La mayoría de las marcas llamadas generalistas han puesto todo su empeño en dotar a sus berlinas medias de mecánicas Diesel de altas prestaciones y de bajo consumo. Hace apenas un par de años, los propulsores de gasóleo que animaban a automóviles de este tipo rondaban los 100 CV y parecía que sobraban. Ahora la lucha se sitúa entre los 115 y los 155 CV, una horquilla de potencia en la que se inscribe este Vectra 1.9 CDTI en sus dos versiones, la de 120 y la de 150 CV.La variante que nos ocupa, la más potente de las dos, es estructuralmente similar a la de 120 CV. Ambas poseen turbocompresor de geometría variable e intercooler, lo que les diferencia es que la versión de 150 CV cuenta con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro, mientras que el de 120 CV sólo incorpora dos válvulas por cilindro. Al mismo tiempo, la gestión electrónica se ha variado ligeramente. Por lo demás, el bloque es el mismo en los dos casos, un dos litros de origen Fiat. Dentro del segmento, es uno de las variantes Diesel más potente y con un consumo más reducido, que según defiende la marca se queda en los 5,8 litros a los 100 km. Nuestras mediciones no son tan positivas, superan los registros oficiales en un litro, pero son igualmente buenas. Potencia y frugalidad son dos aspectos que un cliente convencional desea conjugar en su futuro automóvil y el Vectra 1.9 CDTI de 150 CV los combina perfectamente tanto en la teoría como en la práctica. En un uso diario el propulsor da muestras de su poder desde abajo y sube de vueltas con rapidez y firmeza, con la posibilidad de mantener cruceros elevados sin forzar su funcionamiento en ningún momento. La sexta marcha hace, incluso, que podamos viajar muy rápido sin apenas superar las 2.500 rpm. Su elevado par, por encima de los 35 mkg a partir de las 2.200 rpm, le permite hacer frente a cualquier situación con una reserva de potencia suficiente. El único pero se encuentran en las arrancadas, en las que deberemos pisar con decisión el pedal del acelerador, pues hasta cerca de las 2.000 rpm resulta algo perezoso. El motor no es ruidoso cuando circulamos, aunque en frío sí se escucha un traqueteo sensible.El comportamiento dinámico del coche es bastante franco y noble, con unas suspensiones enfocadas al confort de los ocupantes y que no descuidan la eficacia en la trazada en los trayectos más sinuosos. En éstos, el coche se defiende perfectamente, aunque en la salida de los virajes debemos saber jugar con la palanca de cambios para no perder el ritmo tras haber frenado para introducirnos en la curva. En los virajes más abiertos nos encontramos más cómodos con este Vectra pues circula por ellos a velocidades vertiginosas sin que la trayectoria ni la seguridad se vean afectadas.En trazados con firme imperfecto, las suspensiones se comportan igual de bien, aunque nos hubiera gustado que fueran algo más firmes, pues son algo “rebotonas". En carreteras en buen estado y vías de gran capacidad es donde mejor se desenvuelve, a pesar de dar la sensación que no corre tanto como las cifras obtenidas por nuestro Centro Técnico demuestran.Si aquí paras de leer te llevaras una impresión equivocada o, al menos, incompleta de este coche, pues el Vectra 1.9 CDTI tiene un carácter semioculto y mucho más deportivo. Este nuevo talante aparece con una simple pulsación sobre el botón Sport que se encuentra en el salpicadero. Esta tecla pone en marcha el sistema IDS , un elemento opcional totalmente recomendable por el que hay que desembolsar 313 euros. Cuando este elemento entre en funcionamiento, la dirección se endurece ligeramente y se hace más directa, la amortiguación es más firme y la respuesta del acelerador ante nuestra pisada se convierte en más inmediata. Con ello, el comportamiento del Vectra se transforma y se convierte en bastante más deportivo. El sistema IDS (con suspensión adaptativa con control continuo de la amortiguación) provoca una ligera pérdida de confort para los ocupantes a causa de unos tarados de amortiguación más enérgicos, pero la ganancia en eficacia y agilidad es tal que merece la pena este pequeño sacrificio. El contar con un acelerador que responde de manera más rápida a nuestras exigencias también permite al Vectra disimular la pereza de su propulsor por debajo de las 2.000 rpm. Gracias a este sistema, tenemos a nuestra disposición un coche con dos caracteres diferentes, aunque en los dos casos la calidad de rodadura es muy buena.Antes de acabar de hablar del comportamiento dinámico del Vectra 1.9 CDTI no podemos olvidarnos de valorar el papel del equipo de frenos. Las distancias de detención desde 140 km/h no son las mejores del segmento, pero se sitúan por encima de la media entre este tipo de modelos. Su mejor frenada se realiza en 71,8 metros, lo que es una cifra bastante buena. El tacto y la mordiente no nos han enamorado, pero tampoco cuentan con pegas sensibles. En cuanto a la resistencia al uso, se sitúa en la media del segmento.La mayoría de las marcas llamadas generalistas han puesto todo su empeño en dotar a sus berlinas medias de mecánicas Diesel de altas prestaciones y de bajo consumo. Hace apenas un par de años, los propulsores de gasóleo que animaban a automóviles de este tipo rondaban los 100 CV y parecía que sobraban. Ahora la lucha se sitúa entre los 115 y los 155 CV, una horquilla de potencia en la que se inscribe este Vectra 1.9 CDTI en sus dos versiones, la de 120 y la de 150 CV.La variante que nos ocupa, la más potente de las dos, es estructuralmente similar a la de 120 CV. Ambas poseen turbocompresor de geometría variable e intercooler, lo que les diferencia es que la versión de 150 CV cuenta con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro, mientras que el de 120 CV sólo incorpora dos válvulas por cilindro. Al mismo tiempo, la gestión electrónica se ha variado ligeramente. Por lo demás, el bloque es el mismo en los dos casos, un dos litros de origen Fiat. Dentro del segmento, es uno de las variantes Diesel más potente y con un consumo más reducido, que según defiende la marca se queda en los 5,8 litros a los 100 km. Nuestras mediciones no son tan positivas, superan los registros oficiales en un litro, pero son igualmente buenas. Potencia y frugalidad son dos aspectos que un cliente convencional desea conjugar en su futuro automóvil y el Vectra 1.9 CDTI de 150 CV los combina perfectamente tanto en la teoría como en la práctica. En un uso diario el propulsor da muestras de su poder desde abajo y sube de vueltas con rapidez y firmeza, con la posibilidad de mantener cruceros elevados sin forzar su funcionamiento en ningún momento. La sexta marcha hace, incluso, que podamos viajar muy rápido sin apenas superar las 2.500 rpm. Su elevado par, por encima de los 35 mkg a partir de las 2.200 rpm, le permite hacer frente a cualquier situación con una reserva de potencia suficiente. El único pero se encuentran en las arrancadas, en las que deberemos pisar con decisión el pedal del acelerador, pues hasta cerca de las 2.000 rpm resulta algo perezoso. El motor no es ruidoso cuando circulamos, aunque en frío sí se escucha un traqueteo sensible.El comportamiento dinámico del coche es bastante franco y noble, con unas suspensiones enfocadas al confort de los ocupantes y que no descuidan la eficacia en la trazada en los trayectos más sinuosos. En éstos, el coche se defiende perfectamente, aunque en la salida de los virajes debemos saber jugar con la palanca de cambios para no perder el ritmo tras haber frenado para introducirnos en la curva. En los virajes más abiertos nos encontramos más cómodos con este Vectra pues circula por ellos a velocidades vertiginosas sin que la trayectoria ni la seguridad se vean afectadas.En trazados con firme imperfecto, las suspensiones se comportan igual de bien, aunque nos hubiera gustado que fueran algo más firmes, pues son algo “rebotonas". En carreteras en buen estado y vías de gran capacidad es donde mejor se desenvuelve, a pesar de dar la sensación que no corre tanto como las cifras obtenidas por nuestro Centro Técnico demuestran.Si aquí paras de leer te llevaras una impresión equivocada o, al menos, incompleta de este coche, pues el Vectra 1.9 CDTI tiene un carácter semioculto y mucho más deportivo. Este nuevo talante aparece con una simple pulsación sobre el botón Sport que se encuentra en el salpicadero. Esta tecla pone en marcha el sistema IDS , un elemento opcional totalmente recomendable por el que hay que desembolsar 313 euros. Cuando este elemento entre en funcionamiento, la dirección se endurece ligeramente y se hace más directa, la amortiguación es más firme y la respuesta del acelerador ante nuestra pisada se convierte en más inmediata. Con ello, el comportamiento del Vectra se transforma y se convierte en bastante más deportivo. El sistema IDS (con suspensión adaptativa con control continuo de la amortiguación) provoca una ligera pérdida de confort para los ocupantes a causa de unos tarados de amortiguación más enérgicos, pero la ganancia en eficacia y agilidad es tal que merece la pena este pequeño sacrificio. El contar con un acelerador que responde de manera más rápida a nuestras exigencias también permite al Vectra disimular la pereza de su propulsor por debajo de las 2.000 rpm. Gracias a este sistema, tenemos a nuestra disposición un coche con dos caracteres diferentes, aunque en los dos casos la calidad de rodadura es muy buena.Antes de acabar de hablar del comportamiento dinámico del Vectra 1.9 CDTI no podemos olvidarnos de valorar el papel del equipo de frenos. Las distancias de detención desde 140 km/h no son las mejores del segmento, pero se sitúan por encima de la media entre este tipo de modelos. Su mejor frenada se realiza en 71,8 metros, lo que es una cifra bastante buena. El tacto y la mordiente no nos han enamorado, pero tampoco cuentan con pegas sensibles. En cuanto a la resistencia al uso, se sitúa en la media del segmento.
Opel Vectra 1.9 CDTI 150 CV
El Vectra tiene dos caras, la dócil que le viene de nacimiento, y la combativa que le confiere el recomendable y opcional sistema IDS .
