Citroën C4 Picasso y Nissan Qashqai: duelo de superventas

Gran polivalencia, excelentes motores, precios equivalentes. SUV o monovolumen, pero Nissan Qashqai o Citroën C4 Picasso tienen más en común: lideran sus categorías.

Raúl Roncero. Twitter: @Rron0_autopista

Citroën C4 Picasso y Nissan Qashqai: duelo de superventas
Citroën C4 Picasso y Nissan Qashqai: duelo de superventas

SUV de éxito, el Nissan Qashqai se ha convertido en un fenómeno de masas que le ha llevado a dominar su categoría. Para muchos, tal vez sea el único punto de encuentro con su hoy rival, el Citroën C4 Picasso líder también entre quienes eligen el formato monovolumen como opción de compra. Dos coches donde la polivalencia tiene, en capacidad de adaptación, al medio y familia, su principal razón de ser, y al mismo tiempo, el mayor elemento diferenciador.

Si y sólo si... Si no descartas esta relación algebraica, no te molestes en seguir leyendo. Por propia naturaleza estoy seguro de que el SUV te sugiere aventura y el monovolumen carga familiar, así que deberías tener que claro cuál es tu coche. Intentaremos, por tanto, quitarnos de la cabeza su categorización para entrar a analizarlos como rivales de tamaño similar, precios equivalentes o propulsores de rendimiento parecido, partiendo de que por su propio formato de carrocería y soluciones interiores, te aportan ventajas que no encontrarás en otro tipo de carrocerías. ¿Cuál son tus mínimos? Dependerá para empezar a descartar, porque si das prioridad a los pasajeros que conviven en las plazas posteriores, al Citroën C4 Picasso, y no por el hecho de ser un monovolumen —el Honda CR-V es el mejor ejemplo—, es difícil cogerle desarmado.

Y es que, si amplio y habitable es el Nissan Qashqai, el Citroën C4 Picasso es, sencillamente, gigante e ingenioso. La diferencia no reside en sus cinco centímetros extra de longitud de carrocería, ni tampoco en los diez adicionales que el Citroën C4 Picasso separa sus dos ejes respecto a Nissan Qashqai. Toca analizar la situación desde dentro, porque esa superior amplitud de batalla no implica una mayor cota interior de confort en el monovolumen —la distancia entre pedales y el respaldo posterior, concretamente de 183 cm en ambos casos—, pero sí una diferente relación entre carrocería y puesto de conducción: el Citroën C4 Picasso se conduce algo menos sobre elevado y bastante más retrasado respecto al salpicadero y puesto de mandos. Algo más que subjetivo, porque aporta desahogo. La visibilidad en diagonal se ha solucionado muy bien en el monovolumen con un pilar A muy delgado con una prolongación totalmente acristalada hacia la ventanilla.

Valoración online de tu coche usadoTe mentiría si te digo que va en gustos, porque el Citroën C4 Picasso tiene otros valores añadidos que facilitan enormemente el día a día, empezando por unos asientos más confortables, una amplia zona despejada entre pasajeros y muchos más huecos distribuidos en la zona delantera, desde donde, de golpe, saltamos atrás. Y es que, volviendo a la citada cota de confort, tiene mérito lo que aquí despliega Citroën sobre una plataforma con idéntica anchura de vías que su rival. Porque si muy buenos son los 138 cm de anchura interior del Nissan, los 143 cm del rival y sus tres asientos individuales —de idéntico tamaño— con 13 cm de recorrido longitudinal marcan la diferencia a la hora de viajar con todas las plazas ocupadas por adultos, y más aún a la hora de emplear sillas infantiles: el mejor acceso y menor altura de asientos también facilita, por ejemplo, poder atar con mayor comodidad los cinturones a un niño, además de que, también aquí, el C4 Picasso incluye soluciones "tipo Scénic", como huecos con tapa bajo el piso. Por último, la capacidad de carga la salda también el C4 Picasso a su favor por una diferencia más que significativa: más de 100 litros con los asientos traseros en su posición más desfavorable, cubicando un volumen que varía entre 585 y 720 litros, frente a los 455 litros del Nissan Qashqai que, eso sí, podrás dividir en dos planos.  

Nissan Qashqai, punto de equilibrio. Pese a todo, no podemos despedir el análisis de espacio sin reconocer el buen equilibrio que ofrece el de SUV de Nissan, con unos mínimos más que razonables en capacidad de transporte, y modelo cuya funcionalidad tal vez se mida con otro tipo de cotas. Decíamos que no hablaríamos de cualidades como SUV, pero esa mayor altura de carrocería del Qashqai sí permite, por ejemplo, una conducción más descuidada en ciudad —bordillos, reductores de velocidad...—  y aunque sólo sea subjetivo, también una mayor solidez estructural que el de Nissan hace convivir con un comportamiento y confort digno de turismo. Te podría decir que el C4 Picasso, por su dirección, es más ágil en conducción urbana que el que el Qashqai, el cual, sin embargo, me da un punto extra de confianza para rodar rápido entre curvas, pero lo justo es reconocer un comportamiento extraordinario en ambos vehículos. Ahí no están las diferencias. Tal vez encuentres un punto más de confort en las suspensiones del C4 Picasso, pero a su vez ensombrecidas por el ruido de sus asientos individuales —tres raíles donde, por mínimas que sean, siempre hay holguras, tres respaldos con sus correspondientes vibraciones, mesitas, etc— en baches o carreteras mal asfaltadas, así que pasemos al factor motor, otro de los elementos decisivos a la hora de adquirir un coche con tanto "recorrido".

Suavidad o consistencia. Consumos o agilidad. El mejor motor saldría de la suma de cualidades de ambos: El binomio C4 Picasso 1.6 Blue HDi de 120 CV gana por tanta diferencia en consumo como el 1.6 dCi de 130 CV del Qashqai en capacidad de respuesta, pero de nuevo, al matiz; en valor absoluto, los consumos del Nissan son muy bajos —5,4 l/100 km de media frente a los extraordinarios 4,9 l/100 km del C4 Picasso—, y esa mayor pegada que ofrece su motor es un valor añadido en determinadas situaciones. Si bien, el 1.6 dCi es un propulsor que se manifiesta con más carácter que su rival. No es tan elástico a bajas vueltas aunque está lejos de ser perezoso, pero estirado más allá de medio régimen, empieza a marcar distancias respecto a su rival. Traducido a datos, en las prestaciones, esa mejor capacidad de aceleración del Nissan Qashqai supone cubrir el kilómetro en unos buenos 32,1 segundos, 6 décimas más rápido que el Citroën C4 Picasso, mientra que en las recuperaciones la diferencia se abre hasta los dos segundos en la recuperación de 80 a120 km/h en sexta relación, donde los 11,7 segundos obtenidos por el Qashqai confirman ese potencial que esconde este motor de origen Renault.La diferencia no es que sea abismal, pero si al mejor chasis sumas también mejor prestación, el Nissan Qashqai es, aunque por la mínima.  preferible para quien valores estas este tipo de cualidades. ¿Un ganador...? Para mi está claro: los dos.

Citroën C4 Picaso frente a Nissan QashqaiEn pocas palabras:

Aceleración: Ágiles familiares. La pequeña diferencia en potencia, oficial y real, hace que el Qashqai le saque unos metros al rival., Estos son los datos: 10,24 y 32,1 segundos para el 0-100 km/h y 1.000 m del Nissan Qashqai, frente a 10,85 y 32,7 para el Citroën C4 Picasso. Para este tipo de coches, creo que es un ejercicio de segunda división: la verdadera agilidad se mide en capacidad de recuperación, donde el menos bueno de los dos, el C4 Picasso 1.6 Blue HDi, resulta más que satisfactorio.

Frenada: Mejores que la media. Citroën ya lleva años dominando esta especialidad y sus coches vienen marcando no sólo cifras realmente buenas, sino también alta estabilidad durante la frenada. En la súper frenada del Nissan influyen sus ruedas de 19" para conseguir 71 m desde 140 a0 km/h frente a los 73 m del C4 Picasso.

Sonoridad: El de Citroën no sólo rueda mejor filtrado, sino también con menos intrusión mecánica. Sus tres asientos individuales con sus correspondientes raíles sí son, sin embargo, una pequeña fuente de ruido en baches. 

Adelantamientos: Elasticidad frente espontaneidad. ¿Quién es quién? Citroën sigue destacando por su respuesta untosa y uniforme desplegando fuerza desde muy bajo régimen. El 1.6 dCi no tiene unos bajos tan consistentes, pero sí una mayor pegada, enfatizada por un cambio más corto. En curta, quinta y sexta relación, estas son las cifras desde 80 hasta 120 km/h: 7,7, 9,2 y 11,7 segundos para el Nissan Qashqai 1.6 dCi y 8,4, 10 y 13,7 segundos para el C4 Picasso 1.6 Blue HDi.

Potencia y par: Igualdad en par máximo —ligeramente por encima de los 33 mkg en ambos casos—, en el caso del 1.6 BlueHDi superando claramente la cifra oficial. Es algo más agradable el de Citroën por la forma en la que evoluciona desde muy bajo régimen, mientras que desde medio régimen en adelante, el 1.6 dCi toma la palabra. 122,3 CV es el rendimiento obtenido por el Citroën; 130 CV justos, el Qashqai.

Consumos: El 1.6 HDi, más eficiente y también más estable. Asombrosa autonomía para un C4 Picasso que sigue gastando muy poco con el coche cargado y es, además, menos sensible que el rival al ritmo de viaje que imprimas. En carretera y ciudad, estos son sus consumos: 4,6 y 5,4 l/100 km para el de Citroën frente a 5,0 y 6,0 l/100 km del Qashqai.

Dimensiones y pesos: Amplio o gigante. Salvo en volumen de maletero —455 litros frente a un volumen variable de entre 585 y 720 litros del C4 Picasso—, el habitáculo del Nissan cumple con nota, pero el C4 Picasso es, sencillamente, de otra galaxia. Sus cotas y plazas traseras individuales son un valor añadido para viajar en familia.

También te puede interesar:

Kia Sportage, probamos la última generación del SUV coreano

Renault Scénic, la cuarta generación, a punto

Monovolumen, SUV o familiar, ¿qué se adapta mejor a la familia?