En la gama del BMW Serie 4, el BMW M4 es un deportivo rapidísimo y súper eficaz. Ahora bien, es caro, exigente y radical; evidentemente no es un coche para todos los públicos.
El BMW 435i puede ser una excelente alternativa al M4, sobre todo si se echa mano de las opciones que ofrecen los accesorios M Performance, dado que se puede configurar un coche con una imagen sumamente deportiva que poco tiene que envidiar al M4 y también se ofrecen una serie de mejoras que optimizan tanto sus prestaciones, la capacidad rutera y el placer de conducción.
En el BMW 435i las posibilidades de personalización M Performance son muchas y se pueden escoger por separado con el objetivo de configurar el coche a gusto y presupuesto del consumidor; el pack completo que cuesta 13.500 €.
BMW 435i Performance, sus opciones
Algunas de las opciones BMW Performance no cuestan demasiado, como por ejemplo la rejilla delantera en negro 166 €, las rayas laterales 111 € o el pedalier en aluminio 130 €, pero no es precisamente barato el kit en carbono para la carrocería 2.442 €, el equipo de llantas M Performance 2.602 €, los frenos delanteros 2.320, el silencioso del escape trasero 1.015 € o la gestión de motor que aumenta el rendimiento del seis cilindros en 30 CV y 5,1 mkg por 1.654 €.
El BMW 435i M Performance cuenta con un motor más poderoso y unos frenos más potentes, mientras que las llantas de 18” que incluyen las opciones M Performance son más ligeras que las de serie, pero mantienen los neumáticos 225/45 R18 y que pueden resultar un tanto justos. En este sentido el M Performance partía en desventaja, ya que la versión standard montaba la opción de llantas de 19” calzadas con neumáticos 225/40 R19 delante y 255/35 R19 detrás. Por si esto fuera poco y de forma incomprensible, el BMW 435i M Performance venía equipado con unos neumáticos ecológicos de baja adherencia Goodyear EfficientGrip, de mucha menos performance que los Bridgestone Potenza S001 que montaba su hermano casi gemelo.
En el BMW 435i se anuncian 306 CV, pero en el banco de rodillos se consiguen 334,8 CV, mientras que el M Performance se rozan los 350 CV. En ambos casos, por tanto, se superan ampliamente los valores declarados por el fabricante y especialmente en el modelo de serie. Pronto podíamos comprobar, que la versión más potente tenía serios problemas para transmitir tan abundante caballería al suelo en las arrancadas, muy penalizada por la monta de neumáticos escogida para la ocasión y no es de extrañar que el modelo se serie consiguiera mejores registros en el 0 a100 km/h (5,14 segundos el 435i y 5,34 segundos el 435i Performance) y en los 400 metros de aceleración (13,37 segundos el 435i y una décima más el 435i Performance). Bien es verdad que ya en la medición de los 1.000 metros y especialmente en los 2.000 metros saliendo desde parado, el M Perforance a pesar de las décimas que perdía en la arrancada, conseguía distanciarse ligeramente.
El BMW 435i sorprende por el extraordinario rendimiento del seis cilindros de 3 litros. Es una verdadera maravilla; muy potente, con una capacidad de respuesta muy consistente en todo momento y una impresionante capacidad para subir de vueltas cuando se exprime a fondo el acelerador, ligeramente superior en el caso de la versión más potente, que además suena de forma más deportiva. El cambio escogido para la ocasión es el automático de ocho velocidades; sumamente confortable en el modo automático, sorprende por sus buenas cualidades en conducción deportiva, muy rápido en las inserciones y sumamente obediente en el modo manual.
El 435i es un coche deportivo confortable en el día a día, muy rápido en carretera, maravilloso a la hora de viajar y que ofrece elevadas dosis de placer a los mandos en conducción deportiva. En la prueba de slalom se confirmaba que el 435i M Performance se ve muy penalizado por unos neumáticos que tienen mucha deriva y condicionan su comportamiento al límite. El tren trasero se muestra así muy inquieto en este ejercicio, mucho más que en su hermano que se muestra también bastante juguetón.
BMW 435i y 435i M Performance, así van en circuito
Con el BMW 435i la conducción en nuestro circuito del INTA ofrece mucha emoción, no en vano se trata de un deportivo de propulsión trasera de elevado potencial. Ni que decir tiene que, cuando se rueda sin la ayuda de la electrónica, algo obligatorio para conseguir los mejores registros, precisa esmerarse a los mandos y dominar bien la técnica del contra-volante. El tren delantero se muestra rápido y preciso, mientras que el trasero afortunadamente es un prodigio de buenas maneras, pero la falta de autoblocante penaliza de forma considerable su eficacia en pista, dado que se pierde mucho tiempo a la salida de las curvas, si bien los registros han estado dentro de lo esperado; muy similares a los obtenidos por los BMW M135i y por el 335i tiempo atrás, parando el cronómetro en 1´14´´02.
Con el BMW 435i M Performance las diferencias son apreciables a la hora de rodar en pista. La primera parte del circuito tiene una zona de curvas rápidas, un zigzag que se hace prácticamente a fondo y una curva muy larga con mucho apoyo en la que hay que hilar muy fino, ya que además, es la más veloz y exigente del trazado. Los neumáticos vuelven a marcan las diferencias este caso. Una vez más la versión más potente se encuentra en clara desventaja; los neumáticos ecológicos de menor sección tienen un comportamiento más errático, tienen más deriva y menos grip que la monta en 19” que emplea su hermano. Esto obliga a ser más precavido en curva rápida, donde el coche es más “bailón” e inspira menos confianza, como se puede observar por los datos obtenidos con la telemetría. Es hora de parar y aunque el pedal del freno tiene un tacto más consistente, el menor agarre de los neumáticos hace que se pierdan unos metros. Aunque el coche es más rápido y se gana tiempo en las zonas de aceleración, los neumáticos le penalizan considerablemente y prueba de ello es que el tiempo es casi cuatro décimas de segundo más lento que el del BMW 435i con la opción de llantas de 19”.
En el BMW 435i M Performance los teóricos 30 CV suplementarios se notan, no de forma espectacular, pero se notan. Aunque los de serie son muy eficaces, los frenos M Performance también demuestran ser más potentes. Es evidente que con las opciones M Performance se puede mejorar de forma espectacular la deportividad del 435i tanto desde el punto de vista estético, como a nivel dinámico, pero hay que completar el trabajo con unos buenos neumáticos para conseguir que se pueda convertir en un sucedáneo perfecto al todopoderoso M4.