Jaguar S-Type 2.5 V6 Executive

Tras un inapreciable lavado de cara, el nuevo S-Type presenta una importante mejora en su calidad de fabricación y nuevas suspensiones y motores, apareciendo por debajo este inédito 2.5 V6.

Jaguar S-Type 2.5 V6 Executive
Jaguar S-Type 2.5 V6 Executive

No es frecuente, y más tratándose de una marca de prestigio, que la vida natural de un modelo se vea alterada a los tres años de su puesta en escena. En cierto modo, esto explica el reconocimiento por parte de Jaguar de algunos fallos de juventud del S-Type, que ahora se han encargado más o menos de corregir. Tan sólo se le puede seguir reprochando su ridículo maletero a la vista del tamaño del coche, algo de difícil solución. El interior de los anteriores S-Type parecía menos Jaguar que el de los sempiternos XJ, por la profusión de plásticos de discutible calidad para su categoría y por una menor presencia de la marquetería típica de la marca británica.

Ahora no parece fácil sacarle “peros" a una presentación que nos parece soberbia, y no sólo por la superior calidad de los materiales. Las formas del salpicadero también han variado, sobre todo en la consola central, que aglutina toda la botonadura de la climatización y audio y, en el caso de optar, como en nuestra unidad, por el navegador, hereda la moderna pantalla táctil multifunción estrenada en el X-Type. La madera aparece ahora con mayor profusión en puertas, en la inequívoca banda frontal del salpicadero de cualquier Jaguar y en la consola de la palanca del cambio, también con pomo de madera. Y en el acabado Executive, no falta un volante mixto de piel y, por supuesto, más madera. Siguiendo con el acabado Executive, la piel es el otro material noble que recubre asientos —en este caso se podría criticar su excesivo resbalamiento—, reposabrazos central, puertas y salpicadero. Todo un lujo que transmite muchísima calidad, con cierto aire retro en su estilo, que se combina con tecnología de vanguardia, como el freno de estacionamiento eléctrico que se acciona con una tecla o la posibilidad de regular eléctricamente la distancia de los pedales, como se hace con los asientos y el volante.

La primera impresión al adentrarnos en el S-Type es inmejorable. En movimiento, la línea del producto se constata también en su dinámica. Las renovadas suspensiones siguen primando por encima de todo la comodidad de los ocupantes. El aislamiento del exterior resulta ejemplar, pero esto trae a menudo que dinámicamente la eficacia y el tacto percibido de la pisada del coche no sea del agrado de los conductores más dinámicos a pesar de haber incidido en este aspecto. Seguramente, a falta de una prueba intensiva, la versión Sport sea la encargada de cumplir con esos otros menesteres.