La cuarta generación del Ford Focus estrena la plataforma C2, a la que seguirá el SUV compacto Kuga, con un 20 por ciento más de rigidez torsional y hasta un 50 en los puntos individuales de fijación de la suspensión. Esto marca con claridad las sensaciones que transmite, desde un inicio con una calidad de rodadura y aplomo muy superiores, lo que hace que a su volante se sienta «más coche», como si condujésemos una berlina del segmento superior.
En movimiento, en el nuevo Ford Focus destacamos su proverbial agilidad, si bien la superior superficie que sus ruedas dibujan sobre el suelo —con una batalla alargada 5 cm y unas vías 4 cm más anchas delante y dos detrás— le hacen perder juego de cintura. Esto al menos con la suspensión trasera por eje rígido torsional que estrenan las versiones menos potentes de la gama, frente al multibrazo de sus antecesores, ahora sólo reservado para las versiones desde 150 CV. Con ella, probablemente se gane agilidad, pero aquí lo que se ha tratado es de conseguir el mejor compromiso. No en vano, su amortiguación contiene bien balanceos y aporta suficiente precisión, pero siempre da prevalencia al confort. Quizá uno de los puntos donde este Focus más ha mejorado. Además, como opción, por primera vez, ofrece la amortiguación adaptativa, aunque de momento sólo reservada para las versiones con multibrazo.
PRESTACIONES | Ford Focus 1.5 EcoBlue Diesel 120 CV |
Acel. 0-100 km/h | 10,11 s |
Acel. 0-1000 m | 31,78 s |
Sonoridad al ralentí | 47,2 dBA |
Sonoridad 100 km/h | 64,7 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 67 m |
Peso en báscula | 1.373 kg |
En el nuevo Ford Focus 2018, también convence su nueva dirección electromecánica, que mejora tacto a la par que transmite mayor información, así como sus frenos, que han conseguido cifras de detención propias de un superdeportivo; con tres mediciones consecutivas, sin espacio para refrigeración, por debajo de los 68 m en el 140-0 km/h.
Ford Focus 1.5 EcoBlue: larga vida al Diesel
Para esta prueba a bordo del nuevo Ford Focus nos hemos decantado por el motor 1.5 EcoBlue de 120 CV, que estrena recirculación de los gases de escape a baja presión, un colector de admisión integrado y una inyección más sensible, silenciosa y precisa. A pesar de contar con una cubierta fonoabsorbente, se siente claramente su arquitectura tanto al ralentí como en marcha cuando imprimimos suficiente carga al acelerador. Y eso que aerodinámicamente este Focus es mucho mejor que su antecesor. Y no sólo por su Cx de 0,27, también por situarse como uno de los compactos más silenciosos en movimiento, con un nivel de decibelios inferior al de rivales premium como A3 Sportback 1.6 TDI, BMW 116d o el también novísimo Mercedes A 180d; a los que rebaja a 140 km/h entre 0,5 y 1,7 dB.
CONSUMOS | Ford Focus 1.5 EcoBlue Diesel 120 CV |
Consumo en ciudad | 5,6 l/100 km |
Consumo en carretera | 4,7 l/100 km |
Consumo medio | 5,1 l/100 km |
Y si el propulsor no mejora por tacto, sí lo hace su eficiencia. Situándose entre los de menor consumo, a sólo dos décimas del Mercedes Clase A 180d, hoy por hoy la referencia de su segmento. A ello contribuye en gran medida su nuevo cambio automático por convertidor de par de 8 velocidades, frente al anterior Powershift de doble embrague pilotado de 6. No es tan rápido como éste, pero sí más suave y confortable.
El interior del Ford Focus ofrece buena ergonomía mientras la sensación de espacio es muy superior. Realmente delante apenas gana 1 cm en anchura, pero el nuevo diseño del salpicadero aporta mucha amplitud. Es atrás donde el avance resulta más relevante, con 6 cm más de anchura y un túnel de transmisión muy bajo y plano que permiten el acomodo de tres ocupantes mejor que en otros compactos a pesar de perder un cm de espacio para las rodillas.
ESPACIO | Ford Focus 1.5 EcoBlue Diesel 120 CV |
Anchura delantera | 142 cm |
Anchura trasera | 137 cm |
Altura delantera | 93/100 cm |
Altura trasera | 92 cm |
Espacio para piernas | 73 cm |
Maletero | 315 litros |