El Ford Fiesta ST200 se distingue por el exclusivo color Storm Greyde de su carrocería, también cuenta con llantas de diseño específico pintadas en negro y los correspondientes anagramas.
De todas formas, la novedades más importantes que aporta esta versión Ford Fiesta ST200 las encontramos en el plano técnico. El explosivo motor 1.6 turbo recibe una nueva gestión electrónica lo que ha permitido aumentar la potencia de 182 a 200 CV, también mejora el par máximo que pasa de 24,48 mkg a 29,59 mkg, mientras que para aprovechar mejor la potencia disponible, la caja de cambios cuenta con un desarrollo final ligeramente más corto.
En el Ford Fiesta ST200, las suspensiones se han retocado asimismo con el objetivo de mejorar el comportamiento y la capacidad de absorción; algunos clientes se quejaban de que era demasiado seca en el ST. Para ello en el tren delantero se monta una barra estabilizadora 2 mm más gruesa; se pasa de 19 mm a 21, mientras que el eje de torsión trasero es un 27% más rígido, lo que ha permitido montar unos muelles de suspensión ligeramente más suaves y que filtran mejor las irregularidades del firme. La dirección también es más rápida, se han montado brazos más ortos, mientras que frenos y neumáticos son los mismos que en el ST.
Con todo esto, el ST mejora las prestaciones. Se anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 sg, lo que supone una mejora con respecto al ST de 2 décimas. Lógicamente los consumos aumentan, pero de forma muy moderada, de 5,9 a 6,1 en ciclo combinado.
El Ford Fiesta ST es un coche que ha brillado siempre a gran altura por sus cualidades dinámicas y como se puede imaginar, esta versión es todavía más eficaz y gratificante en su conducción. El motor 1.6 litros turboalimentado sorprende por su buen funcionamiento, empuja con mucha garra y temperamento desde bajas vueltas, mientras que a medio régimen y en alta, se estira con total facilidad y en constante progresión hasta el corte que se produce bien superadas las 6.500 rpm.
Muy bien también el cambio de marchas, con un escalonamiento bastante ajustado y un selector que permite manejarlo con gran rapidez y precisión.
A los mandos del Fiesta ST200 y desde los primeros kilómetros se aprecia que las suspensiones son algo más confortables. El coche va duro, muy duro como cabía esperar, pero es verdad que digiere con mayor facilidad las irregularidades del firme que el ST de 182 CV, un coche con el que en su día hubo ocasión de realizar un buen número de kilómetros.
El Fiesta ST200 sorprende por su agilidad y eficacia en trazados sinuosos, es un auténtico matagigantes capaz de poner en aprietos a deportivos de campanillas. A los mandos además, la diversión está asegurada, ya que el coche es muy rápido de reacciones que atiende con total fidelidad y precisión a las insinuaciones que se realizan con el volante.
Siempre he defendido que para disfrutar a tope de la conducción deportiva no hacen falta muchos caballos y este es un buen ejemplo de este razonamiento. Lo único que falta por conocer del ST200 es el precio. De momento convivirá con el ST de 182 CV, un modelo que se ha convertido en un verdadero éxito comercial y prueba de ello es que se han vendido ya más de 30.000 unidades en su primer año de comercialización.
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