Citroën Saxo 1.5 D / Fiat Punto 1.9 JTD ELX / Renault Clio 1.9 D Alizé

Aunque han tardado bastante tiempo en actualizarse, tanto el nuevo Fiat Punto como el renovado Citroën Saxo vienen con mucha fuerza para competir duramente con uno de los líderes de ventas en su categoría, el Renault Clio.

Citroën Saxo 1.5 D / Fiat Punto 1.9 JTD ELX / Renault Clio 1.9 D Alizé
Citroën Saxo 1.5 D / Fiat Punto 1.9 JTD ELX / Renault Clio 1.9 D Alizé

Renault hace más de un año que cambió por completo su Clio para que estuviera completamente vigente en el próximo milenio. Su nueva estética rompió bastante con lo que hasta entonces había sido este modelo, sobre todo en su parte trasera, con una luneta ciertamente singular. En la actualidad, el Clio pasa prácticamente desapercibido entre el tráfico urbano, lo que quiere decir que su estética moderna y atrevida ha sido completamente aceptada. Algo similar ha sucedido con el nuevo Punto, un modelo que en su momento también supuso un avance importante, tanto estético como tecnológico, para lo que se llevaba en la categoría. El nuevo Punto vuelve a romper con todos los moldes y conserva de la anterior versión únicamente el nombre, ya que el resto es completamente nuevo. El último en unirse a este club para el siglo XXI es el Citroën Saxo, aunque, en esta ocasión, la marca del doble chevron únicamente ha trabajado en lo que se refiere a la estética, sin modificar apenas el resto del coche. Al igual que sucedía con los anteriores modelos, de los tres, el más habitable es el Punto, que, con unas cotas interiores superiores a las de sus rivales en casi todos los apartados, lo convierten de hecho en líder de su segmento, en dura pugna con el Seat Ibiza, otro de los "grandes" del segmento. Los tres permiten alojar en su interior con cierta holgura a cuatro personas y ofrecen un maletero más bien justo para albergar el equipaje de una familia media, aunque todos ofrecen la posibilidad de la banqueta abatible, con lo que se puede aumentar bastante su capacidad de carga en caso de necesidad. En el mundo de la música se dice que un concierto es básico cuando no actúan en él instrumentos electrónicos, es decir, que el sonido es puro y sin ningún tipo de ayuda de la electrónica. Algo así se podía decir de nuestros protagonistas, son como el concierto básico de cada marca, en el que se han suprimido la inestimable ayuda de los turbocompresores, la tecnología de la inyección directa o el empleo del "common rail" -conducto común- y se cuenta con motores básicos con poca potencia y unas prestaciones más bien pobres. Y es que, aunque ahora estamos acostumbrados a las grandes cifras de potencia y par en los motores Diesel, a hacer grandes elogios de su rendimiento y bajo consumo, todo ello no es más que gracias al salto tecnológico que han tenido este tipo de mecánicas. En definitiva, que un motor Diesel requiere de al menos la ayuda de un turbocompresor para que su rendimiento haga sombra al de un motor de gasolina de cilindrada equivalente. Renault hace más de un año que cambió por completo su Clio para que estuviera completamente vigente en el próximo milenio. Su nueva estética rompió bastante con lo que hasta entonces había sido este modelo, sobre todo en su parte trasera, con una luneta ciertamente singular. En la actualidad, el Clio pasa prácticamente desapercibido entre el tráfico urbano, lo que quiere decir que su estética moderna y atrevida ha sido completamente aceptada. Algo similar ha sucedido con el nuevo Punto, un modelo que en su momento también supuso un avance importante, tanto estético como tecnológico, para lo que se llevaba en la categoría. El nuevo Punto vuelve a romper con todos los moldes y conserva de la anterior versión únicamente el nombre, ya que el resto es completamente nuevo. El último en unirse a este club para el siglo XXI es el Citroën Saxo, aunque, en esta ocasión, la marca del doble chevron únicamente ha trabajado en lo que se refiere a la estética, sin modificar apenas el resto del coche. Al igual que sucedía con los anteriores modelos, de los tres, el más habitable es el Punto, que, con unas cotas interiores superiores a las de sus rivales en casi todos los apartados, lo convierten de hecho en líder de su segmento, en dura pugna con el Seat Ibiza, otro de los "grandes" del segmento. Los tres permiten alojar en su interior con cierta holgura a cuatro personas y ofrecen un maletero más bien justo para albergar el equipaje de una familia media, aunque todos ofrecen la posibilidad de la banqueta abatible, con lo que se puede aumentar bastante su capacidad de carga en caso de necesidad. En el mundo de la música se dice que un concierto es básico cuando no actúan en él instrumentos electrónicos, es decir, que el sonido es puro y sin ningún tipo de ayuda de la electrónica. Algo así se podía decir de nuestros protagonistas, son como el concierto básico de cada marca, en el que se han suprimido la inestimable ayuda de los turbocompresores, la tecnología de la inyección directa o el empleo del "common rail" -conducto común- y se cuenta con motores básicos con poca potencia y unas prestaciones más bien pobres. Y es que, aunque ahora estamos acostumbrados a las grandes cifras de potencia y par en los motores Diesel, a hacer grandes elogios de su rendimiento y bajo consumo, todo ello no es más que gracias al salto tecnológico que han tenido este tipo de mecánicas. En definitiva, que un motor Diesel requiere de al menos la ayuda de un turbocompresor para que su rendimiento haga sombra al de un motor de gasolina de cilindrada equivalente. Renault hace más de un año que cambió por completo su Clio para que estuviera completamente vigente en el próximo milenio. Su nueva estética rompió bastante con lo que hasta entonces había sido este modelo, sobre todo en su parte trasera, con una luneta ciertamente singular. En la actualidad, el Clio pasa prácticamente desapercibido entre el tráfico urbano, lo que quiere decir que su estética moderna y atrevida ha sido completamente aceptada. Algo similar ha sucedido con el nuevo Punto, un modelo que en su momento también supuso un avance importante, tanto estético como tecnológico, para lo que se llevaba en la categoría. El nuevo Punto vuelve a romper con todos los moldes y conserva de la anterior versión únicamente el nombre, ya que el resto es completamente nuevo. El último en unirse a este club para el siglo XXI es el Citroën Saxo, aunque, en esta ocasión, la marca del doble chevron únicamente ha trabajado en lo que se refiere a la estética, sin modificar apenas el resto del coche. Al igual que sucedía con los anteriores modelos, de los tres, el más habitable es el Punto, que, con unas cotas interiores superiores a las de sus rivales en casi todos los apartados, lo convierten de hecho en líder de su segmento, en dura pugna con el Seat Ibiza, otro de los "grandes" del segmento. Los tres permiten alojar en su interior con cierta holgura a cuatro personas y ofrecen un maletero más bien justo para albergar el equipaje de una familia media, aunque todos ofrecen la posibilidad de la banqueta abatible, con lo que se puede aumentar bastante su capacidad de carga en caso de necesidad. En el mundo de la música se dice que un concierto es básico cuando no actúan en él instrumentos electrónicos, es decir, que el sonido es puro y sin ningún tipo de ayuda de la electrónica. Algo así se podía decir de nuestros protagonistas, son como el concierto básico de cada marca, en el que se han suprimido la inestimable ayuda de los turbocompresores, la tecnología de la inyección directa o el empleo del "common rail" -conducto común- y se cuenta con motores básicos con poca potencia y unas prestaciones más bien pobres. Y es que, aunque ahora estamos acostumbrados a las grandes cifras de potencia y par en los motores Diesel, a hacer grandes elogios de su rendimiento y bajo consumo, todo ello no es más que gracias al salto tecnológico que han tenido este tipo de mecánicas. En definitiva, que un motor Diesel requiere de al menos la ayuda de un turbocompresor para que su rendimiento haga sombra al de un motor de gasolina de cilindrada equivalente.