Lexus GS 430 V8 283 CV

La incorporación del motor V8 de 283 CV en el Lexus GS otorga un mayor grado de refinamiento a la berlina japonesa, inyecta mucha potencia y le permite enfrentarse sin complejos a modelos europeos de reconocido prestigio.

Lexus GS 430 V8 283 CV
Lexus GS 430 V8 283 CV

El nuevo propulsor de ocho cilindros en V, de 4,3 litros de capacidad y 32 válvulas, tiene sistema de distribución variable VVT-i en admisión y escape, dispositivo para cambio automático de longitud de los colectores de admisión y sistema de acelerador electrónico "inteligente". Éste se encuentra asociado a la sedosa caja de cambios automática de cinco marchas —cuya lógica actúa activada por el par demandado por el conductor— lo que permite no sólo actuar en el control de estabilidad, sino en el propio funcionamiento de la caja de cambios: en modo de retención al descender una pendiente o evitando continuos bruscos cambios de marcha arriba-abajo cuando se afronta una pendiente. El funcionamiento del conjunto motor-transmisión es prodigioso. Al ralentí ya se tienen dudas sobre si se encuentra en marcha, pues no hay una sola vibración y el silencio en el habitáculo es sepulcral. Una leve presión sobre el acelerador nos permite apreciar el desplazamiento del conjunto de forma contundente, aun sin ruido alguno. Según sube el régimen de revoluciones del motor —la transmisión permite también tres programasen función del selector del cambio: normal, nieve o deportivo—, los cambios de marcha casi se aprecian de forma más clara en el cuentavueltas que en el propio movimiento del coche. Incluso si se desea sacar mayor partido al propulsor se puede jugar con el cambio de forma "manual", pues permite reducir a 4ª y 3ª velocidad con facilidad y rapidez. Los 1.700 kilos del coche parecen no tener mucha importancia para el tremendo V8 que, gracias al descomunal par de más de 42 mkg, permite acelerar el movimiento en cualquier circunstancia.Tampoco resulta complicado mantener una velocidad constante en cualquier tipo de recorrido con independencia del relieve de la carretera. Y siempre con unos consumos que no resultan escandalosos para un modelo de estas características, si bien, se mueven en torno a los 12 litros de consumo medio. Para poder recibir este nuevo propulsor ha sido necesario poner a punto algunos apartados del chasis, como las suspensiones, que ahora tienen una barra estabilizadora de mayor diámetro en el tren delantero, nuevos soportes en el trasero y amortiguadores de nitrógeno a baja presión. Con estas mejoras se pretende aumentar la comodidad y optimizar el comportamiento dinámico. El resultado es muy gratificante, eficaz y confortable. Apenas se producen oscilaciones de la carrocería al enlazar tramos virados, y tampoco hay hundimientos de la carrocería en las frenadas o aceleraciones.El comportamiento sorprende por su agilidad, propia de un modelo de inferior envergadura y peso. Los frenos actúan con contundencia cuando se solicita su funcionamiento, aunque hay que ejercer mayor presión sobre el pedal ante un uso prolongado, algo frecuente en un modelo automático de estas características. La mejor distancia lograda durante nuestras mediciones, de 70 metros para detenerlo desde 140 km/h, deja clara su potencia. No hay dudas sobre el comportamiento conseguido, la comodidad que ofrece y el equipamiento que dispone, pero tener un precio superior al de la mayoría de sus rivales hace más difícil su elección. Y es que la exclusividad y el servicio se pagan.