Contacto: Seat Tango

El concepto Tango muestra buena parte de los recursos estéticos que Seat imprimirá en sus nuevosmodelos a partir de 2003. Este roadster deja constancia de las capacidades de diseño de la marca barcelonesa.

tango10g.jpg
tango10g.jpg

Muchos coches concepto, de vistosa planta, dejan un decepcionante sabor de boca si logramos conducirlos. El Tango no es uno de ellos. Ya sólo la aproximación a él nos deja sorprendidos por el buen remate de todos sus detalles. Instalarse a sus mandos es relativamente fácil, sobre todo si lo comparamos con un Lotus Elise o un Opel Speedster. El volante, junto con el tablero de instrumentos, y los pedales se regulan para adaptar la posición de conducción. Pese a su reducido tamaño —3,68 metros de longitud y 2,20 de batalla— el espacio es generoso y nunca aparece sensación de agobio. Todas las palancas y mandos funcionan a la perfección, con excelente tacto, y buena disposición.

En movimiento, destaca su excelente agarre —no hay que olvidarse que es un Ibiza Cupra recortado en su plataforma—, su suave y rápida caja de cambios de seis marchas y su motor de 180 CV sobrealimentado. La pista de pruebas, que no permitía demasiados excesos y la obligada presencia del ejemplar único en una inmediata reunión del presidente de la marca, nos incitaron a una exquisita prudencia. Aún así, estaba claro que las capacidades estaban ahí y que si algún día se convirtiera en realidad, el Tango sería un magnífico y precioso vehículo deportivo.