Ford Focus 2.0i Ghia 4p

El Focus sedán, o cuatro puertas, llega para hacer que un coche muy bueno sea todavía un poco mejor. El aumento de la capacidad de carga hace que el Focus sea un vehículo más utilizable, más atractivo para ese público que se niega a dejar atrás la estética juvenil y la agilidad de los coches compactos. No es un familiar, pero tiene muchas de sus virtudes. Descúbrelo.

Ford Focus 2.0i Ghia 4p
Ford Focus 2.0i Ghia 4p

A veces, al añadir un tercer volumen a un compacto, sus mejores o peores condiciones dinámicas se ven alteradas. Generalmente, un simple aumento de peso o una modificación de la aerodinámica son suficiente excusa para que el sedán vaya peor que la variante coupé o la cinco puertas. Definitivamente, este no es el caso de Focus, en el que apenas hay diferencia de peso y se ha trabajado mucho sobre el nuevo diseño. Así, el exquisito chasis del coche de Ford sigue demostrando que es uno de los mejores de la categoría y que no le importa qué carrocería lleve. De hecho, ya había dicho lo bueno que era con el “traje" del C-Max, una vestidura que se puso antes de estrenar la apariencia de Focus normal.Y, claro, si con el C-Max iba tan bien, por qué no iba a pasar lo mismo con la carrocería sedán. Salimos a la carretera para confirmarlo y, apenas enlazadas las dos primeras curvas, ya se nos olvida el tipo de carrocería, el número de puertas y cualquier otra consideración apriorista. Sólo queda un coche emocionante, que se adapta como un guante a la conducción más exigente y que siempre pide más.
Siempre es una delicia llevar un Focus y máxime si el motor acompaña, como es el caso de este 2.0. En seguida nos encontramos perfectamente compenetrados con el coche y vamos ganando en confianza y en aplomo.
Todo contribuye a este buen entendimiento: un chasis muy estable, una suspensión que tira a dura, una dirección rápida y exacta, unos frenos incansables, unos asientos que sujetan con fuerza… Cuando el terreno se retuerce, el Focus demuestra lo que es capaz de hacer. Ataca las curvas con decisión, sin ningún balanceo, sin ningún titubeo en las trazadas. Sólo desconectando el control de estabilidad (opcional) podemos arrancarle al coche algún desliz que casi siempre tiene forma de tibio subviraje. ¿Pero no es un coche de orientación familiar? Pues sí, es cierto que lo es, pero también nos puede dar más de una alegría a poco que la carretera enseñe sus encantos. Si no queremos darle rienda suelta a su carácter oculto, podemos contentarnos con su variante civilizada, la cara tranquila de un coche que viaja por autopista con las maneras de una berlina.El corazón que anima a este Focus es un propulsor muy utilizado en la gama Ford. Se trata del Duratec 2.0i 16v de 145 CV, una máquina muy interesante que destaca por su nobleza y por lo bien que se estira en la parte alta del cuentavueltas.
Sometido a los rigores de nuestro banco de pruebas, el 2.0 ha rendido de forma diferente en función de la unidad que hayamos utilizado. Así, lo hemos probado, por ejemplo, con un C-Max y nos dio 140 CV, mientras que con el Focus de cinco puertas roza los 146 y con el sedán se nos ha quedado en unos escasos 136 CV.
Al margen de muchos aspectos que pueden influir en estas mediciones (temperatura, altitud…), el motor siempre da muestras de estar sobrado de energía para mover al Focus. Su par máximo de 18,2 mkg garantiza empuje, aunque hay que buscarlo en un tramo muy concreto del cuentavueltas: entre las 3.500 y las 5.500 rpm, es decir, en su parte media-alta. Por debajo de esos niveles, al coche le falta algo de pegada. Por encima, aunque se estira con ganas, ya no entrega mucho más.Con estos mimbres, el coche resulta muy rápido. Nuestro Centro Técnico ha certificado una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,7 segundos, una marca bastante buena que vaticina unas magníficas recuperaciones y una notable capacidad para mantener cruceros elevados.
Lástima que el cambio, con una quinta marcha demasiado larga, no colabore mucho a sostener estos ritmos vivos, pues nos obliga a reducir apenas la carretera pierde la horizontalidad. De no ser por ese pequeño detalle, los viajes por vías cómodas serían un verdadero placer.

LO MEJOR
LO PEOR

• Carácter deportivo.
• Chasis.
• Maletero.

• Visibilidad interior.
• Rueda de repuesto de emergencia.
• Suspensión algo dura.