BMW M6 Cabrio vs Jaguar XKR Convertible

Si ver de cerca un BMW Serie 6 Cabrio o un Jaguar XK Convertible ya despierta los celos del público, cuando se trata de un M6 o un XKR el asunto ya llega al grado de envidia cochina. Y no es para menos.

BMW M6 Cabrio vs Jaguar XKR Convertible
BMW M6 Cabrio vs Jaguar XKR Convertible

La ventaja en espacio interior es para el BMW M6 Cabrio por varias razones, aunque el Jaguar XKR Convertible también juega sus bazas. El primer tanto cae del lado alemán cuando medimos la capacidad del habitáculo y del maletero. Realmente ni uno ni otro acogen bien a cuatro adultos, porque las plazas traseras están reservadas para niños. Sin embargo, en el Jaguar XKR Convertible el límite de la edad está en los 8 ó 9 años —alrededor de 1,35 metros de estatura— mientras que en el BMW M6 Cabrio pueden acomodarse chavales de hasta 11 ó 12 años o que ronden el metro y medio.

Por lo que se refiere a sonoridad, en ambos casos resulta francamente mala si comparamos los datos frente a sus respectivas versiones de techo metálico cerrado. La relativa igualdad que refleja el sonómetro hay que matizarla porque la callidad de sonido está mejor conseguida en el Jaguar XKR Convertible si vamos con el techo puesto, pero resulta más fácil mantener una conversación a cielo abierto su viajamos en el BMW M6 Cabrio, ya que el paravientos del BMW M6 Cabrio parece más eficaz. Por cierto, no sabemos si fue un problema de nuestra unidad o un problema de ajuste pero, al meter el Jaguar XKR Convertible en el túnel de lavado, se colaron algunas gotitas de agua por la ventanilla.

Habida cuenta de que ambos son automáticos —y a pesar del carácter marcadamente deportivo de los dos—, el análisis del funcionamiento del cambio tiene más que ver con el confort de uso que con las prestaciones o el rendimiento. En este sentido, las once posibilidades de configuración del SMG 3 de BMW y las siete relaciones disponibles no consiguen disimular que al final se trata de un cambio de embrague pilotado que acaba por resultar más brusco en cualquier caso que el convertidor de par que monta Jaguar. Si lo que vale es la eficacia o la rapidez en las transiciones entre una marcha y otra o el placer de oír un golpe de gas al reducir, el SMG es mucho más gratificante. Pero, sin llegar a la rapidez del BMW M6 Cabrio, el cambio ZF que monta el Jaguar XKR Convertible es siempre infinitamente más cómodo en todas las transiciones y, para ser honestos, su respuesta permite obtener la suficiente deportividad del conjunto motor-transmisión.

En circuito, sin duda, el BMW M6 Cabrio tiene mejores cartas en la mano, pero a ver cuántos BMW M6 Cabrio y cuántos Jaguar XKR Convertible entran alguna vez en un trazado para comprobar las diferencias. El cambio del Jaguar XKR Convertible es muchísimo más suave de funcionamiento y, aunque tiene «sólo» 6 marchas frente a las 7 del BMW M6 Cabrio, parece más fácil encontrar una relación adecuada en el modelo inglés que en el alemán.

Nos olvidamos de la lógica, de la razón. Para comprar cualquiera de estos dos coches conviene que en el saldo a fin de mes de nuestra cuenta corriente haya al menos dos puntos a la izquierda de la coma. No obstante, hay que reconocer la ventaja en precio del Jaguar XKR Convertible, notablemente acrecentada si tenemos en consideración el equipamiento de serie de ambos modelos. De salida hay 14.000 euros de diferencia en contra del BMW M6 Cabrio, una cifra que aumenta al igualar el equipamiento en la medida de lo posible. Al final hablamos de unos 19.000 euros entre pitos y flautas. Por ese dinero podemos comprar un Mini Cooper, por ejemplo.

Por cierto, el precio de las opciones no es precisamente bajo en ninguno de los dos casos, pero en el BMW M6 Cabrio se sigue la tradición de BMW y la tarifa es realmente alta a poco que seamos caprichosos. El puro capricho y el afán de tener algo distinto son las dos únicas razones que se nos ocurren para tener cualquiera de estos dos modelos de prestaciones y precio estratosféricos. En este sentido, el Jaguar XKR Convertible está menos visto y el enorme salto cualitativo que dio su bastidor se ha visto ahora reforzado por un motor de empuje y rendimiento impresionantes. El defecto de la capota lo ponemos en cuarentena.

Envidia deportiva
La ventaja en espacio interior es para el BMW M6 Cabrio por varias razones, aunque el Jaguar XKR Convertible también juega sus bazas. El primer tanto cae del lado alemán cuando medimos la capacidad del habitáculo y del maletero. Realmente ni uno ni otro acogen bien a cuatro adultos, porque las plazas traseras están reservadas para niños. Sin embargo, en el Jaguar XKR Convertible el límite de la edad está en los 8 ó 9 años —alrededor de 1,35 metros de estatura— mientras que en el BMW M6 Cabrio pueden acomodarse chavales de hasta 11 ó 12 años o que ronden el metro y medio.

Por lo que se refiere a sonoridad, en ambos casos resulta francamente mala si comparamos los datos frente a sus respectivas versiones de techo metálico cerrado. La relativa igualdad que refleja el sonómetro hay que matizarla porque la callidad de sonido está mejor conseguida en el Jaguar XKR Convertible si vamos con el techo puesto, pero resulta más fácil mantener una conversación a cielo abierto su viajamos en el BMW M6 Cabrio, ya que el paravientos del BMW M6 Cabrio parece más eficaz. Por cierto, no sabemos si fue un problema de nuestra unidad o un problema de ajuste pero, al meter el Jaguar XKR Convertible en el túnel de lavado, se colaron algunas gotitas de agua por la ventanilla.

Habida cuenta de que ambos son automáticos —y a pesar del carácter marcadamente deportivo de los dos—, el análisis del funcionamiento del cambio tiene más que ver con el confort de uso que con las prestaciones o el rendimiento. En este sentido, las once posibilidades de configuración del SMG 3 de BMW y las siete relaciones disponibles no consiguen disimular que al final se trata de un cambio de embrague pilotado que acaba por resultar más brusco en cualquier caso que el convertidor de par que monta Jaguar. Si lo que vale es la eficacia o la rapidez en las transiciones entre una marcha y otra o el placer de oír un golpe de gas al reducir, el SMG es mucho más gratificante. Pero, sin llegar a la rapidez del BMW M6 Cabrio, el cambio ZF que monta el Jaguar XKR Convertible es siempre infinitamente más cómodo en todas las transiciones y, para ser honestos, su respuesta permite obtener la suficiente deportividad del conjunto motor-transmisión.

En circuito, sin duda, el BMW M6 Cabrio tiene mejores cartas en la mano, pero a ver cuántos BMW M6 Cabrio y cuántos Jaguar XKR Convertible entran alguna vez en un trazado para comprobar las diferencias. El cambio del Jaguar XKR Convertible es muchísimo más suave de funcionamiento y, aunque tiene «sólo» 6 marchas frente a las 7 del BMW M6 Cabrio, parece más fácil encontrar una relación adecuada en el modelo inglés que en el alemán.

Nos olvidamos de la lógica, de la razón. Para comprar cualquiera de estos dos coches conviene que en el saldo a fin de mes de nuestra cuenta corriente haya al menos dos puntos a la izquierda de la coma. No obstante, hay que reconocer la ventaja en precio del Jaguar XKR Convertible, notablemente acrecentada si tenemos en consideración el equipamiento de serie de ambos modelos. De salida hay 14.000 euros de diferencia en contra del BMW M6 Cabrio, una cifra que aumenta al igualar el equipamiento en la medida de lo posible. Al final hablamos de unos 19.000 euros entre pitos y flautas. Por ese dinero podemos comprar un Mini Cooper, por ejemplo.

Por cierto, el precio de las opciones no es precisamente bajo en ninguno de los dos casos, pero en el BMW M6 Cabrio se sigue la tradición de BMW y la tarifa es realmente alta a poco que seamos caprichosos. El puro capricho y el afán de tener algo distinto son las dos únicas razones que se nos ocurren para tener cualquiera de estos dos modelos de prestaciones y precio estratosféricos. En este sentido, el Jaguar XKR Convertible está menos visto y el enorme salto cualitativo que dio su bastidor se ha visto ahora reforzado por un motor de empuje y rendimiento impresionantes. El defecto de la capota lo ponemos en cuarentena.

Envidia deportiva