Probablemente, valorar la evolución del nuevo Ford Kuga por las etiquetas que puede mostrar en su parabrisas no es todo lo justo que debiera, porque más allá de sus mecánicas (estrena hasta una versión híbrida enchufable etiqueta CERO), hay otros aspectos que pueden hacer de esta tercera generación del Kuga un SUV más o menos completo. Pero es cierto que en plena transición hacia la electrificación del automóvil, el tipo de motor puede tener mucha relevancia. A las mecánicas diésel se las ha señalado como responsables de todos los males medioambientales, pero su economía de uso sigue siendo hoy en día un argumento irrechazable, así como el agrado y el dinamismo que ofrecen, y todo con unas emisiones de escape ajustadas a las exigentes normativas del momento. Por eso mismo, el desarrollo de motores diésel electrificados parece una excelente opción, cuando te permiten aprovechar sus propias ventajas mecánicas, con esos otros beneficios de usuario ligados a la etiqueta ECO. Mercedes va un poco más allá y también ofrece diésel híbrido enchufable etiqueta CERO, pero ésa es otra historia.
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Hyundai Tucson y Ford Kuga: microhibridación
Ford ha desarrollado esta versión 2.0 Ecoblue MHEV 150 CV (además ofrece otros dos diésel convencionales, de 120 y 190 CV), que recibe un sencillo sistema de microhibridación de 48 V, una solución que se está empezando a generalizar en numerosos motores de gasolina (en Ford, sin ir más lejos), pero apenas en los diésel. De hecho, en esta categoría SUV, solo Hyundai y Kia hace tiempo apostaron también por micro-hibridar un bloque diésel 2.0 de 185 CV y este 1.6 CRDi, con versiones de 116 y ésta de 136 CV.
PRESTACIONES | Ford Kuga Ecoblue 150 CV MHEV | Hyundai Tucson 1.6 CRDi 136 CV 48V |
Acel. 0-100 km/ | 9,78 s | 10,92 s |
Acel. 0-400 metros | 17,11 s | 17,81 s |
Acel. 0-1.000 metros | 31,34 s | 32,60 s |
Sonoridad 100 km/h | 65,5 dBa | 66,9 dBa |
Sonoridad 120 km/h | 68,8 dBa | 69,4 dBa |
Frenada desde 120 km/h | 54,5 m | 55,1 m |
Estos sistemas de microhibridación nos pueden llevar a engaño si pensamos que disponemos de propulsión eléctrica, cuando lo que la electrificación consigue es asistir por medio de un motor eléctrico al principal diésel en según qué momentos. El motor eléctrico en cuestión es el propio alternador (reversible), que en fases de retención trabaja recargando las baterías (la de 12 voltios del sistema eléctrico convencional y la de 48 del sistema híbrido); y en las fases de aceleración lo hace girando solidariamente con el motor diésel, sumando hasta 16 CV de potencia en estos Kuga y Tucson. En el Kuga nada te advierte de su tecnología, salvo por lo rápidas, suaves y silenciosas que se sienten las rearrancadas del sistema stop-start, operadas por el mismo alternador reversible (también en el Tucson). Con todo ello, el Kuga se siente un modelo muy agradable y solvente, por todo lo bueno que recibes de un moderno motor diésel (con depósito de AdBlue para la reducción de los NOx), que siempre empuja con fuerza desde muy bajo régimen y consume muy poco. Y además, está intervenido por una caja de cambios agradable de usar y de acertadas relaciones.
CONSUMOS | Ford Kuga Ecoblue 150 CV MHEV | Hyundai Tucson 1.6 CRDi 136 CV 48V |
Consumo en ciudad | 5,8 l/100 km | 6,1 l/100 km |
Consumo en carretera | 4,7 l/100 km | 4,9 l/100 km |
Consumo medio | 5,1 l/100 km | 5,4 l/100 km |
A pesar de su menor cilindrada y potencia, y unas prestaciones algo inferiores y unos consumos ligerísimamente superiores, no sientes menos motor ni menos coche en el Tucson, del que recibes una respuesta mecánica igual de buena, con una excelente entrega desde sus primeros giros. Eso sí, el 1.6 CRDi del Hyundai, también aditivado con AdBlue, transmite claramente mayor retención al dejar de acelerar, supuestamente por una mayor recarga de las baterías, lo que puede resultar menos natural su conducción, salvo que ya tengas experiencias con los eléctricos. De hecho, hasta en largas bajadas donde con el Kuga te desplazas por su propia inercia, en el Tucson tiendes a ir pisando siempre un poco el acelerador, para no perder mucha velocidad, y en muchas situaciones puede llegar a incomodar algo su conducción.
ESPACIO | Ford Kuga Ecoblue 150 CV MHEV | Hyundai Tucson 1.6 CRDi 136 CV 48V |
Anchura delantera | 146 cm | 144 cm |
Anchura trasera | 140 cm | 140 cm |
Altura delantera | 93/101 cm | 91/98 cm |
Altura trasera | 97 cm | 92 cm |
Espacio para piernas | 62/77 cm | 71 cm |
Maletero | 475/645 litros | 488 litros |
Además de sentirlo, en el Tucson también puedes ver cómo trabaja el sistema híbrido en un gráfico que te muestra cuándo recarga la batería, que coincide con esa fuerte retención, y cuándo el alternador asiste al motor diésel. Suele ser, momentáneamente, cuando reaceleramos o cuando exigimos mucho al motor Diesel desde muy bajas vueltas en marchas altas, donde hemos llegado a contar hasta 10 segundos de asistencia eléctrica continuada. Todo ese alivio que el motor eléctrico aporta al térmico se traduce en el Hyundai en una reducción del consumo medio oficial de 0,2 litros respecto al antiguo motor 1.6 CRDi 136 CV convencional, por un coste, en su día, de solo 500 euros superior.

Hyundai Tucson y Ford Kuga: la otra mecánica
Dinámicamente, en nada afecta o interviene en el comportamiento la microhibridación de sus motores. Ambos ofrecen una gran pisada, con un tacto algo más “algodonado” en el moderno Kuga y que en conjunto te lleva a sentirlo como algo más refinado. Como su motor, se puede llegar a percibir el Ford más vivo de movimientos, más dinámico de reacciones, también por un control de estabilidad más permisivo, pero que cuando entra en acción, lo hace con correcciones más enérgicas que en el Tucson. El Hyundai es más equilibrado y en todo momento, más constante de reacciones, en su caso porque el control de tracción limita con mayor anticipación cualquier exceso que lleve a complicar el paso por curva.
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La modernidad del Kuga se aprecia en un cuadro de relojes digital, aunque no configurable, si bien en función del modo de conducción de los 5 disponibles (2 el Tucson), cambia el color y algunos gráficos. Los dos ofrecen amplios y agradables habitáculos y solo el mayor equipamiento disponible en el Kuga le permite mejorar sus aptitudes. Por ejemplo, el sistema multimedia del Ford cuenta con un procesador de voz para controlar la radio, el teléfono y la navegación, o puede contar con un asiento trasero deslizable que permite flexibilizar el espacio para las piernas de los pasajeros traseros o el maletero. Su cortinilla anclada al portón libera por completo la boca de carga. Y también destacan los protectores de los cantos de las puertas, que se despliegan al abrirlas. Aunque nos ha gustado más el sistema de mantenimiento de carril del Hyundai, que funciona de forma proactiva, centrando con muy buena precisión el coche en el carril antes de desviarse mucho; al contrario que el Ford, que reacciona con pequeñas correcciones cuando ya parece pisar la línea del carril. El Kuga acaba de llegar y juega con ventajas ante un Tucson todavía rotundo que en breve será sustituido por una nueva generación de la que ya se sabe que su diseño interior será vanguardista. En cualquier caso, los dos presumen de ser diésel y ECO. Y no hay mucho más para elegir.
