Lo primero que llama la atención cuando se observa el FF en vivo y en directo es su espectacular diseño. De todas formas y aunque esté mal decirlo, recuerda de alguna manera al del BMW Z4 Coupé. El coche es, no obstante, mucho más grande y también mucho más llamativo. Aunque cuenta con un morro muy alargado, dispone de cuatro plazas y un amplio maletero —de 450 litros— resultando, por tanto, bastante práctico para lo que se puede esperar de un Ferrari. Se puede incluso tumbar los asientos posteriores, con lo que el espacio reservado para carga aumenta considerablemente; para hacerse una idea, se puede transportar una bicicleta. Se trata, por tanto, del primer Ferrari que permite viajar cómodamente a cuatro personas con su correspondiente equipaje y que ofrece bastantes concesiones desde el punto de vista práctico. Un deportivo con el que Ferrari entra en competencia directa con los Aston Martin Rapide, Bentley Continental GT o incluso con el Porsche Panamera Turbo.
Pero si el FF llama la atención por sus dimensiones e imponente aspecto, todavía sorprenden mucho más cuando se conocen sus «intimidades» técnicas. El motor, por ejemplo, es un nuevo V12 atmosférico de inyección directa de
Pero no cabe duda que lo que más sorprende del nuevo FF es el sistema de tracción total que incorpora. Tanto por su configuración, como por su funcionamiento, éste no puede ser más original. Y es que la idea no era construir un coche de tracción total convencional; en ningún momento se ha pretendido que pierda el carácter que se espera de un Ferrari. Lo que se buscaba es que el FF no fuera un coche demasiado exigente en su conducción y que permitiera circular por carreteras con escasa adherencia. Y para conseguir este objetivo, se ha desarrollado un sistema de tracción total tan sencillo como ligero y eficaz.
De esta manera, el FF dispone de una configuración mecánica clásica con el motor colocado en la parte delantera longitudinalmente, mientras que la caja de cambios se ubica en posición transaxle, en el puente trasero. El V12 va, no obstante, muy retrasado y gracias a ello se ha podido instalar en la parte delantera, justo en la punta del cigüeñal, el diferencial que manda la fuerza al tren delantero. Este cuenta con dos velocidades y un embrague de accionamiento electrohidráulico que se va bloqueando según las necesidades de tracción. La primera velocidad de esta transmisión sirve así para evitar pérdidas de motricidad cuando se circula en la 1ª y 2ª marcha, mientras que la segunda velocidad del diferencial delantero hace lo propio en 3ª y 4ª. En 5ª, 6ª y 7ª el FF únicamente dispone de propulsión trasera. Se trata, por tanto, de un sistema de tracción total bastante sencillo, pensado para garantizar la motricidad y evitar que la trasera se desmande demasiado en las marchas más cortas. Dada su simplicidad, resulta también muy ligero y prueba de ello es que todo el sistema, incluidos palieres y el sistema hidráulico pesan tan sólo
Este último va colocado como siempre en el volante y dispone de cinco posiciones: Ice, Wet, Confort, Sport y ESC Off. Pero con el Manettino no sólo se controlan las ayudas a la conducción, este también varía el sonido y la respuesta del V12, el tarado de la amortiguación y la velocidad con la que se insertan las marchas, especialmente rápida en los modos Sport y ESC Off.
Para rodar en la pista de nieve, lógicamente escogíamos el modo Ice del Manettino, con el que se suaviza la respuesta del motor y el sistema de tracción trabaja con el objetivo de obtener la máxima motricidad. Calzado con neumáticos de invierno, el FF se puede conducir sobre el hielo con total facilidad y seguridad, demostrando una capacidad de tracción impresionante y absolutamente sorprendente, que poco o nada tiene que envidiar a la de los mejores todo terreno en este tipo de escenarios.
Tras la demostración, quedaba por delante una larga jornada de pruebas que incluía un largo recorrido por carretera de aproximadamente
Ahora bien, no cabe duda que se trata de un coche con una doble personalidad y cuando llega la hora de disfrutar, se convierte en uno de los deportivos más rápidos y eficaces que se pueden conducir. Los 660 CV que desarrolla el refinado y elástico V12 le permiten acelerar como un auténtico misil y prueba de ello es que si se exprimen las marchas hasta el corte, tan sólo emplea 3,7 sg para pasar de
El FF inspira tanta confianza que invita a atacar al máximo en todo momento. Lógicamente conviene tener la cabeza fría y rodar con mucho margen, ya que el ritmo al que se rueda es verdaderamente alto, algo que se aprecia especialmente en las frenadas. Y es que si bien es verdad que el impresionante equipo de discos cerámicos que incorpora es muy potente y prácticamente inacabable, es un coche bastante pesado y que en ocasiones cuesta detener.
Con el FF Ferrari ha demostrado una vez más que está a la última, desarrollando el deportivo más moderno, vanguardista y avanzado que se puede conducir en la actualidad. El FF lo tiene todo para conquistar al público más sibarita y exigente, aunque tanta exclusividad hay que pagarla. Y el precio se sitúa nada menos que en 287.730 €, cifra que fácilmente se puede incrementar si se echa mano de la lista de opciones, que incluye elementos tan apetecibles como un precioso juego de maletas de piel que cuesta la friolera de 11.284 €. Estaremos en crisis, pero la producción del año está prácticamente. Será por dinero.
- Definición: Doce cilindros en V a 65º, colocado en posición longitudinal delantera; refrigerado por agua con intercambiador agua/aceite.
- Potencia: 660 CV a 8.000 rpm.
- Par máximo: 69,69 mkg a 6.000 rpm.
- Velocidad máxima:
- De
- Largo x Ancho x Alto: 4.907 x 1.953 x
- Batalla • Vías: 2.990 x 1.676/1.660 mm.
- Depósito:
- Neumáticos: 245/35 ZR20 delante y 295/35 ZR20 detrás.