Hyundai Coupé 1.6 16v FX GLS

La versión básica del popular coupé surcoreano viene dispuesta a llevarse de la mano a quienes buscan una imagen deportiva por encima de cualquier otro atractivo.

Hyundai Coupé 1.6 16v FX GLS
Hyundai Coupé 1.6 16v FX GLS

Circulando por tramos de autovía goza de un notable aplomo, aunque de nuevo cualquier bache o incluso las juntas de dilatación, se transmiten con demasiada fidelidad a los ocupantes. Para concluir con el apartado dinámico, queda reseñar el buen tacto de la dirección, y un equipo de frenos a la altura del resto del bastidor, con buena mordiente y una elevada resistencia al trato duro.

Ni que decir tiene que de la primera generación del Coupé a esta las mejoras en apartados como calidad, seguridad o equipamiento son una realidad tangible. El acabado general es bueno y los plásticos empleados son de mayor calidad que antes. En cualquier caso, el equipamiento es el normal para una versión básica, e incluso tiene algunas lagunas importantes, como el control electrónico de estabilidad que no se ofrece ni en opción. El ABS y el aire acondicionado tampoco son de serie, pero en cambio sí pueden montarse como extras. Otro detalle menos importante pero muy útil es el mando a distancia para el cierre centralizado, que tampoco existe y que obliga a abrir la puerta del conductor como se ha hecho toda la vida.

Para muchos, en un automóvil con carrocería coupé la habitabilidad no es uno de los principales reclamos, pero sí conviene analizar este apartado. En las plazas traseras del Coupé un adulto apenas podrá sentarse sin torcer el cuello para evitar darse con la cabeza en el cristal o en el techo. De nada sirve tener espacio suficiente para las piernas cuando apenas puede sentarse alguien de forma correcta. Como buen 2 2, debido a la poca altura disponible sólo los niños podrán sentarse cómodamente en las plazas traseras. En el puesto de conducción no hay nada que objetar, salvo que hubiera sido muy útil contar con regulación en profundad del volante.