Daewoo Kalos 1.4 SR

La marca surcoreana basa su estrategia para el Kalos en un diseño moderno y funcional y un precio contenido.

Daewoo Kalos 1.4 SR
Daewoo Kalos 1.4 SR

A ritmo mantenido, en llano, el motor se escucha poco —se oye más la aerodinámica— y nos permite mantener a fondo el acelerador a un conservador régimen en torno a las 4.500 vueltas. Si reducimos, pasa de 5.000 vueltas, y no sólo suena, sino que lo hace de una forma desagradable, con muchas resonancias que dan la sensación de estar forzando el motor en exceso, aunque la realidad no sea así. Por otro lado, pasadas las 5.500 vueltas no merece la pena insistir porque la fuerza se viene abajo.

Por su parte, la caja de cambios tampoco se deja querer, siendo uno de los aspectos menos agradables. El tacto es duro e impreciso, pero además no se puede manejar con rapidez porque los sincros son lentos y la marcha, aunque movamos rápido la palanca, no entra con la misma rapidez. Además la palanca se encuentra un poco atrasada, recordándonos en conjunto a algunos modelos Opel de anteriores generaciones. Curiosamente las mayores virtudes dinámicas del modelo vienen de un apartado poco tradicional en Daewoo. Y es el comportamiento. La enorme distancia entre ejes, segunda del segmento por detrás del Ford Fiesta y por encima del Clio y el trío Polo, Ibiza y Fabia, junto con unas vías muy anchas proporcionan una enorme superficie entre ruedas. Esa enorme base unida a una amortiguación más dura que blanda da como resultado un aplomo respetable en autovía y un comportamiento muy progresivo al límite. La dirección transmite bastante lo que está pasando, facilitando realizar las curvas de un solo trazo sin necesidad de realizar correcciones al atravesar alguna irregularidad. La sensación es de que pisa bien, de sentir la carretera, con un buen tacto general. Las cualidades del bastidor permiten rodar por autovía casi al límite del motor con seguridad, pudiendo realizar trayectos largos sin llegar a ser excesivamente pesados. Y eso que los neumáticos Kumho no ayudan, en especial en mojado, ya que en seco proporcionan suficiente agarre. La prueba está en que las distancias de frenado se muestran aceptables, teniendo en cuenta las velocidades de crucero del modelo. En conjunto el Daewoo se defiende con dignidad, pero tiene que luchar con rivales que no perdonan. El precio de salida es atractivo, pero menos si tenemos en cuenta las ofertas del resto. Pero Daewoo entrará también en ese juego y entonces aportará su mejor arma: el precio.