Opel Corsa GSi 16V 3p

El Opel Corsa GSi forma parte de los deportivos que Opel ha estrenado últimamente: Astra Coupé y Speedster, para más señas. El pequeño Corsa comparte motor de 1,8 litros y 125 CV con el Astra, el Zafira y el Vectra, lo que, por el peso de este vehículo, es algo a tener en cuenta.

Opel Corsa GSi 16V 3p
Opel Corsa GSi 16V 3p

El Corsa GSi es un capricho. Según la marca, estas siglas deportivas son sinónimo de excepcional placer de conducción. Y, en cierta manera, no le falta razón. El potente motor de 1,8 litros de cilindrada y que desarrolla 125 CV (121,3 CV a 6.200 rpm, según nuestro banco de potencia), permite una excepcional aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 10,14 segundos, aunque los datos oficiales afirman que acelera en 9 segundos. La respuesta del motor es muy buena, tanto a bajos como a altos regímenes y dispone de una capacidad de reacción sorprendente. Salir de parado en tercera es posible con el potente motor y con el peso del vehículo, 1.040 kilogramos, que permite esta acertada respuesta.

Las suspensiones deportivas de este modelo y la estabilidad del mismo no logran estar a la altura del motor y del carácter que tiene. El corazón deportivo de este coche implica un ímpetu que ni la dirección, por ser muy blanda, ni la estabilidad, pueden soportar. El GSi dispone, no obstante, de ESP, que no se puede desconectar. Las frenadas un poco fuertes desestabilizan el vehículo haciéndolo sobrevirar. El dispositivo de antibloqueo de ruedas salta un poquito antes de lo que sería deseable, alargando, a nuestro juicio, y sin necesidad, la frenada. Según los datos registrados por nuestro Centro Técnico, el vehículo consigue frenar en 82 metros cuando el vehículo circula a una velocidad de 140 kilómetros por hora; en 40 metros, cuando va a 100 kilómetros por hora; y en 14 metros, cuando va a 60 kilómetros por hora.

El comportamiento en carretera, a pesar de llevar el control de estabilidad electrónico, es uno de los males más extendidos entre estos pequeños utilitarios deportivosen su versión básica, que se refleja en las versiones deportivas. A pesar de llevar unos neumáticos 185/55 HR con llantas de 15 pulgadas, la estabilidad se ve comprometida en determinadas situaciones.

La relación de marchas está sabiamente apuntalada y permite unos desarrollos largos con lo que apurar el cambio hasta rozar las 4.500 rpm en cuarta y quinta no es problema en este caso. Y todo ello, sin que el motor proteste. Dispone de una rumorosidad más que respetable (unos 66,1 dB a 100 kilómetros por hora y casi 70 dB a 120 kilómetros por hora).