Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

A la vez que Mercedes presentaba el nuevo Clase B, hemos podido probar también la primera versión deportiva del nuevo Clase A. Cómo no, firmado por AMG. ¡Espectacular!

Luis Miguel Vitoria. Twitter: @luismivitoria

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa
Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

La oferta del Mercedes Clase A no para de crecer. Entre los últimos en llegar está el Clase A Sedán o, dentro de la familia de los compactos de cinco puertas, el Mercedes A 250 7G-DCT con tracción delantera, pues ya se vendía desde tiempo atrás con la tracción total 4Matic. Con sus 224 CV se trataba de la versión hasta ahora más potente y rápida de esta gama del fabricante alemán, un puesto que ahora le es arrebatado por la puesta a punto por los técnicos de AMG en Affalterbach. Se trata del Mercedes-AMG A 35 4Matic que se desarrolla utilizando el mismo motor de 2 litros sobrealimentado del A 250, si bien con una potencia llevada hasta los 306 CV.

Mercedes justifica el lanzamiento de este AMG A 35 4Matic en tanto que el segmento de los coches compactos más potentes y deportivos mantiene un crecimiento de ventas. Y lo hace contando con la aceptación mayoritaria de los usuarios más jóvenes. En 2017, los compradores de los Clase A tenían 10 años menos que los que adquirieron estos mismos coches en 2011 y, en China (uno de los mercados fetiches para Mercedes) uno de cada tres compradores del Clase A hoy tienen una edad inferior a los 30 años. Y el argumento final que nos lleva hasta la nueva variante deportiva es que el A 45 AMG de la generación anterior acabó vendiendo el doble de lo previsto por Mercedes.

Estos antecedentes han llevado pues a la firma de Stuttgart a poner en juego una nueva gama AMG para su modelo más pequeño, familia que arranca con el Mercedes-AMG A 35 4Matic de 306 CV, si bien más adelante también contará con un Mercedes-AMG A 45 4Matic que rondará los 400 CV.

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos el nuevo compacto

Mercedes AMG A35 4Matic: motor

El Mercedes-AMG A 35 4Matic cuenta con el motor de 2 litros de gasolina que ya utilizan los Mercedes A 250 y A200, con 224 y 190 CV, respectivamente; aunque con un sustancial salto de potencia que se debe, fundamentalmente, a la utilización de un turbo de tipo Twin Scroll(con un canal de entrada para cada dos cilindros, de manera que mientras que una pareja de cilindros trabaja en el tiempo de compresión, la otra lo hace en el de escape, de forma que minimiza la influencia negativa de una y otra pareja). Además, el intercooler está refrigerado por agua y la distribución es variable.

Este turbo lleva el motor hasta los 400 Nm de par máximo, lo que supone una patada considerable que es trasladada incluso hasta la vista del conductor: de serie este Clase A de AMG dispone de las dos pantallas, la de la instrumentación y la del equipo de infoentretenimiento, en las tan características versiones de 10,25" que llenan la parte superior del salpicadero, y la primera está repleta de datos instantáneos de la entrega de energía del motor.

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

Mercedes-AMG A 35 4Matic: su motor, con 306 CV

Esa ida y venida de gráficos coloridos de información que el conductor ve por el rabillo del ojo mientras conduce (Boost, Par, Potencia… junto a los más usuales temperatura del motor, velocidad, el cuentarrevoluciones central, etc) es característico de la presentación supersport, una de las tres (clásico y deportivo son las otras dos) que el conductor puede seleccionar. La instrumentación se complementa con un MBUX, que es como Mercedes llama a su sistema de info-entretenimiento, específico para esta versión, aunque mantiene el mando fónico. Cuenta, por ejemplo, con el AMG Track Pace, un sistema capaz de almacenar hasta 80 parámetros de conducción si estamos dentro de un circuito de carreras guardado en su memoria, aunque es posible definir circuitos que no lo están. Sólo es posible seleccionarlo si estamos dentro de unos u otros y guarda tiempos por sectores, vuelta, prestaciones o, incluso, salidas de pista.

También de una utilidad sorprendente, que es el guiado en realidad aumentada que aparece sobre la imagen que proporciona la cámara frontal de modo que, aunque resulta necesario desviar la vista de la carretera para poder ver sus indicaciones (también podemos contar con ellas en el Head-Up Display, si lo preferimos), resulta evidente que salida de la rotonda tenemos que tomar o hacia donde debemos girar en un cruce.

Mercedes AMG A35 4Matic: comportamiento dinámico

El Mercedes-AMG A 35 4Matic es un compacto muy rápido, de respuesta contundente a la presión del acelerador. Pasa de 0 a 100 km/h, por ejemplo, en 4,7 segundos, según la marca, con un entrega que no decepciona incluso sin necesidad de que el régimen de su giro sea muy alto, aunque movido entre las 5.000 y aproximándonos a las 6.500 rpm a las que tiene el corte de inyección, es donde más pletórico se le siente.

Pero tan protagonista como el motor del dinamismo de esta versión AMG son otros elementos mecánicos. Es el caso del cambio automático, el 7G-DCT específico con denominación también distintiva de Speedshift DCT AMG 7G. Es de doble embrague, con relaciones cerradas entre sí y de formidable reacción al manejo manual con las levas. Al menos, en las subidas de marchas, porque en las bajadas no es tan rápido como nos gustaría y, en carreteras de montaña y si no anticipamos mucho la reducción, podemos encontrarnos con que entramos en la curva con una relación que no es la que querríamos.

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

Mercedes-AMG A 35 4Matic

Eso sí, cada reducción con el modo Sport es un concierto de petardeos y maniobras automáticas de doble embrague que se suma al ya sugerente sonido de este motor en aceleración, en parte responsabilidad de una mariposa en el escape regulada también desde el los mandos que ajustan el Dynamic Select, como también ocurre con la respuesta del motor al acelerador, transmisión, dirección o suspensión.

El cambio automático también tiene una opción denominada Race-Start que exprime la cadena cinemática en las arrancadas, donde es clave el trabajo de la tracción total. Esta, la AMG Performance 4Matic, es capaz que la distribución del par cambie continuamente según el agarre de las ruedas. Lo consigue gracias a un embrague multidisco que se sitúa en el eje trasero (lo hace ZF, como el resto de la transmisión) y la centralita que lo gestiona tiene en cuenta también la aceleración longitudinal o transversal, el ángulo de las ruedas delanteras, la diferencia de giro de cada rueda, la marcha o lo que se está acelerando. La sensación es de considerable tracción, sea cual sea la situación que enfrentemos, ya sea a la salida de una curva, una aceleración en parado, etc.

Durante nuestro recorrido incluso tuvimos la oportunidad de advertir cómo trabaja en colaboración con el ESP pues, a la salida de un giro con el asfalto lleno de bellotas (el efecto es el mismo que si intentaras caminar sobre canicas), se produjo una brusca desestabilización del eje trasero que, entre el control de estabilidad y el posterior incremento de par en el delantero, consiguieron mitigar. Además, en el modo Sport, no sólo se conmuta la función menos intrusiva del control de estabilidad, sino que también la tracción total abunda en la agilidad, con un eje trasero más predominante en la entrega del par y secundado por el sistema que frena ligeramente la rueda trasera interior para generar un movimiento de guiñada.

A esta conjunción de trabajos le debe el Mercedes-AMG A 35 4Matic mucha de esa agradable vivacidad que ayuda a conseguir un paso por curva formidablemente rápido. También a unos frenos inasequibles al desaliento y que, por mucho que les demandemos, siempre parecen estar dispuestos a responder como en la primera frenada. Delante lleva discos de 350 mm y atrás de 340, todos ventilados y perforados, con pinzas de cuatro émbolos delante y uno detrás.

Como no podía ser de otro modo, la dirección es precisa y rápida. Cuenta esta versión con un eje delantero muy incisivo, determinante para conseguir esa rapidez de transmisión de órdenes del conductor hasta el suelo. También es determinante para esa tarea la rigidez que transmite el Mercedes AMG A 35 4Matic. Por supuesto, la suspensión trasera es en esta versión de tipo multibrazo (la delantera, con una columna McPherson como otros Clase A, tiene refuerzos específicos, como un brazo transversal de aluminio); y la amortiguación es adaptativa regulable. La AMG Ride Control deja al conductor, al margen de a través del Dynamic Select, seleccionar tres ajustes de dureza. No sentimos que incluso el más deportivo sea muy inconfortable, aunque no nos cabe duda de que consigue realizar un control notable de la carrocería, de modo que sólo podemos elogiar lo bien que combina calidad de rodadura y deportividad. Es posible conseguir que la suspensión trabaje en un modo deportivo, mientras que el resto de elementos ajustables con el Dynamic Select lo hacen, por ejemplo, en el modo Comfort. Si bien, todo es definible también a la carta a través del modo Individual.

Amortiguación y Dynamic Select pueden regularse desde sendos pulsadores con una minipantalla LCD que se sitúan bajo los radios de un volante ya tan abigarrado de funciones que, sin duda, requiere un periodo de adaptación pero que, con el tiempo, puede hacer que el conductor tenga todo lo absolutamente necesario a mano. En el pulsador del Dynamic Select vemos mejorable que cuando llegamos al modo Individual, tengamos que salir de él recurriendo al mando giratorio de la consola, no actuando desde el volante. Entre los programas de conducción también cuenta el Mercedes AMG A 35 4Matic con un modo específico para circular sobre firmes de poca adherencia. Basa su eficacia en limitar la potencia y hacer cambios más lentos, así como seleccionar marchas largas.

Mercedes-AMG A 35 4Matic: probamos un compacto de agilidad superlativa

Mercedes-AMG A 35 4Matic: así es su interior

Mercedes AMG A 35 4Matic: carrocería

La carrocería de esta versión AMG tiene rasgos específicos que lo distinguen de otros Clase A como la calandra con una doble línea, el faldón delantero, elementos cromados, las llantas de 18" de diseño diferenciado por sus radios dobles (en opción pueden ser de 19") con ruedas 235/40 R 18, o el faldón con difusor junto a los embellecedores de los escapes, por ejemplo. Puede contar con un paquete aerodinámico, con elementos como spliters o faldones más grandes que los de serie, así como con un alerón fijo de gran tamaño sobre la luneta posterior.

Durante los primeros 18 meses de su comercialización, el Mercedes-AMG A 35 4Matic tendrá una versión especial denominada Edition 1 que se distinguirá por contar con los paquetes opcionales como equipamientos estándar. También por su color específico azul en la carrocería o detalles en oro. Su precio será de 66.540 euros por los 57.675 por los que arranca el Mercedes AMG A 35 4Matic estándar.

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