Cuántas veces al intentar cargar algo grande en nuestro coche hemos terminamos pidiendo la «furgona» a un amigo. En los «pick-up» esto no pasa. Ofrecen un gran espacio para carga, libre de obstáculos y ampliable hacia arriba, que permite transportar objetos de gran volumen. Sin embargo, los primeros «pick-up» eran más adecuados para usuarios «profesionales», con las plazas limitadas a dos o, a lo sumo, tres ocupantes. Para remediarlo apareció la doble cabina, mucho más versátil, que permite viajar a cinco personas, con menor capacidad de carga, aunque suficiente. Un «pick-up» como el B2500 -como su replicante gemelo el Ford Ranger o sus rivales- es el vehículo idóneo para los aventureros, quienes practiquen el «trekking», o deportes que exijan capacidad de carga. Serán candidatos idóneos para un vehículo de estas características, en el que se necesitan más de dos plazas, espacio para cargar y tracción a las cuatro ruedas. Además, un «pick-up» es mucho más limpio. Si, por ejemplo, circulamos por el campo con una bicicleta, esta se llenará de barro y tierra, y al meterla en el interior, podemos imaginar como va a terminar la tapicería. En el B2500 la zona de carga cuenta con ganchos para sujetar la carga, una reja para proteger la luna trasera y unas bisagras reforzadas para el portón, lo que permite subirnos en él o apoyar parte de la carga, sin temor a estropearlo. El único inconveniente es que la carga viaja siempre al aire, salvo que consigamos los elementos fabricados en lona o fibra de vidrio que permiten cubrirla. El Mazda B2500 dispone de motor 2.5 l turbodiésel con «intercooler» y tres válvulas por cilindro cuya potencia -ligeramente superior a los 100 CV- ofrece unas prestaciones bastante brillantes, tanto en aceleraciones como recuperaciones. Los desarrollos de su cambio manual de cinco marchas, muy bien escalonados hacen el resto. Además, los consumos no se disparan respecto a sus competidores, pudiendo viajar en vías rápidas por encima de los 150 km/h sin problemas. La transmisión es la tradicional en los todo terreno: tracción trasera con tren delantero acoplable y reductora. Como complemento encontramos un autoblocante trasero de serie, que ayuda mucho en cuanto a la capacidad de tracción. Sin embargo, sus dimensiones (mide 5 metros), especialmente la distancia entre ejes (3 m.) y el voladizo trasero, disminuyen su capacidad de superar zonas muy trialeras o circular por caminos estrechos y revirados. Las suspensiones, de geometría clásica, están preparadas para circular con carga. Si la caja va vacía, es un tanto incómodo, ya que, especialmente, las ballestas traseras no trabajan bien y las irregularidades del terreno se transmiten directamente a los pasajeros de la cabina. Las cinco plazas interiores son amplias delante, y ligeramente más reducidas atras, donde el acceso desde las puertas es más que problemático. El diseño del habitáculo es muy japonés, sobrio pero ergonómico. En cuanto al equipo de serie, no se ha escatimado en su dotación. Incluye dirección asistida, airbag de conductor y pasajero, cierre centralizado, elevalunas y retrovisores eléctricos y aire acondicionado, entre otros elementos, todo ello a un precio muy aquilatado: sólo 3.100.000 pesetas.
Mazda B2500
El nuevo B2500 de Mazda pasa a engrosar la oferta de vehículos todo terreno «pick-up» que ofrecen una gran polivalencia en su capacidad de carga. Sin embargo, sus buenas prestaciones y un equipamiento muy completo lo sitúan entre los mejores de esta categoría en plena expansión.
