Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX

El sustituto del Stratus llega a España de momento con una sola versión de 2,7 litros y 200 CV. Ofrece una estética singular, un talante claramente norteamericano y la comodidad del cambio automático Autostick con selección secuencial.

Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX
Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX

Con estas premisas resulta difícil encontrarle rivales directos, aunque como referencia está el Peugeot 406 V6 con cambio automático. Esta primera variante 2.7 que llega a España —más adelante lo hará el 2.0— es el tope de la familia en Europa y se distingue, no sólo por su motor V6, sino por su completísimo nivel de equipamiento y un agradable acabado en el salpicadero, que incluye instrumentos con carátulas blancas como en el 300M. La dotación de serie incluye detalles que suelen ser opcionales aun en las variantes más caras de su segmento. Nos encontramos con ajustes eléctricos completos en el asiento del conductor, calefacción para las butacas delanteras, tapizado de piel y control de la velocidad de crucero. Los mandos, en general, están bien ubicados y son de muy sencillo manejo, incluyendo el del aire acondicionado/calefacción. Como en todo coche norteamericano hay apoyavasos, dos en la consola delantera, que incluye un práctico receptáculo, que hace las veces de apoyabrazos, y dos para las plazas traseras. Elevalunas delanteros y traseros y espejos con reglaje eléctrico, entre otros detalles, completan una extensa dotación que sólo admite dos opcionales: la pintura metalizada (55.000 pesetas) y el techo solar eléctrico (145.000). Es en la excelente habitabilidad y, sobre todo, en el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras, donde el Sebring subraya su origen estadounidense. Tiene tanto espacio como el nuevo Ford Mondeo, que es una referencia nueva en la categoría. El tapizado de piel es correcto sin ser espectacular y, para aquellos que gustan de este tipo de revestimiento, constituye un plus importante, ya que puede superar los 300.000 pesetas de costo en algunos de sus rivales. El maletero, con una capacidad de 500 dm3, es amplio, aunque, debido a su tapa corta, la boca de acceso es pequeña y obliga a agacharse con ganas para llegar al fondo de la cavidad.