Ni un coche por el simple hecho de llamarse Golf ha de ser perfecto, ni por apellidarse M tiene porqué ser la exacta definición de eficacia deportiva; sin embargo, si pruebas el Golf R o el M235i llegas a la conclusión que estás ante el mejor Golf, ante el mejor Serie 2 y ante dos de los mejores deportivos ‘pequeños’ del momento. Por mejor vamos a entender al que más placer de conducción transmite y mayor efectividad logra a la hora de ir rápido. Si buscas entre estos dos al perfecto medio de transporte, te recomiendo que pases página, aquí no lo vas a encontrar.
El Golf R me ha parecido una gran manera de entender la deportividad, con eficacia y pasión, sí, has leído bien, un Volkswagen tracción total que, además de hacer las cosas bien, transmite pasión, mientras que para definir el BMW sólo me sale una palabra que engloba todo: brutal. Hasta esta comparativa para mi el mejor Golf era el GTI, pero ahora he cambiado de opinión. Por primera vez el R me ha gustado más (dejo en el aire al GTI Performance, que todavía no he probado). Por su parte el BMW M235i además de todo lo que te puedas imaginar por su potencia o imagen de marca, me ha parecido uno de los mejores M de la historia de BMW, y eso que no es cien por cien M. Lo he visto mucho más lógico y equilibrado que el anterior 1 M Coupé, que llevaba este motor pero con dos turbos y sin Valvetronic y no llegaba a ser ni medio segundo más rápido que el M235i en aceleraciones; es un ‘pequeño’ M3, perdón, M4 –creo que no me acostumbraré nunca– pero menos radical. Golf R y M235i no tienen nada que ver entre ellos en cuestión de filosofía, imagen de marca, posicionamiento o precio y, sin embargo, si sólo te fijas en el resultado te encuentras con dos cochazos perfectamente comparables y que querrías tener en tu garaje.
El M235i lleva el motor 6 cilindros en línea con Valvetronic, doble Vanos y un solo turbo de doble caracola –una para cada 3 cilindros–. Por electrónica han establecido 326 CV de potencia máxima. Redondea el conjunto con un autoblocante mecánico ¡por fin lo han puesto en un no M! y es que no es un M puro, sino una versión retocada por M en la misma línea de montaje con accesorios M; técnicamente no es lo mismo, si bien el resultado sí puede serlo, hasta tal punto que si les hubiese dado por llamarlo M2, nos lo habrían colado como tal y todos tan contentos. Esta unidad venía con cambio Steptronic deportivo, que además de las levas en el volante añade el modo Sport , un control dinámico, función ‘launch control’ y retención de la marcha en el corte sin cambiar a la siguiente en modo manual, algo que te recomiendo montar, como el autoblocante si vas a entrar en circuito.
El Golf R tiene el motor 4 cilindros de 2 litros compartido con Audi S3, Golf GTI... en versión de 300 CV. Dispone de distribución variable y alimentación con doble sistema de inyección, directa e indirecta, y un turbo. Transmite la potencia a través de su sistema de tracción total, con un diferencial central de discos que podríamos calificar como activo por su forma de repartir par entre ambos trenes a voluntad. En esta ocasión, raro en un VW de pruebas, viene acompañado de un cambio manual de seis marchas.
Antes de elegir a tu favorito te recomiendo que los arranques, pasees con ellos, disfrutes de las curvas o te metas en un circuito, que a lo mejor cambias de opinión hacia el lado que menos te esperas. Pasear en un deportivo resulta siempre gratificante y en estos dos no iba a ser menos. Hay buena cifra de par –mejor en el BMW– y un sonido de escapes que te costará más de un constipado en invierno porque no querrás subir la ventana. Dentro se les escucha ronronear, con un sonido a coche gordo. No gastan en exceso para la potencia que tienen, el Golf menos, y son asumibles a diario siempre que no te emociones marcando scrath en cada semáforo, claro.
La conducción que ofrecen resulta muy diferente y en los dos se disfruta; eso sí, cada uno a su manera. A ritmo normal y en seco los dos valen, si llueve el Golf siempre saca ventaja; ni te imaginas lo rápido que se puede ir con facilidad en agua. Aquí con el BMW tendrás que tomártelo con más calma. En conducción deportiva tienes un buen tren delantero en el R y excelente en el M. Puedes ir muy rápido con los dos, pero en el Golf te resultará siempre más fácil, otra cosa es que te guste sobrevirar ligeramente como hace con nobleza el 235i. Si te gusta disfrutar de la conducción, tu coche es el BMW, si lo que quieres es ir rápido sin aburrirte, quédate con el Golf. En carretera de montaña pocos coches encontrarás tan rápidos como el R. El M235i te exige más, pero a cambio te da los placeres de la propulsión. Como verás, cada uno es muy bueno en su estilo.
Llevados al extremo, el BMW es sobrevirador y el Golf subvirador y, así y todo, si hay muchas curvas el VW será ligeramente más rápido por la mayor velocidad de paso por curva que le otorga su tracción total. El Golf R deja frenar muy tarde y en apoyo, sueltas el freno, apuntas hacia el interior con cierta brusquedad, esperas sin gas a que la trasera empiece a sobrevirar ligeramente por pura inercia y en ese punto ya puedes acelerar sin contemplaciones; pasarás por el vértice como un obús. Si no le das ese tiempo y aceleras demasiado pronto, tal y como te pediría la lógica, te deleitará con un triste, aunque rápido, subviraje; es su tendencia natural. El BMW pasa por ese mismo punto algo más lento pero a su propio estilo. Frena tarde pero hazlo más recto, suelta el freno, pon dirección hacia el vértice con suavidad y acelera con mimo, mucho mimo, un 60 por ciento si vas a hacer tiempos, un 80 por ciento si eres derrapador; me parece magnífica la combinación entre este motor y el autoblocante. En los dos casos tendrás que corregir el sobreviraje con la dirección, pero siempre con reacciones nobles y predecibles, aunque, ojo, muy rápidas.. Como ves en las tablas de nuestros datos los dos han tenido prestaciones en línea recta similares, y eso a pesar de que el Golf es manual y el BMW tiene un cambio automático muy, muy, rápido, lo que dice mucho a favor del VW. Entre estos dos puedes tener a tu media naranja, sólo tienes que tener claro cuál es la tuya. Personalmente he disfrutado tanto conduciéndolos que me cuesta elegir uno (aquí te cuento algo más), pero si me exiges ‘mojarme’, al final mis gustos personales me hacen decantarme por el trasera.