Una vez que nos ponemos al volante, comprobamos que el 1.6 TDCI de 109 CV oficiales (117, según las mediciones llevadas a cabo por nuestro Centro Técnico) que es muy capaz y ofrece unas prestaciones más que suficientes para el tipo de coche del que hablamos. A pesar de su escasa cilindrada, el propulsor recupera con bastante solvencia y muestra un carácter equilibrado y tiene su verdadera fuerza si lo llevamos en un rango de revoluciones entre 2.000 y 3.500 rpm, en el medio régimen del cuentarrevoluciones.En el debe de este propulsor, que comparten otros modelos de Citroën y Peugeot, como C4 o 307, está el hecho de que se “acaba" muy pronto, es decir, por encima de las 4.000 vueltas no ofrece demasiadas satisfacciones al conductor y que es ligeramente ruidoso, principalmente en frío. Contar con cerca de 25 mkg desde las 2.000 vueltas, otorga al Focus un tacto muy agradable en ciudad, lo que se combina con unos consumos muy reducidos, con 6,3 litros a los 100 km de media ponderada. Incluso, en las mediciones de nuestro Centro Técnico, se baja de los 5 litros a los 100 km a una velocidad constante de 110 km/h, y, como mucho, se alcanzan los 7,5 litros en ciclo urbano. El comportamiento de este compacto es uno de los mejores del segmento, ya que nos permite extraer bastante diversión al volante a la vez que nos asegura una eficacia de primer orden. En esta versión Sport, los amortiguadores son más firmes y 10 mm más cortos, lo que hace que la carrocería se sujete muy bien y la sensación de estabilidad se incremente. Esta firmeza no se traduce en ningún momento en incomodidad, ni siquiera en los asfaltos más tortuosos, algo que agradecerán nuestros riñones y nuestros empastes. En vías de gran capacidad muestra un aplomo destacable con una gran calidad de rodadura, que se rompe sólo con un ligero rumor aerodinámico a velocidades elevadas, que, por otro lado, no es demasiado molesto En curvas el guiado del coche es muy preciso y el comportamiento se convierte en casi divertido, con una trasera inamovible y sin malos modos, incluso al límite. En este tipo de trazados (y en cualquiera), el Focus ofrece la posibilidad de regular la asistencia de la dirección a voluntad. Así, podemos elegir, desde el mando del ordenador de a bordo y solamente cuando el coche esté parado, entre tres tipos de programa: confort, estándar y deportivo. La diferencia entre ellos se deja notar. En el modo deportivo la dirección es más directa, mientras que en el confort está un poco más “blanda", lo que la hace más apropiada para desplazamiento urbanos. A pesar de que muestran un carácter diferente, a la hora de aparcar, da igual la que tengamos seleccionada, pues el sistema, automáticamente, se regula para favorecer la maniobra. Los frenos son un dispositivo que se comporta de manera sobresaliente, con un tacto y una resistencia muy buena y la mordiente justa. Además, ofrece una las mejores distancias de frenado del segmento. Según las mediciones de nuestro Centro Técnico, en las pruebas de frenado desde 140 km/h en ninguna de las ocasiones se superaron los 69 metros, una cifra muy notable y que otorga un plus de seguridad al conjunto. ¿Y el precio? Pues la verdad es que los coches, en general, están bastante elevados de precio. Por eso, que esta versión Diesel de 109 CV cueste unos 18.000 euros, tres millones de pesetas, en un primer momento puede parece caro, pero viendo los modelos de la competencia es el más barato, si exceptuamos al Mégane 1.9 dCi, que con 120 CV vale unos 400 euros menos, y el C4 Coupé 1.6 HDI, que con los descuentos habituales de la marca se queda con un precio de 1.000 euros inferior. Hay que tener en cuenta que Ford ofrece, de manera temporal, una promoción de lanzamiento que abarata el precio final en 1.700 euros, lo que hace que realmente sea el más barato de la terna. El nivel de equipamiento que ofrece esta versión Sport es bastante aceptable, aunque, bajo nuestra opinión, carece de algunos elementos que serían deseables, sobre todo si tenemos en cuenta el carácter deportivo del compacto. Así, las llantas de aleación (360 euros), el radio CD (300 euros) y el control de estabilidad (en un pack junto al control de tracción por 650 euros) deberían ser parte de la dotación de serie, que sí incluye, entre otros, suspensión deportiva, airbags de todo tipo (conductor, acompañante, de cortina y laterales), aire acondicionado (climatizador opcional por 400 euros), ordenador de viaje y dirección ajustable en asistencia. En conclusión, este Focus es un modelo mejorado respecto a su antecesor. Cuenta con uno de los motores más equilibrados del mercado, en cuanto a su relación prestaciones/consumo/agrado de uso, y ofrece un comportamiento dinámico superior, por lo que se convierte en una opción muy atractiva para aquellos a quienes les gusta disfrutar al volante sin perder de vista el enfoque útil del automóvil. Una vez que nos ponemos al volante, comprobamos que el 1.6 TDCI de 109 CV oficiales (117, según las mediciones llevadas a cabo por nuestro Centro Técnico) que es muy capaz y ofrece unas prestaciones más que suficientes para el tipo de coche del que hablamos. A pesar de su escasa cilindrada, el propulsor recupera con bastante solvencia y muestra un carácter equilibrado y tiene su verdadera fuerza si lo llevamos en un rango de revoluciones entre 2.000 y 3.500 rpm, en el medio régimen del cuentarrevoluciones.En el debe de este propulsor, que comparten otros modelos de Citroën y Peugeot, como C4 o 307, está el hecho de que se “acaba" muy pronto, es decir, por encima de las 4.000 vueltas no ofrece demasiadas satisfacciones al conductor y que es ligeramente ruidoso, principalmente en frío. Contar con cerca de 25 mkg desde las 2.000 vueltas, otorga al Focus un tacto muy agradable en ciudad, lo que se combina con unos consumos muy reducidos, con 6,3 litros a los 100 km de media ponderada. Incluso, en las mediciones de nuestro Centro Técnico, se baja de los 5 litros a los 100 km a una velocidad constante de 110 km/h, y, como mucho, se alcanzan los 7,5 litros en ciclo urbano. El comportamiento de este compacto es uno de los mejores del segmento, ya que nos permite extraer bastante diversión al volante a la vez que nos asegura una eficacia de primer orden. En esta versión Sport, los amortiguadores son más firmes y 10 mm más cortos, lo que hace que la carrocería se sujete muy bien y la sensación de estabilidad se incremente. Esta firmeza no se traduce en ningún momento en incomodidad, ni siquiera en los asfaltos más tortuosos, algo que agradecerán nuestros riñones y nuestros empastes. En vías de gran capacidad muestra un aplomo destacable con una gran calidad de rodadura, que se rompe sólo con un ligero rumor aerodinámico a velocidades elevadas, que, por otro lado, no es demasiado molesto En curvas el guiado del coche es muy preciso y el comportamiento se convierte en casi divertido, con una trasera inamovible y sin malos modos, incluso al límite. En este tipo de trazados (y en cualquiera), el Focus ofrece la posibilidad de regular la asistencia de la dirección a voluntad. Así, podemos elegir, desde el mando del ordenador de a bordo y solamente cuando el coche esté parado, entre tres tipos de programa: confort, estándar y deportivo. La diferencia entre ellos se deja notar. En el modo deportivo la dirección es más directa, mientras que en el confort está un poco más “blanda", lo que la hace más apropiada para desplazamiento urbanos. A pesar de que muestran un carácter diferente, a la hora de aparcar, da igual la que tengamos seleccionada, pues el sistema, automáticamente, se regula para favorecer la maniobra. Los frenos son un dispositivo que se comporta de manera sobresaliente, con un tacto y una resistencia muy buena y la mordiente justa. Además, ofrece una las mejores distancias de frenado del segmento. Según las mediciones de nuestro Centro Técnico, en las pruebas de frenado desde 140 km/h en ninguna de las ocasiones se superaron los 69 metros, una cifra muy notable y que otorga un plus de seguridad al conjunto. ¿Y el precio? Pues la verdad es que los coches, en general, están bastante elevados de precio. Por eso, que esta versión Diesel de 109 CV cueste unos 18.000 euros, tres millones de pesetas, en un primer momento puede parece caro, pero viendo los modelos de la competencia es el más barato, si exceptuamos al Mégane 1.9 dCi, que con 120 CV vale unos 400 euros menos, y el C4 Coupé 1.6 HDI, que con los descuentos habituales de la marca se queda con un precio de 1.000 euros inferior. Hay que tener en cuenta que Ford ofrece, de manera temporal, una promoción de lanzamiento que abarata el precio final en 1.700 euros, lo que hace que realmente sea el más barato de la terna. El nivel de equipamiento que ofrece esta versión Sport es bastante aceptable, aunque, bajo nuestra opinión, carece de algunos elementos que serían deseables, sobre todo si tenemos en cuenta el carácter deportivo del compacto. Así, las llantas de aleación (360 euros), el radio CD (300 euros) y el control de estabilidad (en un pack junto al control de tracción por 650 euros) deberían ser parte de la dotación de serie, que sí incluye, entre otros, suspensión deportiva, airbags de todo tipo (conductor, acompañante, de cortina y laterales), aire acondicionado (climatizador opcional por 400 euros), ordenador de viaje y dirección ajustable en asistencia. En conclusión, este Focus es un modelo mejorado respecto a su antecesor. Cuenta con uno de los motores más equilibrados del mercado, en cuanto a su relación prestaciones/consumo/agrado de uso, y ofrece un comportamiento dinámico superior, por lo que se convierte en una opción muy atractiva para aquellos a quienes les gusta disfrutar al volante sin perder de vista el enfoque útil del automóvil.
Ford Focus 1.6 TDCI Sport
La esperada segunda generación del Focus no nos ha decepcionado. Motor potente y frugal y comportamiento de primera son sus virtudes. Descúbrelas
