Ford Fiesta 1.4 TDCi Trend 5p

El primer descendiente de Ford y PSA-Peugeot Citroën, el propulsor Duratorq Diesel de inyección directa de alta presión, da vida al nuevo Fiesta. Se trata de una mecánica que desarrolla 68 CV de potencia y que ofrece un par motor de 18,4 mkg a 2.250 rpm. Como viene siendo habitual en los motores turboalimentados, esta pequeña mecánica también ha ofrecido más caballos en nuestro banco de potencia que los reseñados en los datos oficiales facilitados por Ford España y se ha colocado en los 70,9 CV a 3.760 rpm.

Ford Fiesta 1.4 TDCi Trend 5p
Ford Fiesta 1.4 TDCi Trend 5p

No obstante, el noble apellido TDCi puede engañarnos a primera vista en este Fiesta y hacer que pensemos que nos encontramos ante un propulsor de altas prestaciones. La explicación es sencilla: sus hermanos mayores de gama equipan propulsores con este distintivo y desarrollan altas prestaciones. El Focus, por ejemplo, dispone de una recién estrenada mecánica de 115 CV y el Mondeo tiene un motor no menos nuevo de 130 CV.

Pues bien, si Ford ha decidido nombrar a este utilitario con estas siglas es para equipararle con la “deportividad" que el propulsor imprime en los dos modelos mencionados. Creemos que no lo ha conseguido y que resulta exagerado el nombramiento de este pequeño vasallo con los privilegios del noble TDCi. Sin embargo, hechas estas consideraciones, no se pueden argumentar características negativas contra esta mecánica, a excepción de la excesiva sonoridad. Nos queda una cuestión en el tintero. Cuando llegue la mecánica Diesel de 90 CV, que llegará, ¿cómo va a denominarla Ford? Ese sí será el propulsor deportivo que pueda compararse con la deportividad mencionada de Focus y de Mondeo.

Este último aspecto está sabiamente ocultado mediante un equipo de sonido que aumenta su volumen a la vez que pisamos el acelerador y que lo disminuye a medida que pisamos el freno. Es curioso comprobar como en zonas de rotondas, por ejemplo, vamos subiendo el volumen de la canción del verano a medida que pasamos por las rectas y como este volumen se va ocultando cuando nos acercamos a la rotonda.

El comportamiento del motor es suficiente para mover con alegría al Fiesta. En comparación con el propulsor SDI del grupo alemán Audi-Volkswagen, donde podemos hallar a sus principales rivales, este turbodiésel es mucho más satisfactorio que aquel. De todas formas, hay que tener en cuenta que el SDI es un Diesel atmosférico tradicional y este que equipa el Fiesta es turbodiésel con conducto común e inyección a alta presión. Esto se traduce en una lentitud de reacción en los motores de origen germano SDI, que nada tienen que ver con las mecánicas TDI, claro, frente a una viveza mayor en este propulsor nacido del acuerdo PSA y Ford, sobre todo, a partir de las 2.000 vueltas, que es donde se advierte la presencia del turbo y donde además ofrece el mayor par motor (18,4 mkg a 2.250 rpm). La cifra de par motor, teniendo en cuenta la cilindrada de que dispone (1.395 centímetros cúbicos), es muy notable.

Con estas características, las prestaciones del Fiesta TDCi son bastante positivas. Tenemos que tener en cuenta ante qué tipo de vehículo estamos y cuál es el objetivo con el que ha sido concebido. Se trata de un automóvil compacto destinado a recorridos urbanos y a viajes extraurbanos más o menos largos, pero no diarios, aunque sí perfectamente semanales. La aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora se sitúa en algo más de 15 segundos, durante los cuales recorre unos 272 metros. Sin embargo, en carretera las prestaciones no son lo más importante, sino el comportamiento suave del motor y la progresividad con la que alcanza una velocidad aceptable de crucero, entre los 140 y los 150 kilómetros por hora, y la mantiene. Dispone de una velocidad máxima, a la vista del velocímetro, de 170 kilómetros por hora en terreno llano.

El cambio es manual, de cinco velocidades y, una vez pasado un ligero periodo de adaptación, sobre todo a la hora de meter primera marcha, que se resiste, resulta muy cómodo. Los desarrollos de la caja están ajustados perfectamente. Dispone de una cuarta marcha muy elástica que permite subir de vueltas y apurar el motor bastante antes de meter quinta y disfrutar del empuje del motor.