La tradición de Renault Sport obliga a esta división de la marca gala a hacer versiones que acierten plenamente, satisfaciendo todo lo que se espera de un GTI compacto de alto nivel. Sin embargo, en diferentes versiones anteriormente probadas, siempre hemos dado con la ausencia de algo de carácter y, sobre todo, de eficacia. Generalmente sus coches se han quedado algo por debajo de lo que ofrecen los más selectos de sus competidores.
Por eso, y quizá a sabiendas de esa falta de acierto pleno, esté ahí la razón de ser de la versión Trophy del Mégane R.S., ya que su aparición supone una nueva vuelta de tuerca, pues su principal aliciente para situarse en la pomada de esta categoría es que su motor incrementa la potencia hasta los 300 CV, 20 más de los que podríamos encontrar en un R.S. convencional.
PRESTACIONES | Honda Civic Type R 320 CV | Renault Mégane RS Trophy 300 CV |
Acel. 0-100 km/h | 5,76 s | 5,95 s |
Acel. 0-1000 metros | 24,71 s | 25,79 s |
Sonoridad al ralentí | 48,6 dBA | 49,4 dBA |
Sonoridad 100 km/h | 69,7 dBA | 68,3 dBA |
Frenada desde 100 km/h | 35,46 m | 37,07 m |
Peso en báscula | 1.414 kg | 1.504 kg |
Honda Civic Type R vs Renault Mégane RS Trophy: más madera vía turbo
Para alcanzar esa potencia el motor experimenta más modificaciones que un simple retoque en la centralita, ya que cumple la normativa Euro6 D-temp. Monta ahora filtro de partículas, con el hándicap que eso tiene en el rendimiento y, para compensar el fuerte aumento de la contrapresión del escape que produce, se utiliza un nuevo turbo con una turbina capaz de girar a 200.000 rpm al ir montada sobre rodamientos de bolas cerámicos. Así, el rozamiento se minimiza y la respuesta es más rápida. Por supuesto, el escape también es nuevo. A él le corresponde emitir un sonido embriagador dependiendo de la apertura de una válvula situada en el tramo final.
El par motor es 20 Nm mayor en la versión de cambio de doble embrague EDC, como en nuestra unidad de pruebas, para alcanzar 420 Nm, una cifra en consonancia con la competencia. La potencia también lo está, lo cual tiene mucho mérito ya que se trata de un motor de pequeña cilindrada: es de 1,8 litros, cuando la mayoría disponen de 2 y hasta 2,3 litros, como en el Ford Focus RS.
CONSUMOS | Honda Civic Type R 320 CV | Renault Mégane RS Trophy 300 CV |
Consumo en ciudad | 9,9 l/100 km | 8,9 l/100 km |
Consumo en carretera | 7,1 l/100 km | 7,5 l/100 km |
Consumo medio | 8,2 l/100 km | 8,0 l/100 km |
Pese a la puesta a punto, el rendimiento no parece superior al del R.S. normal. De hecho sus prestaciones han sido muy similares y, por tanto, poco brillantes. El Mégane es pesado, pero ese hándicap también lo tiene el Honda Civic Type R y, sin embargo, sale mejor parado en las prestaciones. Por ejemplo, el Renault pierde un segundo en el kilómetro saliendo desde parado y eso que dispone de un cambio automático de doble embrague de seis marchas. Aunque el manual —también de seis relaciones— del Honda es rapidísimo y, por ello, uno de los atractivos de este coche. Poder estar constantemente echando la mano a su pomo, y cambiando con esos recorridos cortos y rapidez endiablada, es una gozada, pero, sobre todo, permite sacar mejor provecho a los 320 CV de su 2 litros.
Son 20 CV más que su rival francés, pero las sensaciones es de que podrían ser aún muchos más. Y eso que el par motor, en teoría, sí es superior en el 1,8 litros galo al del 2.0 japonés. La rabia con la que sube de vueltas el cuatro cilindros del Civic no alcanza parangón en la categoría y el cambio de fase de la distribución variable, que se percibe en el empuje del motor y por el oído, es de los que ponen los pelos de punta.
Honda Civic Type R vs Renault Mégane RS Trophy: carácter diferenciador
Sin embargo, donde quizá el Megane R.S. Trophy sufre más es en la puesta a punto del chasis, pese a heredar el chasis del R.S. Cup. No acaba de lograr buenos tiempos en circuito, aún cuando tiene uno de los sistemas más determinantes a la hora de ser eficaz: la dirección total. Renault es una de las primeras marcas que revolucionó el mercado introduciendo la dirección en el eje trasero y tiene muy bien afinada su puesta a punto, lo que da una agilidad maravillosa a sus coches, Como en este Trophy, y sin que provoque estrés en la conducción. También tiene un autoblocante mecánico Torsen que funciona de maravilla. Y a todo ello se suma una suspensión dura incluso en los modos de conducción Normal o Confort. En el Sport y en el Race ni te cuento. Así, las sensaciones en la calle son muy buenas, muy racing, luego en la pista y frente al cronómetro, no tanto. Los últimos R.S. no han salido bien parados en la vuelta rápida a nuestro circuito del INTA, y este Trophy tampoco.
En sus distintas versiones, estos Mégane han ido evolucionando, pero para disputar el cetro a los Seat León Cupra R o al Honda Civic Type R aún deben mejorar su rendimiento y puesta a punto, con el motor ganando garra. Los frenos tampoco han tenido buenos resultados, con sensaciones malas: los discos delanteros bimaterial aluminio/fundición nunca me han gustado mucho, pues pesan menos pero creo que frenan peor. Por eso, la deceleración que hemos conseguido en la frenada más fuerte del circuito es de las peores que recordamos. El cambio, siempre criticado cuando hay que usarlo manualmente por su lentitud, en esta ocasión se ha mostrado más efectivo al dejarlo hacer en modo automático, tanto para subir —el corte está por encima de las 6.000 rpm— como para bajar: lleva en todo momento al motor en el régimen de giro más adecuado.
Las salidas de las curvas las hace bastante limpias y ofrece una buena motricidad —en Race desconecta los controles de estabilidad y tracción—. Si a esto unimos que la dirección total permite mucha agilidad y el coche entra en los giros muy rápido, nos encontramos que podemos acelerar pronto. Por eso, en las zonas con las curvas más cerradas es donde mejor se comporta, con un balanceo muy pequeño. Al final, el Type R es más rápido e, incluso, quizá por pequeños detalles como la utilización de llantas de 20" frente a las de 19" del Trophy.
ESPACIO | Honda Civic Type R 320 CV | Renault Mégane RS Trophy 300 CV |
Anchura delantera | 145 cm | 143 cm |
Anchura trasera | 139 cm | 136 cm |
Altura delantera | 94/100 cm | 88/95 cm |
Altura trasera | 87 cm | 92 cm |
Espacio para piernas | 75 cm | 71 cm |
Maletero | 445 litros | 350 litros |
Habrá que esperar al Trophy R, una versión que se acaba de presentar y que ha batido un nuevo récord en Nürburgring de la categoría, para ver si hace frente a los gallitos de la clase como los Ford Focus RS, Seat León Cupra R y, por supuesto, el Honda Civic Type R. Si reduce mucho su peso (130 kg o incluso más si se montan opciones de carbono) podrá compensar el empuje del motor (mantiene los 300 CV) y lograr sacar partido a su chasis con una mejor puesta a punto.
Ahora bien, hay que decir que ambos contrincantes son dos opciones muy polivalentes, porque sus carrocerías son grandes y dan amplitud interior, sobre todo la del Civic. Por eso la vida a bordo siempre es muy agradable y son coches adaptados al uso diario... siempre que demos por descontada la dureza de su suspensión. Porque incluso los baquet de competición Recaro del Mégane son muy cómodos para el día a día.