Daewoo Nubira Station Wagon

Los nuevos tiempos llegan a todos los rincones de la compañía General Motors y, desde luego, donde más se nota su influjo es en Daewoo, que vive un renacer desde que forma parte de la poderosa estructura de GM. El recién aparecido Nubira Station Wagon es un buen ejemplo de estos cambios.

Daewoo Nubira Station Wagon
Daewoo Nubira Station Wagon

Daewoo acaba de presentar en Alemania el Nubira con la carrocería familiar, que recibe el nombre de Station Wagon. El compacto coreano crece en volumen para transformarse en un coche muy interesante para los que necesiten mucho espacio a buen precio.

Construido sobre la misma base mecánica que comparten Lacetti y Nubira, pero con una carrocería 8,8 centímetros más larga que la del sedán, este Station Wagon presume de sus generosas cotas interiores. Y puede hacerlo, porque sus ocupantes disfrutan de un más que sobrado habitáculo. Las plazas delanteras son cómodas y espaciosas, pero las traseras parecen de una categoría superior. En Daewoo están especialmente orgullosos del metro libre que hay entre los asientos y el techo en ambas filas, amén de los 93 centímetros que se pueden lograr para las piernas de los pasajeros que van detrás. Pero, sin duda, lo que más les llena la boca es el maletero del Nubira Station Wagon, que permite cargar hasta 1.410 litros cuando se recogen los asientos traseros.
Es decir: estamos ante un compacto trasladado al formato familiar y, además, dotado de unas medidas que lo sitúan entre los más grandes y amplios de su particular competencia. Aunque la carrocería familiar tiene una personalidad propia muy acusada, la imagen del Station Wagon está directamente emparentada con la del resto de la gama Nubira y con los Lacetti.
De hecho, el frontal es prácticamente idéntico al de los Nubira sedán, mientras que en los laterales hay un poco de éste y otro poco del Lacetti. La zaga, rotunda, es la aportación que hace este modelo a la estética de la gama. Sin embargo, no parece que en Daewoo hayan querido dibujarla con un afán de provocar o de deslumbrar. Al contrario: se han esmerado por diseñar un portón sencillo, de grandes dimensiones, con un plano de carga a una altura muy cómoda y, además, una luneta trasera enorme que facilita mucho la visibilidad. Según explican en la firma coreana, el diseño del Station Wagon es un mestizaje de los dos aportes fundamentales que ha tenido la genética de la gama. Por un lado, la limpieza deportiva de Pininfarina, que dibujó el Nubira. Por otro, el entusiasmo latino de Giugiaro, artífice del Lacetti. Ambas influencias se han mezclado con el pragmatismo coreano en el centro de diseño de Daewoo en Bupyong, Corea del Sur, para dar como resultado este familiar de trazo estilizado y líneas tensas, lleno de matices y de guiños al desenfado del mejor carácter mediterráneo.En el interior, otra vez el aire de familia. La imagen que presenta el habitáculo es prácticamente la misma que la de un Lacetti, y, desde luego, es donde más se nota el buen hacer de General Motors. La multinacional trata de hacer de Daewoo una firma con productos más aproximados a los estándares europeos de calidad, un empeño que está dando sus frutos.En este caso, como sucede con el Lacetti, no estamos ante unos materiales y una factura que puedan equipararse directamente con los de un Golf o un Mégane, pero ya no están tan lejos como lo estaban anteriores modelos de Daewoo. Es más, cabe decir que están bastante cerca.

Las gomas elegidas para el salpicadero, los remates del volante en piel, las tapicerías… Todo ha mejorado tanto que ya no se puede acusar a Daewoo de hacer coches de otro tiempo. Ahora son vehículos capaces de ofrecer una alternativa seria a los productos europeos y, desde luego, siguen compitiendo duramente por precio, con lo que suponen una oferta muy tentadora.

Los habitáculos, que, como ya hemos dicho, son clones de los de la gama Lacetti, se complementan con un par de docenas de pequeñas bandejas para dejar objetos, varios cajones y unos cómodos portavasos.

Durante el rato que pudimos conducir los Station Wagon por las carreteras alemanas nos dimos cuenta de lo confortable que es el coche para los pasajeros. Pero también pudimos constatar que el salto tecnológico que separa a Daewoo de otras marcas europeas tiene todavía amplitud: al volante se percibe mucho ruido, tanto del motor como aerodinámico. Da la impresión de que el aislamiento podía ser mucho mejor, aunque también puede que sea un defecto achacable a unidades preserie. La gama del Nubira Station Wagon se ofrecerá con dos motores (1.6 y 1.8 de gasolina) que, a su vez, se combinarán con dos acabados, el SX, de entrada de gama, y el más exclusivo CDX. Ambos niveles cuentan, por ejemplo, con ABS y distribución electrónica de la frenada de serie, además de airbags de conductor y pasajero y laterales (sigue sin estar disponible la bolsa de aire para las cabezas). También está presente en los dos acabados el climatizador, mientras que otros elementos, como el control de tracción o la dirección de asistencia variable, son exclusivos del CDX. El equipo de sonido, en cambio, también está en los dos, y muy cumplido, si bien en el CDX añade un cargador de cinco discos. Eso sí, los mandos del sonido en el volante vienen de serie para todos, lo mismo que la red separadora para el maletero.
Las llantas, siempre de 15 pulgadas para neumáticos 195/55R 15, son de aleación en la versión más elevada.

En Daewoo se reservan los precios del Station Wagon hasta septiembre, mes elegido para su lanzamiento comercial. Sin embargo, nos han confirmado que serán muy competitivos. Aferrada firmemente a la columna maestra de General Motors, Daewoo vive una segunda juventud que resulta especialmente florida en Europa. En el Viejo Continente, la firma coreana se mueve cada vez más a sus anchas, registrando aumentos continuos de ventas.

En el primer semestre de 2004, Daewoo vendió en Europa un total de 93.000 unidades, lo que supone un crecimiento del 51 por ciento con respecto al mismo periodo de 2003 y, cómo no, una base excelente para atacar el objetivo propuesto por la compañía: vender 200.000 coches en Europa “a medio plazo".
En la consecución de esta meta, España resulta fundamental. Nuestro país es ya el segundo mercado europeo para Daewoo, sólo superado por Italia. En los primeros seis meses de este año se han matriculado en España 15.700 coches, un 55 por ciento más que un año antes.

Como futuras puntas de lanza de esta ofensiva en Europa, Daewoo anuncia la llegada de varios modelos. En 2005 aparecerán el Kalos de tres puertas, un SUV Niva elaborado en colaboración con Autovaz y la nueva gama Matiz. Después, en 2006, llegará el primer motor Diesel de la casa, montado sobre un poderoso todo terreno ligero del que no hay todavía muchos datos. Daewoo acaba de presentar en Alemania el Nubira con la carrocería familiar, que recibe el nombre de Station Wagon. El compacto coreano crece en volumen para transformarse en un coche muy interesante para los que necesiten mucho espacio a buen precio.

Construido sobre la misma base mecánica que comparten Lacetti y Nubira, pero con una carrocería 8,8 centímetros más larga que la del sedán, este Station Wagon presume de sus generosas cotas interiores. Y puede hacerlo, porque sus ocupantes disfrutan de un más que sobrado habitáculo. Las plazas delanteras son cómodas y espaciosas, pero las traseras parecen de una categoría superior. En Daewoo están especialmente orgullosos del metro libre que hay entre los asientos y el techo en ambas filas, amén de los 93 centímetros que se pueden lograr para las piernas de los pasajeros que van detrás. Pero, sin duda, lo que más les llena la boca es el maletero del Nubira Station Wagon, que permite cargar hasta 1.410 litros cuando se recogen los asientos traseros.
Es decir: estamos ante un compacto trasladado al formato familiar y, además, dotado de unas medidas que lo sitúan entre los más grandes y amplios de su particular competencia. Aunque la carrocería familiar tiene una personalidad propia muy acusada, la imagen del Station Wagon está directamente emparentada con la del resto de la gama Nubira y con los Lacetti.
De hecho, el frontal es prácticamente idéntico al de los Nubira sedán, mientras que en los laterales hay un poco de éste y otro poco del Lacetti. La zaga, rotunda, es la aportación que hace este modelo a la estética de la gama. Sin embargo, no parece que en Daewoo hayan querido dibujarla con un afán de provocar o de deslumbrar. Al contrario: se han esmerado por diseñar un portón sencillo, de grandes dimensiones, con un plano de carga a una altura muy cómoda y, además, una luneta trasera enorme que facilita mucho la visibilidad. Según explican en la firma coreana, el diseño del Station Wagon es un mestizaje de los dos aportes fundamentales que ha tenido la genética de la gama. Por un lado, la limpieza deportiva de Pininfarina, que dibujó el Nubira. Por otro, el entusiasmo latino de Giugiaro, artífice del Lacetti. Ambas influencias se han mezclado con el pragmatismo coreano en el centro de diseño de Daewoo en Bupyong, Corea del Sur, para dar como resultado este familiar de trazo estilizado y líneas tensas, lleno de matices y de guiños al desenfado del mejor carácter mediterráneo.En el interior, otra vez el aire de familia. La imagen que presenta el habitáculo es prácticamente la misma que la de un Lacetti, y, desde luego, es donde más se nota el buen hacer de General Motors. La multinacional trata de hacer de Daewoo una firma con productos más aproximados a los estándares europeos de calidad, un empeño que está dando sus frutos.En este caso, como sucede con el Lacetti, no estamos ante unos materiales y una factura que puedan equipararse directamente con los de un Golf o un Mégane, pero ya no están tan lejos como lo estaban anteriores modelos de Daewoo. Es más, cabe decir que están bastante cerca.

Las gomas elegidas para el salpicadero, los remates del volante en piel, las tapicerías… Todo ha mejorado tanto que ya no se puede acusar a Daewoo de hacer coches de otro tiempo. Ahora son vehículos capaces de ofrecer una alternativa seria a los productos europeos y, desde luego, siguen compitiendo duramente por precio, con lo que suponen una oferta muy tentadora.

Los habitáculos, que, como ya hemos dicho, son clones de los de la gama Lacetti, se complementan con un par de docenas de pequeñas bandejas para dejar objetos, varios cajones y unos cómodos portavasos.

Durante el rato que pudimos conducir los Station Wagon por las carreteras alemanas nos dimos cuenta de lo confortable que es el coche para los pasajeros. Pero también pudimos constatar que el salto tecnológico que separa a Daewoo de otras marcas europeas tiene todavía amplitud: al volante se percibe mucho ruido, tanto del motor como aerodinámico. Da la impresión de que el aislamiento podía ser mucho mejor, aunque también puede que sea un defecto achacable a unidades preserie. La gama del Nubira Station Wagon se ofrecerá con dos motores (1.6 y 1.8 de gasolina) que, a su vez, se combinarán con dos acabados, el SX, de entrada de gama, y el más exclusivo CDX. Ambos niveles cuentan, por ejemplo, con ABS y distribución electrónica de la frenada de serie, además de airbags de conductor y pasajero y laterales (sigue sin estar disponible la bolsa de aire para las cabezas). También está presente en los dos acabados el climatizador, mientras que otros elementos, como el control de tracción o la dirección de asistencia variable, son exclusivos del CDX. El equipo de sonido, en cambio, también está en los dos, y muy cumplido, si bien en el CDX añade un cargador de cinco discos. Eso sí, los mandos del sonido en el volante vienen de serie para todos, lo mismo que la red separadora para el maletero.
Las llantas, siempre de 15 pulgadas para neumáticos 195/55R 15, son de aleación en la versión más elevada.

En Daewoo se reservan los precios del Station Wagon hasta septiembre, mes elegido para su lanzamiento comercial. Sin embargo, nos han confirmado que serán muy competitivos. Aferrada firmemente a la columna maestra de General Motors, Daewoo vive una segunda juventud que resulta especialmente florida en Europa. En el Viejo Continente, la firma coreana se mueve cada vez más a sus anchas, registrando aumentos continuos de ventas.

En el primer semestre de 2004, Daewoo vendió en Europa un total de 93.000 unidades, lo que supone un crecimiento del 51 por ciento con respecto al mismo periodo de 2003 y, cómo no, una base excelente para atacar el objetivo propuesto por la compañía: vender 200.000 coches en Europa “a medio plazo".
En la consecución de esta meta, España resulta fundamental. Nuestro país es ya el segundo mercado europeo para Daewoo, sólo superado por Italia. En los primeros seis meses de este año se han matriculado en España 15.700 coches, un 55 por ciento más que un año antes.

Como futuras puntas de lanza de esta ofensiva en Europa, Daewoo anuncia la llegada de varios modelos. En 2005 aparecerán el Kalos de tres puertas, un SUV Niva elaborado en colaboración con Autovaz y la nueva gama Matiz. Después, en 2006, llegará el primer motor Diesel de la casa, montado sobre un poderoso todo terreno ligero del que no hay todavía muchos datos.