Mercedes CLK 500

El mágico sonido de un potente motor V8 otorga mayores bríos y más carácter deportivo a un coupé de élite, tan confortable como seguro y eficaz en la carretera.

Mercedes E 270 CDI
Mercedes E 270 CDI

Las cifras de prestaciones son elocuentes por sí mismas. El motor V8 de 5 litros con 307 CV de potencia y un generoso par de 46 mkg da más contundencia y carácter al CLK 500 si se compara con el CLK 320, aunque muchas de las sensaciones que transmite se corresponden con las del "hermano menor" con motor V6 que probamos anteriormente. Además, se cuenta con la particular satisfacción de conducción que da el ronroneo y el potencial de fuerza bruta que son capaces de transmitir los V8 de cilindrada alta. Aún así, uno podría preguntarse si vale la pena pagar 13.000 euros más por esos 88 CV adicionales que se obtienen en relación al CLK 320. La respuesta depende, no sólo de lo que aguante el bolsillo, también, del gusto por acelerar y recuperar con mayor fuerza y de disponer de esa reserva de "poder" que otorga el motor V8 5.0, que suena tan redondo como suave y progresivo.

El CLK es, sin duda, uno de los coupés deportivos más equilibrados y sofisticados del mercado manteniendo, al mismo tiempo, una eficacia a toda prueba en carreteras viradas y una cierta prestancia en el rodar propio de vehículos con mayor tamaño. Incluso en nuestra unidad de pruebas, con tarados de amortiguadores y muelles deportivos —configuración opcional— se percibe ese toque Mercedes, tan personal. Y a todo ello suma un nutrido equipamiento de serie y, si deseamos, un elevado número de opcionales, propios de una gran berlina de lujo, que pueden elevar el precio ya de por sí significativo en más de un treinta por ciento.

El CLK 500 se encuentra casi en solitario dentro de un mercado bastante exclusivo. Un coupé con habitabilidad interna similar y utilizable por cuatro personas que puede rivalizar con él sería el BMW M3, aunque el talante de ambos coches difiere mucho. Mas dentro de lo que sería un verdadero GT se sitúa el modelo de la casa bávara y, definitivamente orientado hacia un usuario que busca más el confort que la prestación radical, está el producto de la estrella.

Ya sea la versión básica, como con una configuración súper equipada con cuero, Distronic (mantenedor de la distancia con el coche precedente), teléfono y navegador, el CLK se encuentra prácticamente solo en el mercado si se tiene en cuenta su precio y la combinación de tamaño, motor y personalidad. La lista de opcionales electrónicos es realmente amplia e incluye elementos de conveniencia como el sistema de mando de navegador, audio y comunicaciones centralizado Comand, que cuesta 2.816 euros o el sistema de radar para mantener la distancia con el coche precedente denominado Distronic, que comentamos aparte, y que cuesta nada menos que 2.816 euros.