BMW 116d ED vs Infiniti Q30 1.5d: un lujo de compactos

El Infiniti Q30 llega como nuevo compacto premium para retar incluso a todo un BMW Serie 1. Dos coches de lujo hasta con modestos motores turbodiésel de sólo 115 CV, o menos.

Pablo Mallo. Twitter: @Autopista_es

BMW 116d ED vs Infiniti Q30 1.5d: un lujo de compactos
BMW 116d ED vs Infiniti Q30 1.5d: un lujo de compactos

Si las prestaciones no son tu prioridad principal, estos dos coches son una gran forma de disfrutar de los placeres de un compacto premium: el BMW 116d EfficientDynamics de 116 CV y el nuevo Infiniti Q30 1.5d de 109 CV de potencia. Y es que, a pesar de ser el escalón de acceso a las respectivas gamas de cada modelo (con permiso de las versiones de gasolina 116i en el caso de BMW y 1.6t en Infiniti), los dos pueden contar con todo el arsenal tecnológico, el refinamiento y el agrado de uso de sus hermanos mayores. Las posibilidades de personalización y equipamientos son múltiples, y casi te puedes configurar un coche a medida con cualquiera de los dos.

BMW Serie 1 e Infiniti Q30 son, además, dos productos muy sólidos, con pocos puntos flacos y un diseño que, por sí mismo, resulta un factor de peso más que convincente. Este último apartado es prioritario en el caso del Infiniti, cuya atractiva carrocería mantiene prácticamente inalterados los rasgos del Q30 Concept, lo que además supone una aproximación a la moda crossover gracias a una altura libre al suelo superior a la de un coche convencional, pero sin llegar a entrar dentro del terreno de los SUV. Es una fórmula muy similar a la que ha seguido Mercedes por ejemplo con el GLA, del que, como seguramente ya sabrás, este Infiniti Q30 precisamente toma la plataforma y reinterpreta el concepto a su manera.

BMW 116d vs Infiniti Q30 1.5dBMW 116d vs Infiniti Q30 1.5d: sus motores

Respecto a las mecánicas, BMW apuesta en este 116d ED por un motor tricilíndrico extremadamente eficiente, con una progresiva respuesta desde poquísimas vueltas y sin apenas retardo del turbo. Si no te lo dicen jamás pensarías que es de 3 cilindros, pues presenta un tacto impecable y un giro perfectamente regular. Únicamente cuando te adentras (innecesariamente) en la zona alta del cuentavueltas su sonido lo delata, no ya por decibelios, sino porque suena distinto a lo que estamos acostumbrados. Hace muy buen equipo con la nueva transmisión manual de 6 marchas de BMW, cuya función de doble embrague en reducciones consigue una gran suavidad: automáticamente da un golpe de gas para que el motor alcance el régimen de giro adecuado antes de que soltemos el embrague, algo que también hacen el Porsche 911, el Nissan 370Z y el Mini. Y su consumo real es bajísimo: apenas 4,6 l/100 km ha medido nuestro Centro Técnico.

En Infiniti también han conseguido aislar el sonido del motor 1.5 d de este Q30. Y de manera magistral. Si con la versión 2.2D de 170 CV ya conseguían una sensación de refinamiento mecánico superior al Mercedes GLA gracias al sistema de cancelación de ruidos y a un tratamiento acústico muy elaborado, con este más silencioso 1.5d de origen Renault (que, por cierto, también monta el GLA) el resultado es todavía mejor. El motor casi pasa a un segundo plano, y lo que cobra protagonismo es su gran suavidad, digna de coche de lujo, combinada con un cambio manual también de 6 marchas de agradable tacto de accionamiento, acorde con el resto de mandos. Aunque la cantidad de empuje no es muy destacable y no se trata de un coche rápido, la buena disponibilidad de par desde casi el ralentí y la entrega de potencia tan lineal e inmediata hacen que resulte muy placentero de conducir. Eso sí, su consumo es superior al BMW (5,7 l/100 km reales, según nuestras cifras)… y también claramente sus prestaciones: nos ha acelerado de 0 a 100 km/h en 12,13 segundos, por los apenas 10,08 segundos del BMW. Soberbio el Serie 1.

BMW 116d vs Infiniti Q30: su comportamiento

A causa de la contenida potencia de estas dos versiones, en el caso del BMW Serie 1 resulta muy fácil extraer de su bastidor unas reacciones muy nobles y eficaces, ya que apenas debemos preocuparnos de dosificar el acelerador cuando estamos en pleno apoyo. Casi en ningún momento, ni siquiera con el pie en la tabla en curvas lentas, se compromete la motricidad del tren trasero. Éste redondea el giro lo justo y necesario gracias al equilibrado reparto de pesos, pero sin llegar a descomponerse de manera sustancial ni a requerir la actuación de las ayudas electrónicas cuando el suelo está seco.

De igual modo el tren delantero resulta irreprochable, pues se beneficia del menor peso del bloque motor tricilíndrico, algo que permite velocidades de paso por curva todavía más altas que en otros BMW Serie 1 más potentes sin perder precisión de guiado. También influye que, en esta versión EfficientDynamics, la altura de la carrocería está rebajada y colabora para lograr una mayor estabilidad, sin que por ello se vea comprometida la comodidad de marcha, en la que influyen mucho unos neumáticos de generoso balón (205/55 R16). Eso sí, dado lo convincente que resulta el comportamiento y la confianza que proporciona el BMW 116d en cualquier situación que se presente o que le exijamos al bastidor, en no pocas ocasiones se echa de menos más potencia para poder ir más allá a base de gas. Pero sin duda, su chasis es una delicia, con reacciones muy fluidas y progresivas. Por si fuera poco, la milimétrica dirección de BMW es bastante informativa y de agradable tacto, aunque su zona central, muy directa, requiere un leve periodo de adaptación y de concentración a alta velocidad.

Como ya hemos mencionado, el Infiniti Q30 responde a un planteamiento diferente, ya que posee una carrocería ligeramente sobreelevada, de tipo crossover, y suspensiones que, sin ser blandas, ofrecen una mayor orientación hacia el confort. Ojo, porque al ir más alto hay mayores movimientos y balanceo de la carrocería que en el BMW, tanto en curva como al circular sobre asfaltos irregulares, pero también cuenta con un recorrido de suspensión adicional que le permite absorber mejor cierto tipo de baches. A esto hay que sumar la medida del neumático de nuestra unidad (235/50 R18), cuyo perfil, para nada radical, ayuda a filtrar las imperfecciones de la carretera.

Infiniti Q30 1.5DPese a todo, el nuevo Infiniti Q30 no renuncia a una dirección con un tarado relativamente deportivo debido a su rapidez y precisión, algo que le transfiere una personalidad interesante. Y aunque esye Q30 esté basado en el Mercedes GLA, el modelo de Infiniti cuenta con una puesta a punto de suspensiones específica. No es de los más ágiles del segmento compacto, pero no plantea dudas a la hora de abordar las curvas con decisión, siempre con reacciones seguras y progresivas, pero con mayor trabajo de las ayudas electrónicas en caso de buscar sus límites. De todos modos, se siente asentado y fiable, fruto de la buena realización que hay detrás.

El Infiniti Q30 1.5d es, en definitiva, un rival a tener en cuenta capaz de enfrentarse ya de tú a tú a lo más granado del segmento. La elección entre uno u otro, sin embargo, seguramente venga dada por la afinidad del cliente hacia cada una de estas dos marcas, así como al tipo de conducción que proporciona cada uno: más deportiva en el BMW 116d, que además resulta más maniobrable y ágil en ciudad, y más confortable en el Infiniti Q30, cuyo atractivo diseño es uno de los puntos fuertes del modelo. En cualquier caso, estamos ante productos de confianza con los que es difícil equivocarse, salvo que las altas prestaciones sean un requisito fundamental… sobre todo en un más lento Infiniti Q30.

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