Comparativa: Audi A3 Sportback e-tron contra VW Golf GTE

Con autonomía puramente eléctrica y prestaciones combinadas de GTI, la tecnología híbrida en estos Audi A3 y Volkswagen Golf te lleva a estados de pura convicción y emoción.

Texto: Lorenzo Alcocer / Fotos. Israel Gardyn

Comparativa: Audi A3 Sportback e-tron contra VW Golf GTE
Comparativa: Audi A3 Sportback e-tron contra VW Golf GTE

Esto avanza. La tecnología híbrida funciona. Y no hablo de que sea la solución definitiva, pero sí de un interesante compromiso actual entre el pasado, especialmente si se cumplen las amenazas a los motores Diésel, y ese futuro exclusivamente eléctrico necesitado todavía de infraestructuras y tecnología de almacenamiento y recarga. Mientras tanto, el Grupo Volkswagen ha desarrollado su segunda generación de tecnología híbrida (antes estuvieron los poco convincentes Q5, A6, A8 y Jetta híbridos), ahora con carga eléctrica externa Plug-in (en toma doméstica de 220 voltios), que consigue compatibilizar lo mejor de los dos mundos.

 

Esta segunda entrega se ha estrenado hace unos meses en el Audi A3 e-tron y ahora en el Volkswagen Golf GTE, a la postre técnica y funcionalmente el mismo coche. Al margen de la propia tecnología, un aspecto sobresaliente es cómo queda integrada ésta en ambos coches. Los dos resultan tan normales en espacio y funcionamiento como las versiones convencionales. De hecho, durante el desarrollo de la plataforma MQB sobre la que se sustentan los modelos compactos del Grupo se tuvo en cuenta estas versiones híbridas, por lo que los compromisos adquiridos apenas afectan a unos y otros. Gracias a esta normalización no verás limitadas ninguna de las funciones que a un A3 Sportback o un Golf de 5 puertas les exigirías. Me atrevería a decirte que ni en aspectos más dinámicos. En todo caso, los maleteros ante exigencias muy familiares pierden propiedades. Por lo demás, solo te piden que los enchufes en una toma eléctrica... y a rodar.

Tiempos de carga

Entre 2,2 y 3,6 horas, dependiendo de la capacidad del enchufe de tu casa (16 o 10 amperios), consigues cargar la batería de iones de litio que alimentan a su motor eléctrico de 102 CV. Por defecto, ambos modelos siempre inician la marcha en eléctrico (modo EV) tras la carga y también si conservan un mínimo de batería y las temperaturas no son extremas. Tras un silencioso arranque que te confirma un pitido y un "ready" que se ilumina en el cuadro, aceleras y el rodar de ambos te llevan a un mundo fabuloso. A ojos cerrados percibes las mismas sensaciones, con una inmediatez, fuerza, rapidez y suavidad de avance que siempre digo que no hay mecánica "más elegante" para impulsar a un vehículo. Disponen de una autonomía bastante realista de unos 30/35 kilómetros. Hago números por ti: recorrer 100 km al precio medio del kilowatio en España el pasado año no te costará más de 3,5 euros, el equivalente a un hipotético Diesel que consumiera 3 litros.

Tanto A3 como Golf alcanzan en modo eléctrico hasta 130 km/h, por lo que no huyen de las vías de circunvalación, donde te sientes uno más. Infinitamente mejor que la solución de los Lexus, los cambios automáticos de los e-tron y GTE, de doble embrague, gestionan los cambios (o tú manualmente) sin que extrañes nada, como su frenada, con un tacto de pedal ejemplar, sin que percibas interferencias del motor eléctrico invirtiendo su trabajo como generador para recuperar la energía cinética (me acuerdo otra vez de los Lexus). Calefacción y climatización también tienen un funcionamiento muy estable, aunque influyen mucho en el consumo de energía. Si a diario te bastan esos 30/35 kilómetros de autonomía, ambos modelos son, por eficiencia y agrado, las mejores versiones de sus gamas. Son firmes de suspensión, pero no me he sentido maltratado ni en las peores calles bacheadas de una ciudad.

Motores de gasolina

Sus motores 1.4 TFSi de 150 CV entran en escena cuando seguimos rodando agotada la parte de batería reservada para el modo eléctrico. En ese momento, pasamos a disponer de un total de 204 CV y, en consecuencia, de unas prestaciones muy elevadas. Los motores se alternan con sigilo y suavidad, hasta dudar muchas veces cuál está funcionando. Dependiendo de los muchos parámetros y variables de la conducción, e-tron y GTE ruedan haciendo el uso más eficiente de sus motores en el modo "Hybrid Auto". La batería siempre se mantiene en unos mínimos niveles de carga, gracias a la auto recarga al frenar y porque el sistema desvía carga del motor a la batería en situaciones  favorables.

Con esto, e-tron y GTE vuelven por muchos momentos a rodar exclusivamente en eléctrico a baja velocidad en ciudad, atascos, relanzamiento en carretera, etc. No es difícil conseguir medias a ritmo legal de 6/7 l/100 km en carretera, con lo que si bien se alejan de la eficiencia de un Diesel equivalente, no desvirtúan su eficiencia general. Tampoco por cómo ruedan. Soportan más de 200 kilos que versiones convencionales, y por eso sus más firmes suspensiones, que contribuyen a que los conduzcas con la misma naturalidad que cualquier otro A3 y Golf. En situaciones muy forzadas puedes llegar a sentir un tren delantero más subvirador, pero en general, pisan, se guían y bachean con muchísima calidad y seguridad.

Pero son dos modos más de trabajo los que les pueden dar una mayor y definitiva validez a estos e-tron y GTE. En "Hybrid Hold" conservan la carga de la batería, por si desde fuera de la ciudad, la quieres reservar para rodar por aquellas zonas que quizá en breve los legisladores reserven a los coches sin emisiones. Un cuarto modo, "Hybrid Charge", te permite improvisar y cargar la batería con el motor de gasolina, un modo muy ineficiente (puedes aumentar fácilmente un 50 por ciento el consumo de gasolina respecto al modo "Hybrid Auto" en carretera), pero en 30/45 minutos rodando en carretera podrás convertir tu híbrido de nuevo en un eléctrico puro.