El siempre atractivo Audi TT Coupé es un importante rival para el Crossfire, pues, a pesar de ser prácticamente un biplaza, ofrece dos pequeños asientos traseros que, en caso de apuro, sirven paa que viajen en ellos dos personas más.
Esta ventaja, unida al puñado de caballos más que ofrece (250 frente a 231) y a la tracción integral Quattro, sirve para justificar el mayor precio del coche de Audi: 44.340 euros.
Ádemás, unos acabados más decorosos y una mayor calidad interior acentúan las diferencias.
En cambio, en cualidades dinámicas no están tan alejados, a pesar de la ventaja que supone la tracción integral.Por muy poco más dinero de lo que cuesta nuestro protagonista, se puede optar al Mazda RX-8, uno de los deportivos más llamativos del mercado español. Sus 231 CV salen de un vivaz motor rotativo que marca una diferencia sustancial con todos sus rivales: menos cilindrada, por tanto menor consumo, pero una potencia similar o mayor.
Frente al Crossfire, el RX-8 ofrece un nivel de acabados más interesante y más adecuado al gusto europeo. Además, tiene dos asientos traseros bastante utilizables y, como remate, su original sistema de dobles puertas de acceso a las plazas traseras. El maletero también es bueno, aunque en eso el Crossfire es de los mejores.
Dinámicamente, el RX-8 no tiene nada que envidiar al Crossfire, así que están casi parejos en este apartado.Si queremos el mismo coche, pero en versión de lujo, podemos optar por su hermano gemelo, el SLK Coupé, el modelo de Mercedes que da origen al de Chrysler.
Dinámicamente no hay diferencias, porque, en esencia, son el mismo coche. Sin embargo, hay mucha distancia en cuanto a acabados y equipamiento. Pero, claro, también la hay en precio, porque el Mercedes cuesta 44.900 euros.Casi por el mismo dinero que cuesta el Crossfire, se puede comprar el Nissan 350Z, un espectacular deportivo de 280 CV que supone una competencia muy difícil de igular para nuestro protagonista.
Elegante, rápido y eficaz, el coche japonés destaca por su calidad de acabados y su buena factura general, quizá el punto más débil del Crossfire.El siempre atractivo Audi TT Coupé es un importante rival para el Crossfire, pues, a pesar de ser prácticamente un biplaza, ofrece dos pequeños asientos traseros que, en caso de apuro, sirven paa que viajen en ellos dos personas más.
Esta ventaja, unida al puñado de caballos más que ofrece (250 frente a 231) y a la tracción integral Quattro, sirve para justificar el mayor precio del coche de Audi: 44.340 euros.
Ádemás, unos acabados más decorosos y una mayor calidad interior acentúan las diferencias.
En cambio, en cualidades dinámicas no están tan alejados, a pesar de la ventaja que supone la tracción integral.Por muy poco más dinero de lo que cuesta nuestro protagonista, se puede optar al Mazda RX-8, uno de los deportivos más llamativos del mercado español. Sus 231 CV salen de un vivaz motor rotativo que marca una diferencia sustancial con todos sus rivales: menos cilindrada, por tanto menor consumo, pero una potencia similar o mayor.
Frente al Crossfire, el RX-8 ofrece un nivel de acabados más interesante y más adecuado al gusto europeo. Además, tiene dos asientos traseros bastante utilizables y, como remate, su original sistema de dobles puertas de acceso a las plazas traseras. El maletero también es bueno, aunque en eso el Crossfire es de los mejores.
Dinámicamente, el RX-8 no tiene nada que envidiar al Crossfire, así que están casi parejos en este apartado.Si queremos el mismo coche, pero en versión de lujo, podemos optar por su hermano gemelo, el SLK Coupé, el modelo de Mercedes que da origen al de Chrysler.
Dinámicamente no hay diferencias, porque, en esencia, son el mismo coche. Sin embargo, hay mucha distancia en cuanto a acabados y equipamiento. Pero, claro, también la hay en precio, porque el Mercedes cuesta 44.900 euros.Casi por el mismo dinero que cuesta el Crossfire, se puede comprar el Nissan 350Z, un espectacular deportivo de 280 CV que supone una competencia muy difícil de igular para nuestro protagonista.
Elegante, rápido y eficaz, el coche japonés destaca por su calidad de acabados y su buena factura general, quizá el punto más débil del Crossfire.El siempre atractivo Audi TT Coupé es un importante rival para el Crossfire, pues, a pesar de ser prácticamente un biplaza, ofrece dos pequeños asientos traseros que, en caso de apuro, sirven paa que viajen en ellos dos personas más.
Esta ventaja, unida al puñado de caballos más que ofrece (250 frente a 231) y a la tracción integral Quattro, sirve para justificar el mayor precio del coche de Audi: 44.340 euros.
Ádemás, unos acabados más decorosos y una mayor calidad interior acentúan las diferencias.
En cambio, en cualidades dinámicas no están tan alejados, a pesar de la ventaja que supone la tracción integral.Por muy poco más dinero de lo que cuesta nuestro protagonista, se puede optar al Mazda RX-8, uno de los deportivos más llamativos del mercado español. Sus 231 CV salen de un vivaz motor rotativo que marca una diferencia sustancial con todos sus rivales: menos cilindrada, por tanto menor consumo, pero una potencia similar o mayor.
Frente al Crossfire, el RX-8 ofrece un nivel de acabados más interesante y más adecuado al gusto europeo. Además, tiene dos asientos traseros bastante utilizables y, como remate, su original sistema de dobles puertas de acceso a las plazas traseras. El maletero también es bueno, aunque en eso el Crossfire es de los mejores.
Dinámicamente, el RX-8 no tiene nada que envidiar al Crossfire, así que están casi parejos en este apartado.Si queremos el mismo coche, pero en versión de lujo, podemos optar por su hermano gemelo, el SLK Coupé, el modelo de Mercedes que da origen al de Chrysler.
Dinámicamente no hay diferencias, porque, en esencia, son el mismo coche. Sin embargo, hay mucha distancia en cuanto a acabados y equipamiento. Pero, claro, también la hay en precio, porque el Mercedes cuesta 44.900 euros.Casi por el mismo dinero que cuesta el Crossfire, se puede comprar el Nissan 350Z, un espectacular deportivo de 280 CV que supone una competencia muy difícil de igular para nuestro protagonista.
Elegante, rápido y eficaz, el coche japonés destaca por su calidad de acabados y su buena factura general, quizá el punto más débil del Crossfire.El siempre atractivo Audi TT Coupé es un importante rival para el Crossfire, pues, a pesar de ser prácticamente un biplaza, ofrece dos pequeños asientos traseros que, en caso de apuro, sirven paa que viajen en ellos dos personas más.
Esta ventaja, unida al puñado de caballos más que ofrece (250 frente a 231) y a la tracción integral Quattro, sirve para justificar el mayor precio del coche de Audi: 44.340 euros.
Ádemás, unos acabados más decorosos y una mayor calidad interior acentúan las diferencias.
En cambio, en cualidades dinámicas no están tan alejados, a pesar de la ventaja que supone la tracción integral.Por muy poco más dinero de lo que cuesta nuestro protagonista, se puede optar al Mazda RX-8, uno de los deportivos más llamativos del mercado español. Sus 231 CV salen de un vivaz motor rotativo que marca una diferencia sustancial con todos sus rivales: menos cilindrada, por tanto menor consumo, pero una potencia similar o mayor.
Frente al Crossfire, el RX-8 ofrece un nivel de acabados más interesante y más adecuado al gusto europeo. Además, tiene dos asientos traseros bastante utilizables y, como remate, su original sistema de dobles puertas de acceso a las plazas traseras. El maletero también es bueno, aunque en eso el Crossfire es de los mejores.
Dinámicamente, el RX-8 no tiene nada que envidiar al Crossfire, así que están casi parejos en este apartado.Si queremos el mismo coche, pero en versión de lujo, podemos optar por su hermano gemelo, el SLK Coupé, el modelo de Mercedes que da origen al de Chrysler.
Dinámicamente no hay diferencias, porque, en esencia, son el mismo coche. Sin embargo, hay mucha distancia en cuanto a acabados y equipamiento. Pero, claro, también la hay en precio, porque el Mercedes cuesta 44.900 euros.Casi por el mismo dinero que cuesta el Crossfire, se puede comprar el Nissan 350Z, un espectacular deportivo de 280 CV que supone una competencia muy difícil de igular para nuestro protagonista.
Elegante, rápido y eficaz, el coche japonés destaca por su calidad de acabados y su buena factura general, quizá el punto más débil del Crossfire.
Chrysler Crossfire 3.2i V6 Coupé
Construido a medias entre Chrysler y Mercedes, el exuberante Crossfire es uno de los últimos exponentes de la vieja y admirada automoción norteamericana. Un coche cargado de emoción, de pasión y de un magnetismo único. Sin embargo, también es símbolo de los nuevos tiempos de fusiones, sinergias industriales y frío márketing. Eso sí, sigue siendo un coche bello, divertido y lleno de atractivos.
