Por su especial idiosincrasia, automóviles como el Fiat 500X, el Peugeot 2008 y el Renault Captur disponen de sobrados argumentos para satisfacer a cientos de conductores que en cada uno de ellos encuentran encontrar «su» coche. Por ello, los hemos enfrentado entre sí, en sus motorizaciones más básicas, para acercarte sus virtudes y puntos débiles.
El Fiat 500X ha sido el último en aparecer en el mercado. También es el más grande aunque, curiosamente, su motor es el más modesto de este enfrentamiento, lo que le puede dejar en desventaja teórica frente a los de sus rivales franceses. Compite con el Peugeot 2008 equipado con la nueva generación de motores BlueHDI Euro6 y con una actualización estética a punto de llegar al mercado y el Renault Captur, con su «eterno» dCi 1.5, en versión de 90 CV en esta ocasión, y la referencia de una docena larga de rivales.
La imagen que transmiten el Fiat 500X, Peugeot 2008 y Renault Captur es uno de los puntos fuertes. No son para nada automóviles clásicos, sino que sugieren una fusión de conceptos como SUV, dimensiones de compacto y un toque de monovolumen que les hace presuponer ser bastante prácticos. Si además añaden posibilidades reales de modularidad, un aspecto de coche capaz de salirse del asfalto y permitir adentrarse en caminos y una posición de conducción elevada, que permita controlar el tráfico circundante, tenemos algunas razones que explican su actual popularidad.
El más sorprendente es el Fiat 500X ya que si bien recuerda mucho a un Fiat 500, basta subirse a él para darse cuenta de que estamos ante algo bien diferente. De hecho, comparte estructura con el Jeep Renegade, y, por lo, tanto cuenta con un bastidor muy evolucionado, con el tren trasero de paralelogramo deformable en vez del eje torsional con ruedas tiradas de sus rivales. Esto le permite mantener mejor la trayectoria cuando el terreno es irregular y transmitir menos traqueteos a los pasajeros. Por su parte, el Peugeot 2008 no esconde los genes que lo aproximan al 208, aunque está dotado con una mayor altura interior, mejor distancia al suelo y una imagen más dinámica, en tanto que el Renault Captur poco hace suponer que su estructura mecánica es la de un Clio, adaptada como en el caso del Peugeot a los nuevos requerimientos.
El espacio interior del Fiat 500X, Peugeot 2008 y Renault Captur
En este caso, ni la cinta métrica ni un medidor láser van a marcar una diferencia abrumadora a favor de ninguno de los integrantes, que se encuentran en un equilibrado punto intermedio entre sus rivales. Aun así, hay que apuntar que el Fiat 500X es el más espacioso en cuanto a anchura aunque no saca todo el partido posible a ser el más largo del enfrentamiento. Y es que, el Renault Captur tiene más espacio para las piernas y es el más práctico y versátil para un uso familiar ya que es el único del lote —aunque rivales como el Mini Countryman o Skoda Yeti también lo ofrecen— que permite avanzar o retroceder el asiento, pudiendo así elegir entre aumentar espacio para los pasajeros o para la carga. Por su parte, la buena altura de las plazas traseras no es suficiente para que el Peugeot 2008 brille en este sentido.
En los tres predominan los revestimientos rígidos, aunque hay que reconocer cómo los de Fiat 500X y Peugeot 2008 lucen un mejor aspecto y emiten algún reflejo menos sobre el parabrisas bajo según qué condiciones de iluminación que en el Renault Captur. Y es que la calidad visual no llega a alcanzar a la de sus rivales dado el tacto de los materiales y ciertos ajustes, con presencia de alguna rebaba en la parte inferior del volante que afea las sensaciones generales de un automóvil práctico como pocos en su tamaño. Y es que, el Renault cuenta con soluciones muy inteligentes que si bien pueden resultar controvertidas, aportan un extra de practicidad. Se trata de las fundas de los asientos desenfundables o el gran cajón deslizante que hace las veces de guantera, aunque su apertura horizontal plantea el riesgo de poder chocar con las rodillas de los pasajeros
Encontrar la posición de conducción deseada no es obstáculo insalvable para ninguno de los tres. Todos cuentan con regulación en altura y profundidad del volante, aunque cada uno guarda su peculiaridad. Así, en el Fiat 500X vas sentado más alto que en sus rivales, nada menos que 8 cm más que en el 2008, y se tiene una posición de conducción más dominante sobre la carretera, con lo que ello tiene de facilidad para entrar o salir del coche. También cuenta con la banqueta más generosa del lote, de modo que las personas de mayor tamaño pueden verse más a gusto que en el Renault Captur —cuyo respaldo es el que más recoge los hombros— y en el Peugeot 2008, cuyo asiento puede adaptarse mejor a féminas y personas de menor estatura.
La mecánica del Fiat 500X, Peugeot 2008 y Renault Captur
A pesar de ser el menos habitable, el Peugeot 2008 es el que va aporta mejores sensaciones de conducción tanto por razones subjetivas como todo lo que se puede medir en forma de consumo, aceleración, o facilidad para recuperar velocidad, ya que los 100 CV del BlueHDI del Peugeot 2008 le permiten imponerse a sus dos rivales en lo que tiene que ver con prestaciones. No sólo es más potente, sino que también resulta el más agradable de usar al contar con más par motor que sus rivales, especialmente a bajo régimen y medio régimen, que le permitirá tirar con más facilidad de las marchas más largas durante más tiempo. Si además le sumamos que es el que menos gasta, y que su chasis es el más preciso, su victoria en el apartado dinámico parece inamovible por mucho que las distancias de frenada al límite no pasen de discretas. La explicación tiene que ver con unos neumáticos M S asociados al sistema de tracción Grip Control que si bien pueden marcar las diferencias cuando nos encontremos con nieve o firmes resbaladizos, se cobra un peaje un doble peaje en cuanto a distancias de parada y sonoridad —más elevada que sus rivales—.
El Renault Captur, por su parte, tiene un motor algo más suave y progresivo, con un menor efecto turbo y también un consumo bien por debajo de la media de la categoría, especialmente en carretera, aunque no es tan rápido como el Peugeot. En cambio, tiene una mejor sonoridad en marcha, un aspecto que refuerza el carácter familiar que ya intuíamos al observar el asiento trasero deslizante y el maletero con doble fondo, y brilla por unas distancias de frenado en seco inimaginables para sus rivales. En cambio, la suspensión muestra alguna dificultad para contener los movimientos verticales de carrocería en curva y llega a resultar seca al pasar por encima de reductores de velocidad sin haber reducido la marcha. Es el auténtico talón de Aquiles de un vehículo por lo demás excelente, que permitiría valorar motores más potentes e incluso el interesante cambio EDC de doble embrague.
El Fiat 500X, es víctima de una inferioridad mecánica frente a sus rivales que le condena en el capítulo prestacional. Su menor cilindrada, 1.248 cm3, debe compensarse a base de turbo, lo que condiciona no sólo un rendimiento absoluto más bajo, sino también una respuesta al acelerador menos viva que obliga a hacer un uso más frecuente del cambio para mantener el ritmo de marcha. También es el de consumo menos bajo, aunque por poco, ya que se mueve en la media de la categoría. Afortunadamente, Fiat también ofrece el Multijet 1.6 de 120 CV, que a todas luces lo tiene más fácil para mover una carrocería del tamaño del 500X. Éste, en cambio, destaca por la contundencia de su equipo de freno y, sobre todo, por un chasis de primera tanto en lo que tiene que ver con el guiado de su dirección —aunque cuesta un poco habituarse a su tacto— y la capacidad de su suspensión para absorber baches e irregularidades manteniendo la trayectoria en todo momento.
El coste del Fiat 500X, Peugeot 2008 y Renault Captur
Apenas 300 euros separan el precio de nuestros protagonistas y los tres cuentan con un equipamiento más que razonable —algo lógico si como es el caso estamos hablando de las versiones tope de gama—. Así, los tres cuentan con climatizador, Bluetooth y control de velocidad de crucero, entre otras cosas, si bien el Peugeot 2008 no puede montar el acceso sin llave y obliga a pagar por el navegador (500 euros), aunque hay que reconocer que es el único que ofrece sin sobreprecio las barras del techo. El Renault Captur, en cambio, acentúa su carácter práctico con un pack de 300 euros que incluye el plegado de los espejos, la cámara de aparcamiento y el sensor trasero de parking , aunque hay que valorar el navegador, el asiento trasero deslizante y la radio con lector de CD, ofrecidos de serie y, en lo negativo, la carencia de techo panorámico o practicable. Ambos, sin embargo, sucumben ante la dotación del 500X, especialmente si tenemos en cuenta que opcionalmente cuenta con sensor de ángulo muerto, cambio de automático de luces largas-cortas, alarma de cambio involuntario de carril y la radio digital, entre otros, además de ser el único que ofrece de serie las luces de xenón.
Valorando los aspectos mecánicos, de espacio, de equipamiento y precio, más que un único ganador, vamos a elegir tres dependiendo de qué sea lo que busquemos. Si nuestra prioridad es el diseño, el refinamiento y el equipamiento nos quedaremos con el Fiat 500X. Si no necesitamos mucho espacio y priorizamos la conducción, el Peugeot 2008 y si nuestras necesidades son las de una familia, el Renault Captur sería el más adecuado, incluso por delante de los rivales japoneses y coreanos a los que este trío de mini SUVs europeos da la réplica.
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