Cubierto por el Ecosport como auténtico y polivalente SUV que es, Ford no deja pasar una buena oportunidad de vestir al Fiesta con esa identidad y atuendos que tanto gusta al cliente actualmente, convirtiéndolo en un atractivo utilitario con un impacto visual aún mayor que el que ya de por si tienen los Fiesta normales. Es una operación de cirugía —que esconde algo más a nivel técnico— que Ford también extiende a la nueva gama Focus —respaldado también por otro SUV "de verdad", el Kuga—, aunque como seguro que sabes, ni Ford es pionera en este tipo de "tratamientos" ni la única que lo ha hecho sobre modelos utilitarios o compactos. El resultado final, lo veremos respondiéndonos a diferentes preguntas.
Tratamiento Active
A parte de los cambios estéticos que saltan a la vista —y que, por cierto, dejan, incomprensiblemente, demasiado expuestos los paragolpes o laterales de puertas—, el Ford Fiesta Active va 18 mm más alto respecto al suelo que los Fiesta normales aunque en realidad el muelle sólo aporta 6 milímetros extra: el resto procede de la diferencia de rueda siempre y cuando compares los Active —equipados en origen con llanta de 17 pulgadas— con los modelos de referencia: los Fiesta con suspensión normal —los ST Line van 10 mm más bajos— con su más que equilibrada rueda —para el peso y potencia que tiene el coche— de 16 pulgadas.
ESPACIO | Ford Fiesta Active 1.0 EcoBoostt |
Anchura delantera | 135 cm |
Anchura trasera | 126 cm |
Altura delantera | 94/99 cm |
Altura trasera | 86 cm |
Espacio para piernas | 66 cm |
Maletero | 320 litros |
Así las cosas, la distancia de la carrocería al asfalto no aporta realmente beneficio alguno ya sea para mejorar el acceso al vehículo, tener una postura de conducción más dominante, ofrecer ventajas para salvar algún que otro bordillo a la hora de, por ejemplo, aparcar ni abandonar el asfalto con un mínimo de garantías, aunque no creo que nadie espere que este coche esté cualificado para ello; el Ecosport sería su alternativa en ese caso, pero cuesta 1.000 euros más a igualdad de motor y aunque es más polivalente en todos los sentidos, también es un coche más lento, gasta más, tiene un comportamiento menos bueno y es menos cómodo que cualquier de los Fiesta.
Si bien, también el Ford Fiesta Active esconde otros elementos que no se ven, pero se sienten. Entre ellos, unos amortiguadores diferentes, con nuevos topes hidráulicos, que suavizan las sacudidas de suspensión al circular por superficies muy rotas y cuya presencia es notable sólo en la parte final de compresión de la amortiguación. Eso sí, a mi modo de ver, parte de los beneficios desparecen al equipar un neumático perfil muy bajo que aporta más imagen que ese plus adicional en filtrado que podrías esperar, así que salvo circunstancias muy especiales, no vas a sentir un coche claramente más confortable que los Fiesta normales que ya de por sí van de cine y destacan, precisamente, por tener un chasis de lo mejor de la categoría.
CONSUMOS | Ford Fiesta Active 1.0 EcoBoost |
Consumo en ciudad | 6,2 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,1 l/100 km |
Consumo medio | 5,5 l/100 km |
Autonomía media | 761 km |
Lo mejor es que a los Active también traspasa ese valor añadido como Fiesta que es, así que sigue teniendo un tacto y comportamiento impecable y un guiado híper preciso, aunque en este caso, el control de estabilidad resulta algo más intrusivo. En parte ligado a él, estas versiones incluyen un modo específico de baja adherencia que actúa sobre el control de tracción y que, por lo que he podido probar, tampoco lo veo como un elemento verdaderamente decisivo. De Fiesta a Fiesta Active, a igualdad de motor y con equipamiento equivalente, la diferencia son de unos nada desdeñables 1.400 euros.
Pequeño gigante
El 1.0 Ecoboost en este Ford Fiesta Active, en este caso en su versión de 125 CV, resulta también aquí un motor globalmente brillante. Ni acusa un sobrepeso con el Fiesta equivalente —4 kilos reales—, ni cambian los desarrollos de cambio. Una vez acostumbrado a su "arritmia" a bajos regímenes, donde únicamente deja entrever síntomas de su arquitectura, y confiando en que esas leves vibraciones a bajo régimen no son síntoma de falta de fuerza, empezarás a aprovechar ese primer tercio de giro de motor con el que moverte con bastante suavidad y progresividad, aunque este pequeño "un litro" se encuentra mucho mejor a medio y alto régimen, incluso girando cerca de las 6.500 rpm a la que corta inyección.
PRESTACIONES | Ford Fiesta Active 1.0 EcoBoost |
Acel. 0-100 km/h | 10,27 s |
Acel. 0-400 m | 17,4 s |
Acel. 0-1000 m | 31,37 s |
Sonoridad 120 km/h | 69,1 dBA |
Sonoridad 140 km/h | 71,6 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 75,35 m |
Peso en báscula | 1.184 kg |
Ha resultado ser algo más lento en aceleración que el Fiesta "normal" con el mismo motor, casi un segundo que, en parte, se "pierde" en los primeros metros de "nuestra" en modo pista con la finalidad de medir la mayor capacidad prestacional posible, así que en la vida real esas diferencias deben ser insignificantes o, al menos, así lo parecen en conducción normal. Probablemente no sea el tres cilindros más refinado de su clase, pero es un motor muy satisfactorio desde cualquier punto de vista siempre y cuando esperes consumos acorde a su nivel de potencia y no al tamaño del motor.
Gasta poco en circulación normal, aunque es cierto que requiere una conducción muy fina, pero a alta velocidad sus cifras llegan a ser mayores que las de otros motores rivales, donde destaca especialmente el 1.0 TSi con 116 CV de, por ejemplo, un Seat Ibiza. Si aún te queda algo de fe en los Diesel, recuerda que los Fiesta Active también tienen uno extraordinario, en especial su versión de 120 CV, por 897 euros que más que 1.0 Ecoboost/125 que no tardarás en amortizar por su menor consumo, pero que además te proporciona una respuesta, agrado y prestaciones todavía mejores.