El fuerte crecimiento del segmento Diesel en España y los nuevos niveles de potencia que se están imponiendo en el mercado (por encima de los 100 CV) aconsejaban claramente una versión así y la reestructuración de la gama, que hará desaparecer la versión de 90 CV por su paulatina baja de demanda, así como que la versión de 115 CV (TDdi) se quede sin el turbo de geometría variable –a cambio llevará uno fijo–, aunque conservando las mismas cifras de rendimientos homologadas. La razón de esto último obedece a la creación de un escalonamiento más racional que, con la nueva versión, sea más satisfactoria económica y prestacionalmente.
El Mondeo ya no va a quedarse rezagado con las potencias que en las variantes con motor turbodiésel se demandan en su segmento. El 90 CV se estaba quedando corto y el 115 CV no era suficiente por sí sólo, así que este nuevo 130 CV, con turbo de geometría variable y conducto común de Delphi, completan un panorama mucho más satisfactorio para alcanzar el nivel de ventas esperado para este modelo en los mercados europeos. La diferencia en precios estará marcada por sólo 900 euros entre estas dos últimas versiones, que no es mucho si se tiene en cuenta que el consumo es bajo, las cifras de potencia y par mejores, y el agrado de conducción, mucho mejor que el 115 CV. El TDCi deriva del bloque motor del TDdi, pero con los elementos citados, y otros como relación de compresión e incluso la variación de la composición de pistones, consigue una cifra de potencia superior y, lo que es más importante en este tipo de mecánicas, el par, que llega hasta los 330 Nm tan sólo a 1.800 vueltas, lo que en la práctica nos ha hecho constatar un delicioso funcionamiento del motor, sin titubeos ni vibraciones y además muy silencioso (tan bien que nos ha parecido mejor aislado que otras mecánicas de la competencia). En definitiva, muy agradable de utilizar, que sube bastante bien de vueltas y que logra lanzar al Mondeo por encima de los 200 kilómetros a poco que las condiciones de la carretera sean buenas. Además, el dispositivo de sobrepar permite aumentar momentáneamente (durante 3 ó 4 segundos, aunque los responsables de Ford no supieron concretarlo bien) el par disponible hasta los 350 Nm, según datos oficiales, a base de inyectar más combustible y de una mayor presión y rapidez de inyección, lo que resulta muy práctico en adelantamientos, por ejemplo. Este dispositivo ya estaba disponible sobre el Focus TDCi y se activa presionando hasta el fondo y rápidamente el pedal del acelerador. El fuerte crecimiento del segmento Diesel en España y los nuevos niveles de potencia que se están imponiendo en el mercado (por encima de los 100 CV) aconsejaban claramente una versión así y la reestructuración de la gama, que hará desaparecer la versión de 90 CV por su paulatina baja de demanda, así como que la versión de 115 CV (TDdi) se quede sin el turbo de geometría variable –a cambio llevará uno fijo–, aunque conservando las mismas cifras de rendimientos homologadas. La razón de esto último obedece a la creación de un escalonamiento más racional que, con la nueva versión, sea más satisfactoria económica y prestacionalmente.
El Mondeo ya no va a quedarse rezagado con las potencias que en las variantes con motor turbodiésel se demandan en su segmento. El 90 CV se estaba quedando corto y el 115 CV no era suficiente por sí sólo, así que este nuevo 130 CV, con turbo de geometría variable y conducto común de Delphi, completan un panorama mucho más satisfactorio para alcanzar el nivel de ventas esperado para este modelo en los mercados europeos. La diferencia en precios estará marcada por sólo 900 euros entre estas dos últimas versiones, que no es mucho si se tiene en cuenta que el consumo es bajo, las cifras de potencia y par mejores, y el agrado de conducción, mucho mejor que el 115 CV. El TDCi deriva del bloque motor del TDdi, pero con los elementos citados, y otros como relación de compresión e incluso la variación de la composición de pistones, consigue una cifra de potencia superior y, lo que es más importante en este tipo de mecánicas, el par, que llega hasta los 330 Nm tan sólo a 1.800 vueltas, lo que en la práctica nos ha hecho constatar un delicioso funcionamiento del motor, sin titubeos ni vibraciones y además muy silencioso (tan bien que nos ha parecido mejor aislado que otras mecánicas de la competencia). En definitiva, muy agradable de utilizar, que sube bastante bien de vueltas y que logra lanzar al Mondeo por encima de los 200 kilómetros a poco que las condiciones de la carretera sean buenas. Además, el dispositivo de sobrepar permite aumentar momentáneamente (durante 3 ó 4 segundos, aunque los responsables de Ford no supieron concretarlo bien) el par disponible hasta los 350 Nm, según datos oficiales, a base de inyectar más combustible y de una mayor presión y rapidez de inyección, lo que resulta muy práctico en adelantamientos, por ejemplo. Este dispositivo ya estaba disponible sobre el Focus TDCi y se activa presionando hasta el fondo y rápidamente el pedal del acelerador.