprobado “sobre el campo" que su frenada es limpia, precisa y transmite seguridad. Los frenos muestran gran poder de detención sin acusar la fatiga. Es decir, sus frenos no están sometidos en un alto grado a los rigores de la temperatura. En el mercado español encontramos hasta 12 versiones diferentes del monovolumen Zafira. El rango de precios está entre 18.800 y 28.350 euros y hay disponibles cuatro motores de gasolina (1.6, 1.8, 2.0 Turbo y 2.2) y el 1.9 CDTi en tres variantes (100, 120 y 150 CV). Los acabados son tres: Cosmo, Enjoy y Essentia, aunque no a todas las mecánicas se les pueden asociar todas las terminaciones.
LO MEJOR |
LO PEOR |
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* Mecánica |
* Tercera fila de asientos |
