Nuestro habitual recorrido de pruebas comienza con un pequeño desplazamiento por ciudad que el Colt CZT solventa sin problemas. No olvidemos que su base es un coche eminentemente ciudadano y, como tal, se desenvuelve por el tráfico urbano con agilidad y, gracias a su motor de 150 CV, con mucha ligereza. Es cierto que no es el más rápido saliendo de los semáforos, pero tampoco importa, éste no ha de ser su hábitat preferido.Seguimos por autopista (de pago, que se vea que no escatimamos) y aquí se confirma lo que decíamos: corre como alma que lleva el diablo. Rogamos precaución a sus potenciales compradores: pueden quedarse "sin puntos en el carné" a la que se descuiden. El tacto de las suspensiones es bastante firme, una sensación que se acrecienta cuando abandonamos el peaje y nos adentramos en asfaltos en peores condiciones. En ellos, incluso podemos calificar la suspensión de bastante incómoda: cada bache lo sientes como un tiro en los riñones. Y llegamos a nuestra zona de curvas favorita. Y es aquí dónde, pasada tras pasada, el Colt CZT nos hace sudar, con constantes pérdidas de tracción que el ESP (de serie) trata de mitigar. Es un coche esencialmente subvirador y bastante noble en conducción no muy rápida, pero cuando empezamos a perderle el respeto...¡zas! la trasera reclama su protagonismo y dice "estoy aquí, yo también quiero jugar". Y lo hace. Su nerviosismo debe ser aplacado con mucha destreza al volante, sabiendo dónde acelerar y dónde frenar. Todo muy fino. Además, uno de nuestros hipotéticos aliados, el volante, no nos da toda la información que necesitamos. En este sentido, abstenerse de movimientos bruscos de dirección o de acelerador en plena curva, pues el Colt CZT carece de la nobleza de otros modelos y podemos, si no somos conductores con pericia, llevarnos algún que otro susto.Leeréis esta parte dedicada al comportamiento y os preguntareis, ¿estamos ante un coche ingobernable? ¿vuelve el mito del Renault 5 Copa Turbo, que prometía trompazos en cada curva? No y no. El Colt CZT, no nos vamos a engañar, es un coche que hará disfrutar a los verdaderos amantes de la conducción pura, a los que creían olvidadas determinadas sensaciones al volante. Sin embargo, para un conductor convencional, que quiere un coche rápido y atractivo, no nos parece la mejor elección, sobre todo si lo quiere usar al límite. Volvemos exhaustos de la prueba, con los brazos cansados, sudando y con algún otro susto en el cuerpo, pero felices y satisfechos por lo que nos ha regalado este Colt CZT, unas sensaciones que no ofrecen el 80 por ciento de los vehículos del panorama actual.El Colt CZT también es, no lo olvidemos, un coche perfectamente utilizable para el día a día. Homologado para cinco personas, preferimos que sólo viajen dos personas en las plazas traseras, más por comodidad que por espacio efectivo. Atrás no sobran centímetros y las ventanas pequeñas de esta zona pueden causar algo de claustrofobia, pero los asientos son bastante confortables y pueden desplazarse longitudinalmente 15 centímetros, lo que es muy funcional, tanto para dar más espacio para las piernas a los pasajero como, por el contrario, ganar espacio para el maletero. Este elemento, con los asientos desplazados atrás del todo, cubica 165 litros, pero si movemos las butacas puede alcanzar los 250 litros. Los asientos delanteros, de aspecto y tacto deportivo, agarran perfectamente nuestro cuerpo al mismo tiempo que resultan bastante cómodos. En cuanto al interior, es muy similar al del resto de la gama, con un diseño fresco y atractivo, gracias al uso de colores llamativos. Hay también espacio para los rasgos más racing. El cuadro de instrumento es muy vistoso, con unos relojes de fondo blanco y rodeados con una carcasa metálica; el pedalier está recubierto de aluminio; y cambio y volante -sólo regulable en altura, por cierto- están forrados en cuero con costuras en rojo. Esta estética tan "personal" también tiene un reflejo en el exterior, donde nos encontramos tomas de aire frontales de gran tamaño, faldones laterales, spoiler trasero y neumáticos 205/45 sobre llanta de 16 pulgadas.El precio de este Colt CZT es de 18.390 euros, lo que le sitúa ante la competencia como el más caro -sólo por debajo del Mini Cooper S, que vale más de 5.000 euros más. Por algo menos de lo que cuesta el utilitario japonés, podemos adquirir el Fiesta ST (16.680 euros) o el Ibiza FR (17.525 euros). Lo que es innegable es que el equipamiento de serie del Colt CZT es casi inigualable por los dos citados modelos. No faltan los airbags de conductor, acompañante, de cortina y laterales; el climatizador, el control de estabilidad y tracción, la guantera refrigerada, las llantas de aleación, la radio CD con mandos al volante y el ordenador de viaje. Eso sí, echamos de menos alguna opción más que nos permita, si lo deseamos, completar esta variante deportiva de la gama Colt.
Nuestro habitual recorrido de pruebas comienza con un pequeño desplazamiento por ciudad que el Colt CZT solventa sin problemas. No olvidemos que su base es un coche eminentemente ciudadano y, como tal, se desenvuelve por el tráfico urbano con agilidad y, gracias a su motor de 150 CV, con mucha ligereza. Es cierto que no es el más rápido saliendo de los semáforos, pero tampoco importa, éste no ha de ser su hábitat preferido.Seguimos por autopista (de pago, que se vea que no escatimamos) y aquí se confirma lo que decíamos: corre como alma que lleva el diablo. Rogamos precaución a sus potenciales compradores: pueden quedarse "sin puntos en el carné" a la que se descuiden. El tacto de las suspensiones es bastante firme, una sensación que se acrecienta cuando abandonamos el peaje y nos adentramos en asfaltos en peores condiciones. En ellos, incluso podemos calificar la suspensión de bastante incómoda: cada bache lo sientes como un tiro en los riñones. Y llegamos a nuestra zona de curvas favorita. Y es aquí dónde, pasada tras pasada, el Colt CZT nos hace sudar, con constantes pérdidas de tracción que el ESP (de serie) trata de mitigar. Es un coche esencialmente subvirador y bastante noble en conducción no muy rápida, pero cuando empezamos a perderle el respeto...¡zas! la trasera reclama su protagonismo y dice "estoy aquí, yo también quiero jugar". Y lo hace. Su nerviosismo debe ser aplacado con mucha destreza al volante, sabiendo dónde acelerar y dónde frenar. Todo muy fino. Además, uno de nuestros hipotéticos aliados, el volante, no nos da toda la información que necesitamos. En este sentido, abstenerse de movimientos bruscos de dirección o de acelerador en plena curva, pues el Colt CZT carece de la nobleza de otros modelos y podemos, si no somos conductores con pericia, llevarnos algún que otro susto.Leeréis esta parte dedicada al comportamiento y os preguntareis, ¿estamos ante un coche ingobernable? ¿vuelve el mito del Renault 5 Copa Turbo, que prometía trompazos en cada curva? No y no. El Colt CZT, no nos vamos a engañar, es un coche que hará disfrutar a los verdaderos amantes de la conducción pura, a los que creían olvidadas determinadas sensaciones al volante. Sin embargo, para un conductor convencional, que quiere un coche rápido y atractivo, no nos parece la mejor elección, sobre todo si lo quiere usar al límite. Volvemos exhaustos de la prueba, con los brazos cansados, sudando y con algún otro susto en el cuerpo, pero felices y satisfechos por lo que nos ha regalado este Colt CZT, unas sensaciones que no ofrecen el 80 por ciento de los vehículos del panorama actual.El Colt CZT también es, no lo olvidemos, un coche perfectamente utilizable para el día a día. Homologado para cinco personas, preferimos que sólo viajen dos personas en las plazas traseras, más por comodidad que por espacio efectivo. Atrás no sobran centímetros y las ventanas pequeñas de esta zona pueden causar algo de claustrofobia, pero los asientos son bastante confortables y pueden desplazarse longitudinalmente 15 centímetros, lo que es muy funcional, tanto para dar más espacio para las piernas a los pasajero como, por el contrario, ganar espacio para el maletero. Este elemento, con los asientos desplazados atrás del todo, cubica 165 litros, pero si movemos las butacas puede alcanzar los 250 litros. Los asientos delanteros, de aspecto y tacto deportivo, agarran perfectamente nuestro cuerpo al mismo tiempo que resultan bastante cómodos. En cuanto al interior, es muy similar al del resto de la gama, con un diseño fresco y atractivo, gracias al uso de colores llamativos. Hay también espacio para los rasgos más racing. El cuadro de instrumento es muy vistoso, con unos relojes de fondo blanco y rodeados con una carcasa metálica; el pedalier está recubierto de aluminio; y cambio y volante -sólo regulable en altura, por cierto- están forrados en cuero con costuras en rojo. Esta estética tan "personal" también tiene un reflejo en el exterior, donde nos encontramos tomas de aire frontales de gran tamaño, faldones laterales, spoiler trasero y neumáticos 205/45 sobre llanta de 16 pulgadas.El precio de este Colt CZT es de 18.390 euros, lo que le sitúa ante la competencia como el más caro -sólo por debajo del Mini Cooper S, que vale más de 5.000 euros más. Por algo menos de lo que cuesta el utilitario japonés, podemos adquirir el Fiesta ST (16.680 euros) o el Ibiza FR (17.525 euros). Lo que es innegable es que el equipamiento de serie del Colt CZT es casi inigualable por los dos citados modelos. No faltan los airbags de conductor, acompañante, de cortina y laterales; el climatizador, el control de estabilidad y tracción, la guantera refrigerada, las llantas de aleación, la radio CD con mandos al volante y el ordenador de viaje. Eso sí, echamos de menos alguna opción más que nos permita, si lo deseamos, completar esta variante deportiva de la gama Colt.