Honda Civic 1.6 VTEC 3p

Se trata de un turismo con un amplio habitáculo y una línea que recuerda a la de un monovolumen pequeño. Sin embargo, la carrocería de 3 puertas, el tirón de su motor y, sobre todo, la posición que ocupa la palanca de cambios en el salpicadero dotan a este Civic de un aire juvenil y deportivo.

Mucho que ofrecer
Mucho que ofrecer

Con el 5 puertas, Honda ya logró presentar un modelo cuyo aspecto era el de un monovolumen, aunque de reducidas dimensiones (que no se traducían en un habitáculo pequeño, sino todo lo contrario). Ahora con el 3 puertas, la marca japonesa da otra vuelta de tuerca y nos ofrece un modelo que, gracias al diseño de sus ópticas, a la situación más atrasada del pilar central y a la forma de las ventanas traseras, se nos muestra como un vehículo que podría ser muy del gusto del público joven.

Es cierto que su capacidad interior, con cinco plazas homologadas y, podemos afirmar, reales, un maletero razonable (con sus 325 litros no se puede decir que sea escaso) y detalles como el de los bolsillos en el respaldo del asiento del copiloto o el hecho de que se puedan quitar las fundas de los sillones podría hacernos pensar en un público objetivo formado por familias jóvenes. Sin embargo, nosotros apuntaríamos más hacia parejas sin hijos y hacia solteros. Los motivos son, fundamentalmente, el diseño del vehículo, el tarado de las suspensiones (tirando a “durito") y la falta de los mil y un huecos que se suelen hacer imprescindibles en cualquier familiar que se precie.

Lo mejor de este modelo es su motor, que, a pesar de ser un 1.6 de poco más de 110 CV de potencia máxima, ofrece una muy buena sensación de conducción. No se queda corto en ningún momento, aunque es quizás a bajas revoluciones cuando se nota más flojo. Sin embargo, sobrepasando las 4.000 revoluciones por minuto, este propulsor da mucho de sí (más de los que nos podíamos imaginar en un primer momento).

El motor va acompañado y respaldado de un cambio ágil y suave. Las marchas entran sin problema y tanto las reducciones como las subidas no se dejan notar de forma brusca.

En el apartado del cambio destaca la posición de la palanca. Como toque de exclusividad y deportividad, Honda ha situado la palanca junto al volante, en el panel central. En un primer momento se hace extraño manejar el cambio en ese lugar, pero más pronto que tarde se asume la nueva posición del cambio y se nota que el uso de ésta pasa a ser más rápido y cómodo. Es más, en situaciones en las que se requiere mucha utilización del cambio, esta posición es ideal. Sólo un pero, la goma que cubre la barra se suelta con mucha facilidad y es fácil que se termine despegando del pomo, dejando al descubierto el hierro.

Al tirón del motor y al cambio se unen una dirección muy ágil y unas suspensiones bastante firmes. Sin embargo y a pesar de que se filtran bien la mayor parte de las irregularidades del pavimento al interior, se nota un excesivo balanceo al entrar en curvas rápidas o realizar algún cambio de dirección brusco. Esta sensación, que a algunos podría parecer cómoda, a mí me ha transmitido cierta sensación de inseguridad. Eso sí, hay que dejar claro que, a pesar de este balanceo, el coche no tiene tendencias excesivas ni al subviraje ni al sobreviraje y que no se descoloca inesperadamente al pasar por una curva.

En carretera, lo peor de este Civic es la excesiva sonoridad del motor, que se llega a hacer demasiado evidente a partir de velocidades no demasiado altas, como 100 ó 120 km/h. Eso sí, el ruido que de verdad llega a hacerse molesto es el del aire: una vez sobrepasados los 140 kilómetros por hora se escucha un silbido que envuelve todo el coche y que llega a resultar bastante insoportable.

Los frenos me han gustado bastante. Los datos de nuestro Centro Técnico hablan de que desde 100 kilómetros por hora hasta dejarlo parado se recorren unos 40 metros, un dato que no se encuentra entre los mejores de su segmento, pero tampoco entre los peores. A pesar de que la eficacia de éstos entra dentro de lo “corriente", el tacto del pedal es bueno y se consigue una muy buena dosificación de los mismos al parar el coche.