Opel Astra GTC 1.9 CDTI 150 CV

El Astra GTC es una opción de compra muy apetecible. Ofrece en una carrocería estilo coupé unas prestaciones destacadas, un comportamiento dinámico de lo mejor del segmento y un consumo muy reducido. Su estética agresivamente deportiva puede terminar de convencernos.

Opel Astra GTC 1.9 CDTI 150 CV
Opel Astra GTC 1.9 CDTI 150 CV

El motor que anima esta versión es un 1.9 CDTI de 150 CV, el más potente dentro de los propulsores Diesel que equipa el Astra. En este sentido, la gama de mecánicas de gasóleo del compacto alemán es muy completa, con varios niveles de potencia: 90, 100, 120 y los citados 150 CV.Este 1.9 CDTI, fruto de la colaboración entre Fiat y General Motors, es un portento de suavidad, empuje y aprovechamiento. A partir de las 1.700 rpm deja patente su poderío, con una cifra de par que ya alcanza los 22 mkg, y se estira hasta las 4.500 rpm, donde sigue manteniendo esos citados 22 mkg. En este rango de utilización tenemos máximos en torno a 33-34 mkg entre 2.200 y 3.200 rpm, lo que le hace contar con una zona media muy solvente. El propulsor sube de vueltas como si le llevara el diablo y lo hace rodeado del atrayente sonido del soplado del turbo, que multiplica las sensaciones de velocidad y dinamismo. Pero no os engañéis, no son sólo impresiones, los datos certifican que estamos ante un motor casi de deportivo: alcanza una velocidad máxima de 210 km/h y recorre el kilómetro desde parado en 30 segundos superando a la mayoría de sus rivales y únicamente batido por el 147 1.9 JTD de 150 CV, que equipa precisamente, el mismo motor.A sus buenos valores prestacionales, hemos de unir una casi total ausencia de vibraciones y un consumo que, a pesar de no ser el más bajo del segmento (el 2.0 HDI y el 2.0 TDI son más frugales), es bastante contenido. Así, de media, gasta 6,8 litros y sus mayores cifras de consumo, en el ámbito urbano, no llegan a los 9 litros –exactamente 8,5- lo que le convierte en una opción muy recomendable para aquellos conductores que quieran combinar grandes prestaciones y poco gasto en combustible.El comportamiento del Astra está dominado por el dinamismo y la diversión. Es un coche rápido en todas las situaciones, incluso en las curvas más cerradas, pues su chasis lo permite. Las suspensiones tienen un doble enfoque, pues en extensión son blandas y en compresión son algo duras, un hecho que se deja notar en suelos quebrados o en mal estado. Por lo demás, su actitud en curva es bastante previsible, lo que no es un óbice para que nos encante conducirlo en estas situaciones, y firme. Sostiene la carrocería de tal manera que está no oscila de manera notable y la sensación de control es enorme. Todos los Astra GTC cuentan de serie con suspensión deportiva variable y rebajada y como opción, que montaba nuestra unidad por 680 euros más –pack ISD Plus-, control electrónico de la suspensión y autonivelación del eje trasero.Este elemento se reúne en la tecla Sport, que tenemos en el salpicadero del coche, y una vez pulsada, el comportamiento del Astra se transforma a mejor. La respuesta del motor al acelerador es más rápida, la suspensión es algo más firme y la dirección es más rápida. En resumen, un pack deportivo de quita y pon, que podemos usar según las circunstancias o nuestras apetencias de diversión al volante. Con ninguno de los dos modos de conducción no se producen notables pérdidas de motricidad y el ESP, únicamente desconectable si pulsamos durante unos segundos el citado botón Sport, no es nada intrusivo. En recorridos por vías de alta capacidad es un coche estable, con un confort de marcha suficiente y veloz, pero nos ha parecido bastante ruidoso a velocidades elevadas. No pensamos que sea culpa del motor ni de la aerodinámica, que es bastante favorable, sino más bien es un ruido de rodadura. Los frenos responden con total fiabilidad a nuestras exigencias, obteniéndose buenas distancias de detención, por debajo de los 70 metros, No nos gusta tanto el tacto ni la resistencia de los mismos, sobre todo cuando los sometemos a un uso intensivo, pues pierden capacidad de frenado.A esta versión de tres puertas, como venimos diciendo desde el principio, se la ha querido dotar de personalidad propia y esto también se nota en el precio que, al contrario que ocurre habitualmente, es el mismo que para la variante de cinco puertas: 23.735 euros. Este coste está en consonancia con lo que se pide en el segmento por un Diesel de 150 CV. Es más barato que el Alfa 147 y Golf, con 10 CV menos, pero supera al resto de rivales, pues éstos ofrecen mecánicas de menor potencia. En cuanto a equipamiento, nuestra unidad de pruebas llevaba el acabado más alto de la gama, el Cosmo, que incluye de serie un buen número de elementos como el control de estabilidad y tracción, la suspensión deportiva variable, los faros bi-xenón, las llantas de aleación, el ordenador de viaje o el radio CD con mandos en el volante. El motor que anima esta versión es un 1.9 CDTI de 150 CV, el más potente dentro de los propulsores Diesel que equipa el Astra. En este sentido, la gama de mecánicas de gasóleo del compacto alemán es muy completa, con varios niveles de potencia: 90, 100, 120 y los citados 150 CV.Este 1.9 CDTI, fruto de la colaboración entre Fiat y General Motors, es un portento de suavidad, empuje y aprovechamiento. A partir de las 1.700 rpm deja patente su poderío, con una cifra de par que ya alcanza los 22 mkg, y se estira hasta las 4.500 rpm, donde sigue manteniendo esos citados 22 mkg. En este rango de utilización tenemos máximos en torno a 33-34 mkg entre 2.200 y 3.200 rpm, lo que le hace contar con una zona media muy solvente. El propulsor sube de vueltas como si le llevara el diablo y lo hace rodeado del atrayente sonido del soplado del turbo, que multiplica las sensaciones de velocidad y dinamismo. Pero no os engañéis, no son sólo impresiones, los datos certifican que estamos ante un motor casi de deportivo: alcanza una velocidad máxima de 210 km/h y recorre el kilómetro desde parado en 30 segundos superando a la mayoría de sus rivales y únicamente batido por el 147 1.9 JTD de 150 CV, que equipa precisamente, el mismo motor.A sus buenos valores prestacionales, hemos de unir una casi total ausencia de vibraciones y un consumo que, a pesar de no ser el más bajo del segmento (el 2.0 HDI y el 2.0 TDI son más frugales), es bastante contenido. Así, de media, gasta 6,8 litros y sus mayores cifras de consumo, en el ámbito urbano, no llegan a los 9 litros –exactamente 8,5- lo que le convierte en una opción muy recomendable para aquellos conductores que quieran combinar grandes prestaciones y poco gasto en combustible.El comportamiento del Astra está dominado por el dinamismo y la diversión. Es un coche rápido en todas las situaciones, incluso en las curvas más cerradas, pues su chasis lo permite. Las suspensiones tienen un doble enfoque, pues en extensión son blandas y en compresión son algo duras, un hecho que se deja notar en suelos quebrados o en mal estado. Por lo demás, su actitud en curva es bastante previsible, lo que no es un óbice para que nos encante conducirlo en estas situaciones, y firme. Sostiene la carrocería de tal manera que está no oscila de manera notable y la sensación de control es enorme. Todos los Astra GTC cuentan de serie con suspensión deportiva variable y rebajada y como opción, que montaba nuestra unidad por 680 euros más –pack ISD Plus-, control electrónico de la suspensión y autonivelación del eje trasero.Este elemento se reúne en la tecla Sport, que tenemos en el salpicadero del coche, y una vez pulsada, el comportamiento del Astra se transforma a mejor. La respuesta del motor al acelerador es más rápida, la suspensión es algo más firme y la dirección es más rápida. En resumen, un pack deportivo de quita y pon, que podemos usar según las circunstancias o nuestras apetencias de diversión al volante. Con ninguno de los dos modos de conducción no se producen notables pérdidas de motricidad y el ESP, únicamente desconectable si pulsamos durante unos segundos el citado botón Sport, no es nada intrusivo. En recorridos por vías de alta capacidad es un coche estable, con un confort de marcha suficiente y veloz, pero nos ha parecido bastante ruidoso a velocidades elevadas. No pensamos que sea culpa del motor ni de la aerodinámica, que es bastante favorable, sino más bien es un ruido de rodadura. Los frenos responden con total fiabilidad a nuestras exigencias, obteniéndose buenas distancias de detención, por debajo de los 70 metros, No nos gusta tanto el tacto ni la resistencia de los mismos, sobre todo cuando los sometemos a un uso intensivo, pues pierden capacidad de frenado.A esta versión de tres puertas, como venimos diciendo desde el principio, se la ha querido dotar de personalidad propia y esto también se nota en el precio que, al contrario que ocurre habitualmente, es el mismo que para la variante de cinco puertas: 23.735 euros. Este coste está en consonancia con lo que se pide en el segmento por un Diesel de 150 CV. Es más barato que el Alfa 147 y Golf, con 10 CV menos, pero supera al resto de rivales, pues éstos ofrecen mecánicas de menor potencia. En cuanto a equipamiento, nuestra unidad de pruebas llevaba el acabado más alto de la gama, el Cosmo, que incluye de serie un buen número de elementos como el control de estabilidad y tracción, la suspensión deportiva variable, los faros bi-xenón, las llantas de aleación, el ordenador de viaje o el radio CD con mandos en el volante.