Es curioso, hace pocos años las versiones sedán derivadas de compactos no tenían mucho éxito en España. Hubo un momento en la década de los 80 que los compactos de tres o cinco puertas hicieron que este tipo de carrocerías fuesen bajando su presencia en nuestras carreteras. Sin embargo, siempre han existido, puesto que las marcas generalistas seguían apostando por ellos -no todos llegaban a Europa-, en cambio las premium ni se lo planteaban. Ahora estamos en un mercado global y, como en Asia o América sí tienen éxito, modelos como el Mercedes CLA o el Audi A3 sedán ya son posibles. Y así me encuentro ahora, probando dos carrocerías que hace unos años jamás hubiese pensado que llegarían a existir en marcas como Mercedes o Audi, y a la espera del tercero, que viene de la mano de BMW y su Serie 2.
Es de agradecer que sus respectivos diseñadores hayan hecho algo más que ponerle un maletero postizo al A3 o al Clase A, integrándolo bien en su diseño. La personalización llega a tal extremo que de un primer vistazo frontal cuesta diferenciarlos de modelos más grandes, en especial el Audi que tiene la aburrida costumbre de hacer diseños extremadamente parecidos en sus distintos segmentos. Al principio no sabes muy bien si lo que viene de frente es un CLS o un A5 y es cuando se ponen de costado cuando resuelves en el "engaño" visual.
En ambos casos estamos ante dos coches bien realizados. Audi emplea en el sedán la plataforma MQB con la suspensión trasera independiente y un motor 2.0 TDI de 150 CV, mientras que Mercedes utiliza el mismo esquema independiente de la Clase A, con motor 220 CDI de 170 CV y cambio automatizado, siendo la primera berlina de motor transversal y tracción delantera de la historia de la marca, algo que espero no sea impedimento para ti si eres muy fan de Mercedes; al principio reconozco que a mi me molestó, pero una vez probado lo entiendo como una gama diferente a la que no pongo pegas.
Dinámica de primera
Dinámicamente ambos modelos ponen el listón muy alto, pero cada uno con su personalidad. El Audi A3 Sedán lo hace todo bien. Aporta facilidad de conducción, confort, seguridad y deportividad, conceptos en algunos casos antagónicos pero que sabe combinar muy bien. He hablado ya muchas veces del equilibrio del MQB, que de lo bueno que es puede incluso llegar a aburrir a cualquiera que demande sensaciones deportivas, pero a su vez me quito el sombrero ante su calidad; la semana pasada probé un Golf Variant con esta misma combinación y te aseguro que si me tapasen los ojos en cualquiera de ellos no sabría, salvo por los asientos, decirte cuál es cuál en su comportamiento. Esto habrá quien lo vea como algo muy positivo y habrá a quien no le guste; mi resumen es que es un comportamiento muy bueno.
El Mercedes CLA va por otro camino, pero consigue lo mismo. Aporta más personalidad en su comportamiento y me atrevería a decir que es más rápido de bastidor. Me gusta mucho cómo entra en curva y su aplomo. Esta unidad del CLA venía con la suspensión deportiva opcional. Te recomiendo que te ahorres los 998 euros que cuesta, puesto que los beneficios de comportamiento que aporta sólo los puedes apreciar si vas al ataque. He probado este mismo coche con suspensión de serie y me parece realmente bueno, no le hace falta ir tan duro puesto que se vuelve incómodo. Si sólo fuese por comportamiento me quedaba con el CLA sin dudarlo, y eso que ya he dicho que el Audi es muy bueno.
Con los motores ocurre algo similar. Cada uno tiene su propio tacto pero llegan al final a un rendimiento muy parecido y acorde con la potencia que tienen. Son coches rápidos, el Audi más refinado en frío o al ralentí y el Mercedes más potente. Sus Stop/Start funcionan correctamente y permiten un consumo muy bueno en ciudad. Por la mecánica no sabría con cuál quedarme, si bien la mayor potencia del Mercedes me atrae más, el TDI es más suave y progresivo a la hora de entregarla. El CLA es, por lógica, más rápido y no gasta mucho más, pero la diferencia en las prestaciones en la calle apenas se notan.
Este Audi venía con cambio manual (2.150 € más cuesta el DSG) mientras que el Mercedes optaba por el de doble embrague automatizado, ya que esta versión 220 CDI no existe manual. El interior es agradable en los dos. En las plazas delanteras cualquiera puede satisfacer tus gustos, siendo en las traseras donde cambia todo. El Audi ofrece unas plazas ligeramente más habitables; es una cuestión de altura y forma del techo en los laterales más que de anchura o espacio longitudinal. Además, el acceso es menos complicado; si tienes que meter una silla de niño, o al propio niño, lo harás con mayor facilidad en el Audi. Con todo, en los dos pueden viajar cuatro adultos, siempre teniendo en cuenta que no midan más de 1,80 m de alto. Hay plaza para un quinto, pero curiosamente aquí irá más estrecho que en sus respectivas versiones de cinco puertas, ya que la altura lateral de ambos obliga a los pasajeros a "arrimarse" más al centro.
La capacidad de maletero es buena mires el que mires, pero antes de elegirlos por este motivo ten en cuenta las bocas de carga que tie-nen, no sea que te decepcionen; están bien para el tipo de coche que son pero intentar meter dentro, por ejemplo extremo, una bici, puede ser más un Tetris que un placer. No te voy a negar que son caros. Si tratas de igualar los equipamientos el Mercedes siempre lo será unos 3.000 euros más, y eso es mucho; en cualquier caso entiendo que su orientación es más deportiva que los posibles rivales generalistas, enfocados un poco más a ofrecer un producto familiar. Hay buenas alternativas, como el Opel Astra o el VW Jetta, pero la diferencia de precio les apunta a públicos diferentes. Y si te da por equiparlos la factura la puedes incrementar hasta el infinito y más allá, pero tendrás un coche único.