Los servicios de movilidad compartida han permitido a un buen número de personas conocer de primera mano la realidad del Dacia Spring, un coche eléctrico de rango urbano con una vocación urbana tan marcada que de ahí le venían no pocas ácidas críticas por su especifidad, con una batería pequeña, que en lo positivo reduce peso y coste y en lo negativo limita su autonomía, y una necesidad de mejora tanto en precisión de la dirección como en eficacia de los trenes rodantes para mejorar sus sensaciones a bordo.
Parte de esas carencias han quedado resueltas con el lanzamiento de la serie Dacia Spring Electric 65 Extreme, en referencia a la potencia en caballos del nuevo motor eléctrico (47 kW) y a la adaptación estética de una serie especial extendida a cada uno de los miembros de la familia la gama Dacia.
Así son el nuevo motor y la batería del Dacia Spring
El nuevo motor del Dacia le hace mejorar en su respuesta, tanto en aceleración básica desde parado como, especialmente, en los relanzamientos y capacidad para ganar velocidad cuando las ruedas ya están en movimiento. Las cifras no mienten y si bien los 13,9 s que puede emplear el nuevo motor no son los de ningún Porsche, sí son más que dignos, y rebajan la cifra anterior en nada menos de 5,4 s, prácticamente un 28%... y más habitual será la aceleración de arrancada, maniobra en la que la mejora sube hasta un avance del 33%, pasando de 5,8 a 3,9. Curiosamente, y sin un aumento en la capacidad útil de la batería, la autonomía sigue siendo prácticamente la misma, menos de una decena de km que le siguen situando por encima de los 220 km en ciclo mixto WLTP.
No hay cambios en la batería, que sigue siendo de litio y 27,4 kW de capacidad neta: una cifra modestia que, sin embargo, cumple con los requisitos que pedía Dacia ya que su modesta capacidad supone un doble ahorro, el primero en precio —vital para Dacia— y el segundo en peso, con su implicación directa en cuanto a poder arrojar unos consumos muy bajos, como nos sucedió en una toma de contacto por las calles y periferia de Viena al término de los cuales pudimos apreciar un espectacular dato de consumo de 11,2 kWh/100 km en la instrumentación con una conducción no del todo cuidadosa, con más de un acelerón para buscar esa velocidad punta que anuncia y sin buscar la máxima eficiencia. Como suele ser habitual, en este caso la batería puede recargarse mediante corriente alterna, con potencias máximas de carga de 6,6 kW que se van a los 30 en el caso de recargas mediante corriente continua. Aun así, dado su tamaño parece fácil pensar en el Spring en un automóvil que en la mayoría de los casos va a tener una recarga lenta por la noche, incluso en un enchufe Schucko convencional (mejor reforzado con una conexión tirpo Green Up) y así arrancar el día con energía suficiente.
Conducimos el Dacia Spring Extreme Electric 65
La primera vez que te aproximas a él te llama la atención lo silueta compacta, con una distancia entre ejes de 2,43 m para una longitud total de 3,73m, una anchura de poco más de 1,58 m y una altura de 1,52 m a partir de las cuales se consigue una atractiva silueta con no pocas inspiraciones SUV, acentuadas por las protecciones plásticas de la carrocería. Eso sí, el interior resulta estrecho y será más cómodo para todos que las plazas traseras, dos, apenas vayan habitadas.
Dicho esto, también reflejo de la modestia del Spring, toca girar la llave. Sí, girar la llave en un eléctrico, pero es así, y ya estás en disposición de girar el selector del modo de conducción D-N-R sin pasos intermedios retención ni la posibilidad de accionar un modo B. Posición D y se inicia la prueba de conducción. Llama la atención con la facilidad con la que llega a girar —posteriormente comprobaría que anuncia unos impresionantes 9,4 m como diámetro de giro—. Eso sí, su dirección es lenta, tiene más de 3,4 vueltas y obliga a girar muuuchas veces el volante en maniobras como aparcamiento.
La dirección del Dacia Spring es uno de los elementos revisados, lo mismo que una suspensión en la que se han actualizado elementos que facilitan una mejor «lectura» del terreno, adecuada en la mayoría de las ocasiones. Un resultado que se nota y convierten a este eléctrico en una propuesta más acorde a las demandas del gran público —aunque la marca está por encima de las 3.000 unidades vendidas en nuestro país en el acumulado y 800 hasta abril, lo que les hace ser optimistas de cara al resto del ejercicio.
En este sentido, el Dacia Spring 65 CV resultará unos 1.750 euros más caro que la de 45 hasta superar los 22.000. Supone pese a todo, y más si concurren los requisitos del plan Moves, estaríamos en el entorno de los 15.000, una cifra que aun siendo considerable resulta de lo más interesante dado el nivel de exigencia de la conducción diaria y cómo en ocasiones no es suficiente mantenerse a ritmo del tráfico urbano sino que hace falta algo más de «punch» para evitar algunas situaciones comprometidas. Es, precisamente lo que supone la reserva de potencia del nuevo Spring, que se suma al modelo existente. Éste último también tiene novedades: su posible homologación como vehículo comercial de categoría N1 y configuración de dos plazas con una amplia zona trasera que le convierte en un elemento de lo más adecuado para negocios de reparto de última milla, profesionales autónomos, etc.
