MG ZT 190

La nueva imagen del MG ZT suaviza ligeramente la deportividad de la marca; ahora, sus líneas casi se acercan a las de las berlinas “convencionales" que residen en su segmento. Sin embargo, el motor de 190 CV no deja lugar a dudas: su carácter “rácing" es el mismo.

Nos fijamos en el interior del ZT y sus 4,75 metros de longitud se encogen como por arte de magia. Desde fuera, el coche parece acomodar con todo mimo a cuatro ocupantes, pero lo cierto es que los pasajeros de las plazas traseras contarán con 78 centímetros para las piernas y con una altura al techo de 87 cm; los más altos echarán de menos algo de amplitud.Esto se debe a la importancia concedida al maletero, con una longitud de más de un metro y 420 litros de capacidad. El espacio es muy aprovechable, ya que apenas hay recovecos, por lo que las maletas podrán colocarse sin necesidad de jugar al “Tetris" con ellas.Los ocupantes de las plazas delanteras tendrán a su disposición más amplitud que sus compañeros de viaje y disfrutarán de unos asientos –evidentemente, de corte deportivo- muy cómodos. Las múltiples regulaciones de la banqueta y el respaldo permitirán al conductor encontrar rápidamente la postura correcta al volante, desde el que todo queda a mano: los interruptores de la radio, el control de velocidad de crucero, el climatizador... Pero, ¿dónde está el mando que acciona las luces? Éste se encuentra entre el volante y la puerta, en una posición demasiado baja: de hecho, nuestros dedos irán a buscarlo un poco más arriba, lo que resultará incómodo hasta que nos acostumbremos a su emplazamiento.Otro de los detalles que restan comodidad al ZT es la apertura del maletero. La cerradura exterior ha sido suprimida en aras del nuevo diseño (en su lugar se ha puesto el logo de la marca) y ni siquiera podremos abrirlo mediante el mando remoto: tendremos que ir al puesto del conductor y pulsar el botón que existe junto al paso de rueda.Cuando encendemos los faros, una brillante luz azul ilumina el cuadro de mandos. Puede regularse, aunque no llega a deslumbrar y permite una lectura correcta de todos los relojes. Las primeras veces, bajaremos su intensidad casi de inmediato, si bien esta reacción no está provocada por la molestia que pueda causar, sino por lo chocante que resulta su cercanía al “tuning" en un habitáculo tan formal como el de este vehículo inglés.En su interior no falta nada: la versión 190 es la más alta de la gama y en MG han pensado que un completo equipamiento quizá acabe de convencer a los que aún se muestren reticentes a pagar 34.133 euros por este ZT. En la dotación de serie está incluida la tapicería de cuero y tela, el climatizador, los airbags de conductor, acompañante, laterales y de cortina, el control de tracción (muy poco intrusivo), las llantas de aleación, el equipo de sonido –con reproductor de mp3-, los acabados en aluminio, los faros de xenón e incluso una cortina-parasol trasera que se acciona mediante un botón situado en la consola central, aunque se echa en falta el sistema de control de estabilidad, ESP, presente ya en la mayoría de los modelos, incluso de categorías inferiores. Resultará difícil encontrar un rival que ofrezca un equipamiento similar y que conjugue con armonía una imagen agresiva con la representación que se supone a las berlinas de este segmento.