Era muy esperada por todos los aficionados al mundo del motor y al espíritu BMW. Tal era la expectación que la marca bávara hizo lo imposible por evitar que se conocieran detalles de su berlina estrella hasta que finalmente viera la luz. No lo consiguió. Ahora, meses después, ya hemos tenido la oportunidad de ponernos a los mandos de una de las versiones más populares de la gama, el 320d, o, traducido para los neófitos, el Diesel de acceso de esta Serie 3, que cuenta con una potencia de, nada más y nada menos, 163 CV.
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Esta quinta entrega de la berlina media de BMW ha heredado rasgos estilísticos de sus hermanos de gama, el Serie 5 y el Serie 1, que le confieren una figura más musculosa y, al mismo tiempo, un aire más vanguardista. Esto provoca, aunque para gustos están los colores, que este nuevo Serie 3 entre muy bien por los ojos, pues tiene las dosis justas de suntuosidad y deportividad que un coche de la marca bávara ha de poseer. Esta primera impresión se confirma cuando nos ponemos al volante del 320d. El puesto de conducción es difícilmente mejorable, pues, seamos de la talla que seamos, siempre lograremos la postura más satisfactoria posible. Las regulaciones del asiento, aparte de las convencionales –en altura y profundidad- del volante, son múltiples; incluso se tiene la posibilidad de modificar el recogimiento de las alas del asiento, tanto en el respaldo como en la butaca. El único pero que podemos sacarle a esta zona es, quizás, que, si colocamos la banqueta demasiado baja, introducirnos en el coche se complica, pues casi nos tenemos que dejar caer para acomodarnos. Los acabados interiores son de primera calidad, tanto por materiales como por remates, algo a lo que nos tiene acostumbrados BMW a pesar de excepciones como la del X3. El diseño también cumple. Los fabricantes alemanes tienen fama de ser algo sobrios a la hora de configurar sus salpicaderos, pero aquí, en nuestra opinión, no cumplen con esta reputación. La combinación de colores y líneas curvas y rectas nos ha gustado bastante. La estética es bastante limpia, sin un excesivo número de botones ni testigos y con una pantalla en la parte superior que, junto al mando i-Drive situado tras la palanca de cambios, permiten al conductor gestionar un gran número de funciones. Este sistema i-Drive fue bastante criticado cuando se lanzó por primera vez en el Serie 7 por ser demasiado complicado, sobre todo teniendo en cuenta que el potencial cliente de la berlina de lujo de BMW suele ser una persona no demasiado joven y no habituada a las nuevas tecnologías. Sin embargo, en este Serie 3, como anteriormente se había hecho en el Serie 5, el sistema se ha simplificado. Aun así, todavía es necesario cierto periodo de adaptación y “toquetear" antes para familiarizarse con él. Además, este nuevo 320d es un coche perfectamente habitable en la zona trasera, algo más que en la anterior generación. Se han ganado algunos centímetros en el apartado del espacio para las piernas, pasando de 77 a 80 cm, también hay algo más de altura, mientras que la anchura es la misma. Este aumento de espacio para las piernas facilita que los más altos viajen con mayor holgura, a pesar de que seguimos apostando, más por comodidad que por otra razón, porque en las plazas traseras vayan dos personas en vez de tres. Respecto a sus principales rivales del segmento –léase Mercedes C220 CDI, Volvo S60, Audi A4 y VW Passat-, es de los que más centímetros posee en las plazas traseras, únicamente superado por el Passat en distancia para las piernas y altura y por el S60 en anchura. Si analizamos el maletero, cambian las tornas, pues este 320d, con sus 390 litros, pierde capacidad respecto a la anterior generación –exactamente 30 litros- y queda relegado a la última posición frente a sus contrincantes, pues todos ellos superan los 450 litros. Esto a pesar de que no tiene ni rueda de repuesto convencional ni de galleta ni kit antipinchazos; monta neumáticos tipo Runflat, que permiten circular sin aire hasta 150 km a una velocidad de 80 km/h.Respecto al anterior Serie 3 y siguiendo la tendencia de los BMW, este 320d se arranca pulsando un botón, tras la introducción previa de una llave electrónica. Una vez hecho esto, comienzan a aflorar las sensaciones.Era muy esperada por todos los aficionados al mundo del motor y al espíritu BMW. Tal era la expectación que la marca bávara hizo lo imposible por evitar que se conocieran detalles de su berlina estrella hasta que finalmente viera la luz. No lo consiguió. Ahora, meses después, ya hemos tenido la oportunidad de ponernos a los mandos de una de las versiones más populares de la gama, el 320d, o, traducido para los neófitos, el Diesel de acceso de esta Serie 3, que cuenta con una potencia de, nada más y nada menos, 163 CV.
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Esta quinta entrega de la berlina media de BMW ha heredado rasgos estilísticos de sus hermanos de gama, el Serie 5 y el Serie 1, que le confieren una figura más musculosa y, al mismo tiempo, un aire más vanguardista. Esto provoca, aunque para gustos están los colores, que este nuevo Serie 3 entre muy bien por los ojos, pues tiene las dosis justas de suntuosidad y deportividad que un coche de la marca bávara ha de poseer. Esta primera impresión se confirma cuando nos ponemos al volante del 320d. El puesto de conducción es difícilmente mejorable, pues, seamos de la talla que seamos, siempre lograremos la postura más satisfactoria posible. Las regulaciones del asiento, aparte de las convencionales –en altura y profundidad- del volante, son múltiples; incluso se tiene la posibilidad de modificar el recogimiento de las alas del asiento, tanto en el respaldo como en la butaca. El único pero que podemos sacarle a esta zona es, quizás, que, si colocamos la banqueta demasiado baja, introducirnos en el coche se complica, pues casi nos tenemos que dejar caer para acomodarnos. Los acabados interiores son de primera calidad, tanto por materiales como por remates, algo a lo que nos tiene acostumbrados BMW a pesar de excepciones como la del X3. El diseño también cumple. Los fabricantes alemanes tienen fama de ser algo sobrios a la hora de configurar sus salpicaderos, pero aquí, en nuestra opinión, no cumplen con esta reputación. La combinación de colores y líneas curvas y rectas nos ha gustado bastante. La estética es bastante limpia, sin un excesivo número de botones ni testigos y con una pantalla en la parte superior que, junto al mando i-Drive situado tras la palanca de cambios, permiten al conductor gestionar un gran número de funciones. Este sistema i-Drive fue bastante criticado cuando se lanzó por primera vez en el Serie 7 por ser demasiado complicado, sobre todo teniendo en cuenta que el potencial cliente de la berlina de lujo de BMW suele ser una persona no demasiado joven y no habituada a las nuevas tecnologías. Sin embargo, en este Serie 3, como anteriormente se había hecho en el Serie 5, el sistema se ha simplificado. Aun así, todavía es necesario cierto periodo de adaptación y “toquetear" antes para familiarizarse con él. Además, este nuevo 320d es un coche perfectamente habitable en la zona trasera, algo más que en la anterior generación. Se han ganado algunos centímetros en el apartado del espacio para las piernas, pasando de 77 a 80 cm, también hay algo más de altura, mientras que la anchura es la misma. Este aumento de espacio para las piernas facilita que los más altos viajen con mayor holgura, a pesar de que seguimos apostando, más por comodidad que por otra razón, porque en las plazas traseras vayan dos personas en vez de tres. Respecto a sus principales rivales del segmento –léase Mercedes C220 CDI, Volvo S60, Audi A4 y VW Passat-, es de los que más centímetros posee en las plazas traseras, únicamente superado por el Passat en distancia para las piernas y altura y por el S60 en anchura. Si analizamos el maletero, cambian las tornas, pues este 320d, con sus 390 litros, pierde capacidad respecto a la anterior generación –exactamente 30 litros- y queda relegado a la última posición frente a sus contrincantes, pues todos ellos superan los 450 litros. Esto a pesar de que no tiene ni rueda de repuesto convencional ni de galleta ni kit antipinchazos; monta neumáticos tipo Runflat, que permiten circular sin aire hasta 150 km a una velocidad de 80 km/h.Respecto al anterior Serie 3 y siguiendo la tendencia de los BMW, este 320d se arranca pulsando un botón, tras la introducción previa de una llave electrónica. Una vez hecho esto, comienzan a aflorar las sensaciones.